Espermatobioscopía: qué es, cómo se realiza y para qué sirve

Actualizado en septiembre 2021

La espermatobioscopía, también conocida como seminograma o espermiograma, es un examen que tiene como objetivo evaluar la cantidad y la calidad de los espermatozoides del hombre, siendo solicitado principalmente cuando se está investigando cuál es la causa de infertilidad en la pareja. Este examen también puede ser solicitado por el médico después de una vasectomía, permitiendo evaluar la efectividad del procedimiento.

Esta prueba es simple y se realiza a partir del análisis de una muestra de semen, la cual debe ser recolectada por el hombre en el laboratorio después de la masturbación. Para que el resultado de la prueba no salga alterado, se recomienda que el hombre no tenga relaciones sexuales 2 a 5 días antes del examen y, en algunos casos, se puede recomendar que la recolección se realice en ayuno.

Imagem ilustrativa número 1

Cómo se realiza

Para realizar el examen, se requiere una muestra de semen que se debe obtenerse, de preferencia, en el propio laboratorio a través de la masturbación y, en algunos casos, se puede recomendar el ayuno, cuyo tiempo debe ser determinado por el médico. El material eyaculado se deposita en un recipiente específico provisto por el laboratorio el cual será posteriormente analizado.

Es importante que el hombre no tenga relaciones sexuales ni ninguna otra acción que cause eyaculación de 2 a 5 días antes de someterse a la prueba, ya que puede influir en la cantidad total de esperma presente en el semen. Además, la masturbación para la recolección no debe realizarse con la ayuda de lubricantes, ya que pueden interferir con el resultado de la prueba.

Normalmente, los laboratorios no aceptan espermatozoides que no se hayan recolectado en la clínica en sí y no se recomienda recolectar espermatozoides después de la extracción o a través de un condón, ya que también puede interferir con el resultado de la prueba.

Cómo se analiza la muestra

El análisis del semen se realiza en dos etapas, la primera en un análisis macroscópico y la segunda en uno microscópico. Ambas etapas son esenciales para la evaluación de la calidad y cantidad de los espermatozoides capaces de fecundar a un óvulo, indicando, de esta forma, la capacidad reproductiva del hombre.

El análisis macroscópico, es decir, a simple vista, toma en consideración la evaluación de los criterios como viscosidad, color, pH, volumen y tiempo que tarda el semen en hacerse líquido por completo, llamado licuefacción. El análisis microscópico tiene como objetivo el análisis de los criterios que pueden observarse por medio de un microscopio, como concentración de espermatozoides por mililitro y volumen total eyaculado, motilidad, vitalidad y morfología.

A parir de los análisis de laboratorio, se realiza un reporte con los parámetros relacionados al examen conforme a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Conozca más sobre los resultados del seminograma.

Para qué sirve

La espermatobioscopía es solicitada por un urólogo o médico especialista en fertilidad cuando una pareja tiene dificultades para embarazarse, por lo que el hombre es evaluado a través de su capacidad para producir espermatozoides en cantidad suficiente y viable. Además de esto, también puede ser solicitada cuando el hombre presenta algún signo genético, físico o inmunológico que pueda obstaculizar su fertilidad.

Por ello, el seminograma se realiza para evaluar el funcionamiento de los testículos y la integridad del epidídimo, analizando de esta forma la calidad y cantidad de espermatozoides producidos.

Exámenes complementarios

Dependiendo del resultado de la espermatobioscopía y la condición clínica del hombre, el urólogo puede solicitar la realización de exámenes complementarios, como:

  • Magnificación del espermiograma, que permite un análisis más minucioso de la morfología de los espermatozoides;
  • Fragmentación del ADN espermático, que verifica la cantidad de DNA que liberan los espermatozoides y permanece en el líquido seminal, y de acuerdo a esta concentración pueden indicar infertilidad;
  • FISH, es un examen molecular que se realiza con el objetivo de evaluar la cantidad de espermatozoides defectuosos;
  • Prueba de carga viral, normalmente se solicita a hombres que tienen enfermedades por virus, como VIH, por ejemplo.

Además de estas pruebas complementarias, otra opción es la congelación de semen en caso de que el hombre esté bajo tratamiento quimioterapéutico.