Tomografía de tórax: qué es, para qué sirve y cómo se realiza

Actualizado en febrero 2024

La tomografía de tórax, o TC de tórax, es un examen de imágenes realizado para evaluar los pulmones, los vasos sanguíneos y los huesos de la región, ayudando en el diagnóstico de enfermedades como la COVID-19, la neumonía, fracturas, nódulos y tumores.

Este examen es simple, rápido y no causa dolor, y se puede realizar con o sin contraste, según la orientación del médico y el objetivo del examen. Es importante que la persona permanezca quieta durante el examen y realice los movimientos respiratorios según las indicaciones del técnico responsable del examen para garantizar las mejores imágenes. Consulte más sobre la tomografía computarizada.

La TC de tórax se considera segura; sin embargo, como implica la emisión de rayos X, no debe realizarse en mujeres embarazadas o con sospecha de embarazo, siendo importante discutir con el médico alternativas para este examen.

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Para qué sirve

La tomografía de tórax se utiliza para ayudar en el diagnóstico y seguimiento del desarrollo de enfermedades como:

  • COVID-19;
  • Alteraciones óseas, incluyendo fracturas;
  • Alteraciones vasculares;
  • Neumonía;
  • Tuberculosis;
  • Bronquiectasia;
  • Tumores;
  • Derrames;
  • Presencia de nódulos;
  • Alteraciones congénitas.

Además, la TC de tórax puede realizarse para identificar hematomas en el tórax y antes y después de cirugías.

Este examen suele ser indicado cuando el resultado de la radiografía de tórax fue inconcluso y/o cuando la persona presenta signos y síntomas de alteraciones, como tos sin causa aparente, dificultad para respirar, dolor en el pecho y fiebre, por ejemplo.

Preparación para la tomografia de tórax

La preparación para la tomografía de tórax depende de si el examen se realizará con o sin contraste. En el caso de que no se utilice contraste, no es necesario realizar ningún tipo de preparación, simplemente se recomienda llegar a la hora programada para el examen.

Si se realiza la tomografía con contraste, se indica que se realice un ayuno de 6 a 8 horas, según la orientación del médico, para garantizar una mejor absorción del contraste en el organismo y, así, obtener imágenes más nítidas. En este caso, también es importante informar sobre el uso de medicamentos, ya que podría recomendarse su suspensión aproximadamente 48 horas antes del examen.

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También es importante que, antes del examen, se retiren todos los objetos de metal para evitar interferencias en los resultados, y se informe si se tiene algún dispositivo implantado, como un marcapasos, por ejemplo.

Cómo se realiza

La tomografía de tórax es un examen sencillo, rápido y que no causa dolor ni molestias. Para realizar el examen, la persona debe acostarse en una camilla boca arriba con las manos posicionadas sobre la cabeza. Luego, la camilla se coloca en el tomógrafo, que es el equipo encargado de captar las imágenes.

Para obtener todas las imágenes, la camilla puede moverse dentro y fuera del tomógrafo, al mismo tiempo que el equipo se mueve para captar las imágenes mediante la emisión de rayos X. En el caso de realizar la tomografía con contraste, antes de comenzar la captura de imágenes, se administra el contraste directamente en la vena, que está compuesto por yodo.

Durante el examen, se recomienda que la persona permanezca quieta para evitar interferencias en la captura de la imagen y que respire normalmente. Sin embargo, en algunos momentos, el técnico a cargo del examen puede solicitar que la persona realice una respiración más profunda y/o contenga la respiración.

Contraindicaciones

Como es un examen que implica la emisión de rayos X y, en algunos casos, contraste, no se recomienda la tomografía de tórax para mujeres embarazadas o con sospecha de embarazo. Además, la TC de tórax no debe realizarse en personas que sean alérgicas al contraste, siendo importante discutir con el médico otras opciones de exámenes.