La falta de vitamina D es un problema común que inicialmente no presenta ningún síntoma, sin embargo, con el tiempo puede causar cansancio, dolor de huesos y calambres en adultos, pudiendo ser causada por algunos factores, como la obesidad, la falta de exposición al sol, la baja ingesta de fuentes alimenticias y/o la baja absorción de esta vitamina, por ejemplo.
Los síntomas de la falta de vitamina D son:
- Retraso en el crecimiento en los niños;
- Arqueamiento de las piernas en los niños;
- Agrandamiento de los huesos de la pierna y los brazos;
- Retraso en el nacimiento de los dientes e surgimiento de caries de forma precoz en los bebés;
- Osteomalacia u osteoporosis en los adultos;
- Debilidad en los huesos, aumentando el riesgo de sufrir una fractura;
- Dolor muscular;
- Dolor en los huesos;
- Calambres;
- Fatiga y malestar general.
Además, los adultos con deficiencia de vitamina D también pueden experimentar pérdida de cabello y cambios de humor, como depresión. Asimismo, su deficiencia también podría estar relacionada con el vértigo postural paroxístico benigno y podría ocasionar mareos.

Principales causas
Las causas de la falta de vitamina D son:
- Baja ingestión de alimentos fuente en estas vitaminas;
- Dificultad en la absorción de esta vitamina;
- Poca exposición solar;
- Enfermedades renales o del hígado;
- Cirugías para perder peso;
- Obesidad;
- Enfermedad celíaca;
- Enfermedad de Crohn;
- Fibrosis quística;
- Síndrome de intestino corto.
El uso de algunos medicamentos, como laxantes, prednisona, fenobarbital, fenitoína, rifampicina y orlistat, también puede provocar una falta de vitamina D en el organismo.
Cómo se diagnostica la falta de vitamina D
El diagnóstico de la falta de vitamina D lo realiza un médico, a través de la evaluación de los antecedentes de salud y la evaluación de los signos y síntomas que presenta la persona.
Para confirmar la falta de vitamina D, el médico suele ordenar un análisis de sangre llamado 25-hidroxivitamina D, que está indicado principalmente para aquellas personas que tienen mayor riesgo de padecer la deficiencia de esta vitamina, como las personas mayores, con poca exposición a la luz solar, obesidad o celiaquía, por ejemplo.
Los valores normales de 25-hidroxivitamina D son:
- Valores adecuados: por encima de 20 ng/ml;
- Deficiencia leve: por debajo de 20 ng/mL;
- Deficiencia moderada: inferior a 10 ng/mL;
- Deficiencia grave: por debajo de 5 ng/mL.
Para las personas con mayor riesgo de deficiencia de vitamina D, los niveles recomendados de 25-hidroxivitamina D están entre 30 y 60 ng/mL. Conozca más sobre examen de 25-hidroxivitamina D.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la falta de vitamina D lo realiza un médico y/o nutricionista, quien puede recomendar la exposición al sol y una mayor ingesta de alimentos fuentes de esta vitamina. Ya en deficiencia moderada a severa, también se recomienda el uso de suplementos.
1. Alimentación
La vitamina D se puede obtener consumiendo alimentos como el salmón, las ostras, la leche, los huevos y las sardinas. Conozca cuáles son los alimentos con vitamina D.
Vea cuáles son los alimentos ricos en vitamina D en el video a continuación:
2. Suplementación
El médico o el nutricionista podrá recomendar la ingesta de vitamina D2 y D3 en cápsulas o en gotas, donde la cantidad varía según el grado de deficiencia de esta vitamina y el estado general de salud de la persona.
Para niños de hasta 1 año, el médico puede recomendar 2.000 UI de vitamina D durante 3 meses y, después de este período, indicar el uso de 400 UI por día. En cuanto a los adultos de hasta 70 años, el médico puede prescribir el uso de 6000 UI por día, o 50.000 UI por semana, hasta por 2 meses y, después de eso, indicar el uso de 600 UI por día, por ejemplo. Conozca las dosis recomendadas de vitamina D para cada edad.
Principales consecuencias
La falta de vitamina D aumenta las posibilidades de padecer enfermedades graves que afecten los huesos como raquitismo en los niños y osteomalacia en los adultos. Sin embargo, también puede aumentar el riesgo de desarrollar otras enfermedades como:
- Niveles bajos de calcio en la sangre, conocidos como hipocalemia;
- Bajos niveles de fosfato en la sangre, llamado hipofosfatemia;
- Osteopenia;
- Osteoporosis.
La exposición adecuada al sol es importante para prevenir las deficiencias de vitamina D, porque solo alrededor del 20% de los requerimientos diarios de esta vitamina se satisfacen a través de la dieta.
Por este motivo, se recomienda que las personas de piel más clara se expongan al sol 2 a 3 veces por semana, entre 5 a 15 minutos. En el caso de personas con pieles más oscura, la recomendación es de 30 minutos a 1 hora.