Vitamina D: para qué sirve y en qué cantidad se debe consumir

Actualizado en febrero 2022

La vitamina D es una vitamina liposoluble producida naturalmente en el organismo a través de la exposición de la piel a la luz solar, pudiendo también obtenerse en menor proporción de la ingesta de algunos alimentos de origen animal, como los pescados, yema de huevo y leche fortificada, por ejemplo.

Esta vitamina cumple funciones vitales en el cuerpo humano, principalmente en la regulación de las concentraciones de calcio y fósforo en el organismo, favoreciendo la absorción de estos minerales en el intestino y regulando las células que degradan y sintetizan los huesos, manteniendo así sus niveles en la sangre.

La deficiencia de esta vitamina podría causar anormalidades óseas como osteomalacia u osteoporosis en las personas adultas o raquitismo en los niños. Además de esto, algunos estudios científicos también han relacionado la deficiencia de esta vitamina con mayor riesgo de desarrollar diversos tipos de cáncer, diabetes mellitus e hipertensión arterial.

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Para qué sirve

La vitamina D ejerce diversas funciones en el organismo, siendo esencial para el crecimiento, el desarrollo y el fortalecimiento de los huesos y los dientes. También fortalece el sistema inmune, disminuyendo el riesgo de contraer infecciones bacterianas o virales. Sin embargo, algunos estudios demuestran que podría ejercer otras funciones como:

  • Fortalecimiento de huesos y dientes, ya que aumenta la absorción de calcio y fósforo en el intestino y facilita la entrada de esos minerales en los huesos, que son esenciales para su formación;
  • Prevención de diabetes, porque actúa en la preservación de salud del páncreas, que es el órgano responsable de la producción de insulina, la hormona que regula los niveles de glucosa en la sangre;
  • Mejora el sistema inmune, previniendo infecciones bacterianas y virales;
  • Reducción de la inflamación del organismo, porque disminuye la producción de sustancias inflamatorias y ayuda en el combate de enfermedades autoinmunes, como psoriasis, artritis reumatoide y lupus, siendo necesario en estos casos el uso de suplementos de acuerdo a la orientación médica;
  • Prevención de enfermedades como la esclerosis múltiple y algunos tipos de cáncer, como el de mama, próstata, colorrectal y renal, ya que participa en el control de muerte celular y disminuye la formación y proliferación de células malignas;
  • Mejora la salud cardiovascular, disminuyendo la presión arterial o el riesgo de padecer hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares;
  • Fortalecimiento muscular, ya que la vitamina D participa en el proceso de formación de los músculos y está relacionada a una mayor fuerza y agilidad muscular.

Además de esto, debido a su poder antioxidante, también previene el envejecimiento precoz, ya que estas sustancias evitan el daño que causan los radicales libres en las células.

Fuentes de vitamina D

La principal fuente de vitamina D es su producción en la piel a partir de la exposición a los rayos solares. Por lo tanto, para producir cantidades adecuadas de vitamina D, las personas de piel clara deben permanecer al sol durante al menos 15 minutos al día, mientras que las personas de piel oscura necesitan alrededor de 1 hora de exposición solar diaria. Lo ideal es que se realice entre las 10h hasta las 12h o desde las 15h hasta las 16.:30h, debido a que el sol durante estos período no se encuentra tan intenso.

Además de la exposición al sol, la vitamina D puede obtenerse de fuentes alimentarias, principalmente del aceite de hígado de pescados, mariscos, leche y sus derivados.

Vea el siguiente video y conozca los alimentos ricos en vitamina D:

Qué cantidad se debe consumir

La cantidad necesaria de vitamina D por día varía según la edad, como se observa en la tabla a continuación:

Fase de la vida Recomendaciones diarias
0-12 meses 400 UI
> 1 año hasta los 70 años 600 UI
> 70 años 800 UI
Embarazo 600 UI
Lactancia Materna 600 UI

La ingesta de alimentos ricos en vitamina D no es suficiente para suplir las necesidades diarias de esta vitamina, por lo que es importante la exposición a la luz solar a diario para mantener una producción adecuada de esta vitamina en el organismo y, en caso que esto no sea suficiente, como puede ocurrir en países más fríos o en personas que poseen problemas para absorber las grasas, el médico podría recomendar la ingestión de suplementos de vitamina D.

Valores normales de vitamina D y cómo se miden

Los niveles de vitamina D en sangre considerados saludables son aquellos superiores a 20 ng/mL en personas hasta 60 años y entre 30 y 60 ng/mL para personas mayores de 60 años, mujeres embarazadas o que estén lactando, personas con insuficiencia renal o síndromes de mala absorción, por ejemplo.

Estos niveles pueden medirse a través de un análisis de sangre llamado prueba de vitamina D o calcidiol. De esta forma, a partir de los resultados, es posible saber si la persona tiene deficiencia o exceso de vitamina D en el cuerpo. Conozca más sobre el examen de vitamina D.

Deficiencia de vitamina D

Los síntomas de la deficiencia de vitamina D en el organismo son disminución del calcio y del fósforo en la sangre, dolor y debilidad muscular, fragilidad de los huesos, osteoporosis en los ancianos, deformidad en los huesos, raquitismo en los niños y osteomalacia en los adultos.

La absorción y la producción de vitamina D se ven perjudicadas en algunas enfermedades con la insuficiencia renal, lupus, enfermedad de Crohn y la enfermedad celíaca. El déficit de vitamina D en el organismo se identifica a través de un examen de sangre llamado 25(OH)D, cuando los resultados dan por debajo de 30 ng/mL.

Conozca más detalles sobre la deficiencia de esta vitamina.

Exceso de vitamina D

Las consecuencias del exceso de vitamina D en el organismo son la debilidad en los huesos y en la elevación de los niveles de calcio en el torrente sanguíneo, lo que puede causar el desarrollo de cálculos renales y de arritmia cardíaca.

Los principales síntomas del exceso de esta vitamina son la falta de apetito, náuseas, vómitos, aumento de la frecuencia urinaria, debilidad, hipertensión arterial, sed, comezón en la piel y nerviosismo. Sin embargo, el exceso de vitamina D sólo ocurre debido al uso exagerado de suplementos de esta vitamina.

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