Vulvovaginitis candidiásica: síntomas y tratamiento

La vulvovaginitis candidiásica es la inflamación de la vulva y la vagina al mismo tiempo, causada por el crecimiento excesivo del hongo Candida albicans. Sus síntomas más comunes incluyen comezón intensa, flujo vaginal blanco (con aspecto grumoso, similar al requesón) y sensación de ardor.

Este hongo forma parte de la microbiota vaginal normal y, en condiciones habituales, no genera molestias. Por este motivo, no se considera una infección de transmisión sexual, sino un desequilibrio en la flora vaginal que favorece su proliferación y la aparición de síntomas que requieren tratamiento médico.

La vulvovaginitis candidiásica puede afectar a niñas y mujeres de todas las edades, aunque es más frecuente durante la edad fértil. El tratamiento generalmente se realiza con medicamentos antimicóticos, indicados por el médico general o el ginecólogo. Además, el especialista puede recomendar el uso de lactobacilos por vía oral o vaginal, con el fin de restablecer la microbiota y prevenir recurrencias. Vea otras causas de vulvovaginitis.

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Síntomas de la vulvovaginitis candidiásica

Los principales síntomas de la vulvovaginitis candidiásica son:

  • Comezón intensa en la zona íntima.
  • Flujo vaginal blanco, espeso y grumoso, que no genera mal olor y puede causar irritación al permanecer en las paredes vaginales.
  • Sensación de ardor o quemazón.
  • Enrojecimiento e inflamación de la vulva.
  • Dolor o ardor al orinar (disuria).
  • Molestias durante las relaciones sexuales (dispareunia).
  • Pequeñas fisuras vulvovaginales debido a la irritación y resequedad de la mucosa.

Estos síntomas pueden variar en intensidad de una mujer a otra y, en algunos casos, pueden confundirse con otras infecciones vaginales. Por ello, es importante acudir al médico para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado, evitando complicaciones y reduciendo el riesgo de recurrencias.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de la vulvovaginitis candidiásica lo realiza el médico general o el ginecólogo a partir de la evaluación de los síntomas, como la comezón intensa, el flujo vaginal blanco y el ardor, además del examen físico de la vulva y la vagina.

En algunos casos, el médico también puede solicitar un examen microscópico del flujo vaginal o un cultivo, especialmente cuando la infección es recurrente o los síntomas no son claros, lo que permite confirmar la presencia del hongo Candida y orientar el tratamiento más adecuado.

Principales causas

La vulvovaginitis candidiásica se presenta con mayor frecuencia en mujeres entre los 20 y 40 años de edad y en aquellas con diabetes mal controlada, bajo tratamiento antibiótico, con el sistema inmune debilitado (como en los casos de VIH o tratamiento inmunosupresor), en uso de anticonceptivos hormonales, sobrepeso y embarazo.

Otros factores de riesgo incluyen el uso de ropa ajustada o sintética, el calor y la humedad, además de la higiene íntima excesiva. Vea algunos consejos para realizar su higiene íntima de forma correcta.

Tipos de candidiasis vulvovaginal 

La candidiasis vulvovaginal se clasifica en complicada y no complicada:

  • Candidiasis vulvovaginal no complicada: en mujeres sin antecedentes de infección y síntomas de leves a moderados.
  • Candidiasis vulvovaginal complicada: en mujeres con factores de riesgo, episodios recurrentes y candidiasis con síntomas severos. Pudiendo ser severa o recurrente.

El médico debe diferenciar el tipo de vulvovaginitis que presenta la mujer de acuerdo a la presentación clínica de los síntomas, antecedentes y resultados de laboratorio para decidir el mejor tratamiento, descartando vaginosis bacteriana y tricomoniasis. 

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la vulvovaginitis candidiásica debe ser prescrito por un ginecólogo y puede ser por vía oral o vaginal, siendo esta la más frecuente.

El tratamiento convencional puede consistir en medicamentos como miconazol, ketoconazol, itraconazol o fluconazol entre los principales. En caso de embarazo, el único medicamento permitido es el clotrimazol por vía vaginal.

En los casos en los que el tratamiento no tiene efecto, se debe sospechar la presencia de especies resistentes, como Candida glabrata, y considerar exámenes específicos de susceptibilidad.

El médico puede indicar la aplicación de lactobacillus por vía oral o vaginal para ayudar a restablecer la microbiota de esta zona, aunque la evidencia de su eficacia aún debe confirmarse en estudios científicos.

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Respecto a la pareja, solo se tratará si presenta síntomas; el tratamiento de pareja asintomática no está recomendado de rutina.

Vulvovaginitis candidiásica recurrente

Se considera vulvovaginitis recurrente cuando hay 4 o más episodios durante el año. Es común en mujeres que no completan el tratamiento, reinfección por la pareja o la presencia de una cepa de Candida resistente al tratamiento convencional.

En aquellas mujeres que presentan episodios recurrentes, es importante considerar el estado de salud general, ya que podría haber una enfermedad que propicie el crecimiento de Candida, o tratarse de una infección por especies no albicans. Es fundamental realizar cultivos y pruebas de sensibilidad antifúngica en estos casos.

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