Tiroiditis: Qué es, principales tipos, síntomas y tratamiento

Actualizado en mayo 2020

La tiroiditis es la inflamación de la tiroides, que puede ocurrir por diversas causas, como alteraciones en el sistema inmune, infecciones o uso de ciertos medicamentos, por ejemplo, pudiendo presentarse de forma aguda, en que la evolución ocurre con más rapidez, o de forma crónica, en que la inflamación se produce de forma gradual.

A medida que sucede esta inflamación de la tiroides pueden surgir signos y síntomas como dolor en la zona del cuello, dificultad para deglutir, fiebre y escalofríos, además de que también puede provocar consecuencias como hipotiroidismo o hipertiroidismo.  

Es importante que la tiroiditis sea diagnosticada y tratada cuando surgen los primeros signos y síntomas, ya que en algunos casos hay una gran posibilidad de recuperación. El tratamiento para la tiroides es prescrito por el endocrinólogo y varía de acuerdo a la causa y, por consecuencia al tipo de tiroiditis. 

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De acuerdo a la causa de la inflamación de la tiroides, esta puede clasificarse en algunos tipos, siendo los principales:

1. Tiroiditis de Hashimoto 

La tiroiditis de Hashimoto es el tipo más común de tiroiditis crónica, la cual es más frecuente en mujeres con edades entre los 30 y 50 años, pudiendo, de igual forma, surgir en cualquier fase de la vida. Esta enfermedad es autoinmune, es decir, el cuerpo produce anticuerpos que atacan las células de la tiroides, provocando inflamación, alteración en su función y disminución de la síntesis de hormonas tiroideas.

Síntomas: el principal síntoma es el aumento de la tiroides, también conocido como bocio, el cual comúnmente es indoloro. También pueden haber síntomas de hipotiroidismo, como cansancio, somnolencia, piel seca y falta de concentración, por ejemplo; no obstante, también puede alternarse con períodos de hipertiroidismo, presentando síntomas como palpitaciones, insomnio y pérdida de peso;

Tratamiento: generalmente, es realizado mediante la reposición de las hormonas tiroideas por medio del tratamiento con Levotiroxina; sin embargo, su indicación depende de los valores de la función de esta glándula, reflejada en los exámenes de sangre de TSH y T4 libre. 

Para saber más sobre cómo identificar y tratar la Tiroiditis de Hashimoto

2. Tiroiditis de Quervain 

La tiroiditis de Quervain puede ser provocada por infecciones virales, como el de las paperas, influenza, adenovirus, ecovirus o Coxsackie, por ejemplo; siendo más común en mujeres de 30 a 50 años de edad. Esta enfermedad provoca una intensa inflamación en la tiroides y la destrucción de sus células. 

Síntomas: dolor en la región de la tiroides, el cual puede irradiarse hacia el maxilar u orejas. La glándula puede estar un poco aumentada de tamaño, provocando dolor de garganta y dificultad para deglutir. También pueden haber síntomas de infección de las vías respiratorias, como tos y secreciones.

Tratamiento: es realizado con medicamentos para aliviar los síntomas, principalmente con antiinflamatorios, como Naproxeno, por ejemplo. En caso de síntomas intensos o persistentes, el endocrinólogo puede indicar el uso de corticoides como la Prednisona. 

Para confirmar este tipo de tiroiditis, el médico podrá solicitar exámenes como VHS, el cual identifica la presencia de inflamación, además del examen de captación del yodo radiactivo, que evalúa la función de la tiroides. Si aún existen dudas, el médico podrá realizar una punción de la tiroides, el cual podrá descartar otras causas, como un quiste o un cáncer, por ejemplo. 

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3. Tiroiditis Linfocítica 

La tiroiditis linfocítica, también conocida como silenciosa o indolora, es provocada debido a la autoinmunidad, en la cual los anticuerpos producidos en el organismo atacan la tiroides, siendo más común en mujeres de 30 a 60 años de edad. 

Síntomas: no provoca dolor o sensibilidad en la tiroides, sin embargo, provoca la liberación de hormonas tiroideas en el torrente sanguíneo, lo que puede generar un período con síntomas de hipertiroidismo, el cual normalmente se recupera en un plazo que dura alrededor de algunas semanas o meses. En algunos casos, puede haber también un breve período de hipotiroidismo;

Tratamiento: no tiene un tratamiento específico, indicándose el control de los síntomas de hipertiroidismo. En algunos casos puede ser necesario el uso de medicamentos como Propanolol para controlar los latidos cardíacos en el hipertiroidismo o la reposición de hormonas en la fase de hipotiroidismo, por ejemplo. 

4. Tiroiditis de Riedel

La tiroiditis de Riedel, también conocida como tiroiditis fibrosa, Es otra causa de la tiroiditis crónica, sin embargo, es menos común y provoca lesiones y fibrosis en la tiroides de forma lenta y gradual, lo que puede provocar hipotiroidismo. 

Síntomas: provoca aumento de tamaño de la tiroides de forma indolora, que puede generar sensación de peso en el cuello, dificultad para tragar, ronquera, sensación de sofocamiento y falta de aire;

Tratamiento: es realizado con medicamentos para reducir la actividad inflamatoria, siendo los de elección los corticoides, como Tamoxifeno o Metotrexato, por ejemplo. También puede ser indicada la reposición de hormonas tiroideas cuando la función de la tiroides esté perjudicada, y cirugía, si los síntomas por compresión de las vías aéreas fueran intensos.

5. Otras tiroiditis

Otras causas menos comunes de la tiroiditis incluyen las ocasionadas por intoxicación a ciertos medicamentos como los usados para realizar quimioterapia o la Amiodarona, por ejemplo. Por otra parte, la tiroiditis actínica es provocada por tratamientos con radiación en la región del cuello, la cual puede provocar inflamación o inhibición de la función de las células de la tiroides. 

También existe la tiroiditis provocada por infecciones bacterianas, como estafilococos o estreptococos, u hongos, como Aspergillus o Cándida, por ejemplo; o incluso por algunos parásitos y micobacterias.