El absceso inguinal es una acumulación de pus que se desarrolla en la zona de la ingle, situada entre el muslo y el tronco. Este absceso en la ingle generalmente es causado por una infección en los tejidos de esta región, pudiendo ser visible a simple vista, observándose elevación, inflamación y enrojecimiento de la piel.
Generalmente, el absceso inguinal es el resultado de una foliculitis, que es la inflamación de la raíz de un pelo causada por una bacteria. También, este absceso puede ser causado por la obstrucción de una glándula sebácea o una herida en la región de la ingle.
El tratamiento debe ser orientado por el médico general, el cual puede indicar el uso de antibióticos, drenaje del absceso o, en casos más graves, puede ser recomendado el tratamiento quirúrgico.

Cuáles son los síntomas
Los síntomas más comunes que pueden aparecer donde está localizado el absceso en la ingle son:
-
Dolor en la zona;
-
Hinchazón;
-
Enrojecimiento;
-
Presencia de pus;
-
Calor en la zona;
-
Sensibilidad al tacto.
Además de estos síntomas, algunas personas pueden presentar fiebre debido a la infección que se está desarrollando.
Este absceso no debe confundirse con una hernia inguinal, la cual es una protuberancia que surge también en la región de la ingle, pero se debe a que una parte del intestino sobresale a través de un punto débil de los músculos abdominales. Conozca qué es la hernia inguinal y cómo tratarla.
Posibles causas
Generalmente, el absceso inguinal es el resultado de una foliculitis, que es la inflamación de la raíz de un pelo causada por una bacteria, la cual genera una reacción de defensa del sistema inmunológico para eliminar la infección, originando así la formación de pus.
Además, la obstrucción de una glándula sebácea o una herida en la región de la ingle, también pueden causar una infección y desarrollar un absceso en la zona.
Cómo se realiza el tratamiento
El absceso puede desaparecer espontáneamente. No obstante, en caso de que esto no ocurra, puede ser necesario drenarlo realizando un corte en la zona afectada para retirar el pus. De ser necesario, el médico puede colocar un drenaje para evitar que el absceso aparezca nuevamente. Conozca qué es un drenaje y qué cuidados se deben tener.
Además de esto, también puede recetar antibióticos para tratar la infección, así como analgésicos y/o antiinflamatorios para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
Remedios caseros para el absceso inguinal
Una de las opciones caseras para tratar el absceso es colocar una compresa con agua tibia y limpiar la región con jabón neutro.
Otra opción casera para tratar un absceso es limpiar la zona con agua y jabón neutro y aplicar una compresa de savia de sábila, porque esta actúa como un excelente cicatrizante natural.