Las sales de Epsom, conocidas también como sulfato de magnesio, es un mineral que tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y relajantes, pudiendo utilizarse a la hora del baño, tomarlo o diluirlo en agua para diversos objetivos.
El principal uso de las sales de Epsom es promover el relajamiento, ya que este mineral ayuda a regular los niveles de magnesio en el cuerpo, lo cual puede favorecer la producción de serotonina, que es un neurotransmisor relacionado con la sensación de bienestar y relajación. Además, al regular los niveles de magnesio en el organismo es posible también prevenir el desarrollo de enfermedades cardíacas, ACV, osteoporosis, artritis y fatiga crónica, por ejemplo
Las sales de Epsom pueden adquirirse en droguerías, farmacias o en tiendas de productos naturales.

Para qué sirve
La sales de Epsom tienen acción analgésica, relajante, calmante, antiinflamatoria y antioxidante, pudiendo indicarse para diversas situaciones, como por ejemplo:
- Reducir inflamación;
- Favorecer el correcto funcionamiento muscular;
- Estimular la respuesta nerviosa;
- Eliminar toxinas;
- Aumentar la capacidad de absorción de nutrientes;
- Promover la relajación;
- Auxiliar en el tratamiento de problemas de piel;
- Ayudar a aliviar dolores musculares.
Además, las sales de Epsom también pueden ayudar a combatir los síntomas y signos de la gripe, sin embargo, es importante que el tratamiento indicado por el médico también sea realizado.
Qué función ejerce el magnesio en el organismo
Se sabe que el magnesio es un mineral que ejerce diversas funciones en el organismo como intervenir a nivel muscular, estimular la respuesta nerviosa, mantener la salud del corazón, proteger los vasos sanguíneos, aumentar la capacidad de absorción de nutrientes y cuidar la salud de los huesos.
Además de esto, el magnesio también podría ayudar a calmar y a relajar el cuerpo, ayudando a disminuir el estrés y mejorar el insomnio, pues regula la melatonina, una hormona implicada en el ciclo del sueño. También podría ayudar a disminuir la migraña, debido a que el magnesio interfiere con las funciones de la serotonina, la cual se cree que pueda estar involucrada en la causa de este problema.
Por estas funcionalidades del magnesio, es que se le atribuye as propiedades a las sales de Epsom, pero como se mencionó al inicio, existen muy pocas evidencias científicas al respecto.
Cómo usar las sales de Epsom
Las sales de Epsom son utilizadas principalmente en baños de inmersión, para ello se debe agregar 2 tazas en la bañera o según las indicaciones del rótulo y mantenerse en el agua durante unos 15 minutos como mínimo.
Otra manera de usar la sal de Epsom es como exfoliante casero, debiendo agregar 2 cucharaditas de la sal a una crema hidratante para el rostro. Debiendo untarla en el rostro, masajear la piel y luego lavar con abundante agua.
Para efecto laxante, lo ideal es consultar al médico tratante antes de utilizarla con esta finalidad, el cual indicará cuál es la cantidad adecuada.
Posibles efectos secundarios
El uso de las sales de Epsom suele ser seguro, sin embargo, se han reportado algunos efectos cuando es ingerida con agua, ya que puede tener efecto laxante causando diarrea, hinchazón y/o malestar estomacal.
En caso de ingerir en exceso, puede haber náuseas, vómitos, dolor de cabeza y enrojecimiento de la piel, siendo importante consumir las cantidades recomendadas.