Los movimientos en el vientre bajo, tanto en hombres como en mujeres, pueden ser causados por exceso de gases, espasmos musculares, síndrome de intestino irritable o la presencia de una hernia abdominal.
En el caso de las mujeres, existen otras posibles causas, ya que los movimientos pueden estar relacionados con el ciclo menstrual o asociados con afecciones como miomas uterinos, endometriosis o el embarazo.
Es importante acudir al médico general si los movimientos en el vientre bajo se acompañan de otros síntomas, como dolor intenso, exceso de gases, fiebre, cambios drásticos en los hábitos intestinales o un flujo menstrual muy abundante. En estos casos, podría haber un problema de salud asociado, siendo necesario una evaluación para diagnosticar el problema y determinar el tratamiento más adecuado.
11 causas de movimientos en el vientre bajo
Algunas causas comunes de movimientos en el vientre bajo son:
1. Exceso de gases
El tránsito intestinal normal pueden generar sensaciones de burbujeo o movimiento en la zona baja del abdomen, así como la acumulación de gases en exceso.
Esta acumulación de gases puede deberse a un exceso de fermentación por parte de las bacterias intestinales, estreñimiento o un tránsito intestinal lento, por ejemplo.
Qué hacer: si la sensación de movimiento en el vientre bajo no está acompañada de dolor intenso, fiebre o alteraciones en las evacuaciones, se pueden tomar algunas medidas para evitar la acumulación de gases. Entre ellas, masticar bien los alimentos y evitar aquellos que favorecen la producción de gases, como el brócoli, la cebolla y el ajo.
Además, se recomienda realizar actividad física o caminar, ya que el movimiento ayuda a liberar los gases atrapados con mayor facilidad. También puede ser útil un masaje suave en el vientre, siguiendo el trayecto del colon en el sentido de las agujas del reloj, para facilitar la eliminación de los gases.
Lea también: Exceso de gases: 11 causas y qué hacer tuasaude.com/es/gases-intestinales2. Espasmos musculares
Los espasmos musculares en el vientre bajo son contracciones involuntarias y repentinas de los músculos abdominales que pueden generar una sensación de movimiento interno. Estas contracciones pueden causar dolor, malestar o rigidez en el abdomen.
Estos espasmos pueden originarse por la práctica de actividad física, especialmente ejercicios abdominales o levantamiento de peso; la falta de minerales como magnesio, calcio y potasio; el estrés, la ansiedad, la deshidratación e incluso una mala postura.
Qué hacer: es importante mantenerse hidratado y realizar estiramientos ligeros de la zona abdominal, ya que esto puede ayudar a reducir la tensión en los músculos.
También se debe mantener una postura correcta, evitar el ejercicio extenuante y, en su lugar, tomar un descanso para permitir que los músculos se recuperen.
Además, hacer respiraciones lentas y profundas ayuda a relajar los músculos abdominales, y practicar técnicas de relajación es útil en caso de padecer estrés o ansiedad.
3. Hernia abdominal
Una hernia abdominal ocurre cuando una porción de intestino o tejido graso sobresale a través de una debilidad en la pared abdominal. Esta condición puede generar sensaciones de movimiento o incomodidad en el bajo vientre, especialmente si se realiza un esfuerzo como toser o levantar objetos.
El movimiento del tejido herniado o el desplazamiento de los órganos en el área afectada puede causar estas sensaciones, junto con la irritación de los nervios abdominales cercanos. La hernia también puede generar presión interna, lo que aumenta la sensación de que algo se mueve en la zona.
Qué hacer: es importante consultar a un médico si se sospecha de una hernia abdominal, especialmente si se siente dolor, presión o molestias recurrentes.
El tratamiento, que podría incluir cirugía, es necesario para evitar complicaciones graves como el estrangulamiento de la hernia. Además, se recomienda evitar esfuerzos físicos intensos que aumenten la presión abdominal hasta recibir atención médica adecuada.
4. Síndrome de intestino irritable
El síndrome del intestino irritable (SII) puede causar sensaciones de movimiento en el bajo vientre debido a la alteración en los movimientos intestinales.
Los cólicos, la acumulación de gases y los ruidos intestinales aumentados son manifestaciones comunes. Además, la urgencia para evacuar puede acompañarse de sensaciones de presión y movimiento.
Qué hacer: se recomienda acudir a un gastroenterólogo para que realice una evaluación y diagnostique el problema. En el caso del SII, el tratamiento puede incluir cambios en la alimentación, el uso de medicamentos, como analgésicos, laxantes y antidepresivos, y psicoterapia, por ejemplo.
5. Problemas neuromusculares
Los problemas neuromusculares pueden manifestarse en el bajo vientre a través de fasciculaciones, espasmos o distonía de los músculos abdominales.
Asimismo, otras enfermedades como la la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o la esclerosis múltiple (EM) también pueden alterar la función nerviosa que controla estos músculos, causando movimientos involuntarios.
