Orina con olor a pescado: por qué ocurre y cómo es el tratamiento

La orina con olor a pescado se denomina trimetilaminuria y es un síndrome poco común que se caracteriza por un fuerte olor a pescado tanto en la orina como en otras secreciones corporales, como el sudor, la saliva y las secreciones vaginales.

Debido al fuerte olor, las personas que poseen el síndrome tienden a bañarse con más frecuencia, cambiarse la ropa íntima varias veces al día o usar perfumes muy fuertes, que no siempre ayudan a mejorar el olor, causando malestar y vergüenza.

Es importante que al identificar este olor se acuda a un médico general o pediatra para que realice una evaluación e indique el tratamiento más adecuado, el cual suele incluir cambios en la dieta para evitar los alimentos que originan la trimetilamina, como los pescados y la yema de huevo, por ejemplo.

Hombre con frasco de orina en las manos

Por qué ocurre la orina con olor a pescado

La orina con olor a pescado ocurre principalmente por un cambio genético, el cual provoca deficiencia de un compuesto en el organismo responsable de degradar la trimetilamina, haciendo con que esta sustancia se acumule en el organismo y se exhale por el cuerpo por ser una sustancia que se evapora.

Además, la trimetilamina es un compuesto que se encuentra principalmente en pescados, mariscos, hígado y yema de huevo, por lo que el consumo de estos alimentos puede empeorar la condición, así como el estrés, el sudor o tener el período.

Asimismo, esta situación también podría ser causada como efecto secundario por la ingesta de medicamentos que provocan la acumulación de trimetilamina, algunos de ellos son el tamoxifeno, ketoconazol, sulindac, benzidamina y rosuvastatina, por ejemplo. 

Principales síntomas

El único síntoma relacionado con este síndrome es el olor a pescado podrido que se exhala del cuerpo, principalmente a través de las secreciones corporales como sudor, aliento, orina, aire espirado y secreciones vaginales, por ejemplo.

Estos síntomas pueden surgir inclusive en la infancia, cuando el niño deja de ser amamantado y pasa a una alimentación normal, pudiéndose agravar durante la adolescencia, principalmente durante la menstruación. Además, también puede empeorar con el uso de anticonceptivos. 

Generalmente, quien posee este síndrome suele tomar varios baños a lo largo del día, cambiarse constantemente la ropa e incluso evitar convivir con otras personas. Esto ocurre por la vergüenza que se produce cuando se percibe y se comenta el olor, por ejemplo, lo que también puede favorecer al desarrollo de problemas psicológicos, como ansiedad y depresión.

Cómo confirmar el diagnóstico

Para diagnosticar si la orina con olor a pescado se trata de trimetilaminuria, el médico indica la realización de diversos análisis, que pueden incluir un examen de sangre, raspado de la mucosa bucal o examen de orina, con el fin de verificar la concentración de la trimetilamina y descartar que sean otras condiciones como infección urinaria o una vaginosis bacteriana, por ejemplo.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para la orina con olor a pescado es indicado por el médico para controlar y reducir el mal olor, que incluye:

  1. Reducción del consumo de alimentos que favorecen la producción de trimetilamina, estos son los ricos en colina, un nutriente que puede conseguirse principalmente en los pescados, mariscos, carnes, hígado, guisantes, soja, frutos secos, yema de huevo, repollo, coliflor, coles de Bruselas y brócoli. Vea la cantidad de colina en los alimentos;
  2. Uso de antibióticos recetados por el médico para controlar la flora intestinal, uno de los responsables del olor a pescado, en caso lo considere necesario.
  3. Usar jabones con pH 5.5 y 6.5, como jabón de leche de cabra;
  4. Uso de cremas para la piel con pH alrededor de 5.0;
  5. Cambiar y lavar frecuentemente la ropa;
  6. Ingerir comprimidos de carbón vegetal activado, según las recomendaciones médicas. 

Sin embargo, es importante recordar que las mujeres embarazadas o que desean estarlo, así como la que están amamantando no deben restringir los alimentos ricos en colina de la dieta sin orientación médica, pues son importantes para el desarrollo del sistema nervioso del bebé.