Qué hacer: ante movimientos inusuales, es importante consultar a un médico para descartar otras causas y obtener un diagnóstico preciso. El profesional realizará exámenes y pruebas para determinar si el origen es neuromuscular o digestivo, y así establecer un plan de tratamiento adecuado.
6. Disfunción de la vejiga
Problemas como la vejiga hiperactiva o la retención de orina pueden causar sensaciones o movimientos en la parte inferior del abdomen debido a una disfunción muscular o nerviosa que controla la función de la vejiga.
Lea también: Vejiga hiperactiva: qué es, síntomas y tratamiento tuasaude.com/es/vejiga-hiperactivaQué hacer: es importante acudir a un urólogo de manera que evalúe la vejiga e indique exámenes de diagnóstico que permitan identificar el problema e indicar el tratamiento más adecuado
Movimientos en el vientre bajo en mujeres
Algunas causas de movimientos en el vientre bajo que no están relacionadas con el embarazo o el ciclo menstrual son:
7. Miomas uterinos
Los miomas, o fibromas, son tumores benignos que se producen en el tejido muscular que forma el útero. Su localización en el útero puede variar, así como su tamaño. La presencia de estos miomas son la causa más común de las alteraciones en los patrones de contracción uterina.
Por lo general, no suelen causar signos o síntomas, sin embargo, cuando el mioma es grande o cuando se encuentran varios miomas en el útero puede ocasionar, además de los movimientos en el vientre bajo, cólicos abdominales, dolor de vientre intenso, aumento del período menstrual y dolor durante las relaciones sexuales.
Qué hacer: es importante acudir al médico para que realice una evaluación e indique el tratamiento más adecuado, el cual puede incluir el uso de medicamentos antiinflamatorios, medicamentos hormonales, suplementación con hierro o la realización de una cirugía para extirpar los miomas uterinos.
8. Adenomiosis
La adenomiosis es un problema de salud de la mujer que generalmente tiene como síntomas dolor intenso y flujo menstrual abundante, pudiendo causar infertilidad y abortos. Los movimientos del útero más fuertes, frecuentes y fuera del patrón normal y la inflamación son los principales factores responsables de estas manifestaciones.
En la adenomiosis, la producción de una hormona (prolactina) y el tamaño del útero pueden estar aumentados. Algunas mujeres que tienen la enfermedad también tienen endometriosis.
Qué hacer: el tratamiento de la adenomiosis debe ser indicado por el ginecólogo, el cual puede incluir el uso de medicamentos antiinflamatorios y hormonas, así como la realización de una cirugía para extirpar el útero.
9. Endometriosis
La endometriosis es una enfermedad causada cuando las células de la capa interna del útero están presentes fuera del útero, ocasionando síntomas como dolor de vientre muy intenso antes o durante la menstruación, dolor durante el contacto íntimo, menstruación abundante y sangrado fuera del período menstrual.
Es más común que esta condición afecte los ovarios o las trompas uterinas, pero también puede ocurrir dentro o en la superficie de la vejiga o intestinos.
Cómo tratar: el tratamiento de la endometriosis puede incluir el uso de antiinflamatorios, pastillas anticonceptivas, el uso de un DIU, medicamentos antihormonales o, en los casos más graves, la realización de una cirugía para retirar los focos de tejido endometrial, debiendo ser indicado por el ginecólogo.
10. Durante el ciclo menstrual
Durante el ciclo menstrual, el útero experimenta contracciones en diferentes fases. En la fase ovulatoria, estas contracciones ayudan a mover el útero para facilitar la entrada de los espermatozoides y suelen sentirse de manera más intensa en la región de la vulva y la vagina, especialmente durante el acto sexual.
A medida que avanza el ciclo y si no ocurre un embarazo, las contracciones disminuyen en intensidad para evitar interferir con la fijación del embrión.
Al final del ciclo, si no hay embarazo, el útero se contrae nuevamente para facilitar la salida de la menstruación, y es posible sentir estos movimientos. Además, el movimiento intestinal también juega un papel en este proceso.
11. Durante el embarazo
Durante el embarazo, los movimientos en el vientre bajo son comunes y pueden deberse a varias causas. Los más frecuentes son los movimientos del bebé, que comienzan a sentirse entre las 16 y 24 semanas y pueden percibirse como pequeños golpes o burbujas.
También es común experimentar contracciones de Braxton Hicks, que son contracciones uterinas irregulares e indoloras que ocurren a lo largo del embarazo, así como cambios en el útero y estiramiento de los ligamentos redondos, que pueden generar sensaciones de presión o tirantez en el vientre bajo.
Además, los gases y la digestión pueden causar una sensación de movimiento debido a la presión del útero sobre los intestinos.
Qué hacer: si bien estos movimientos son generalmente normales, es importante consultar al médico si se experimentan síntomas como dolor intenso, sangrado o falta de movimiento fetal, ya que podrían ser señales de complicaciones que requieren atención médica.