Piernas cansadas: 5 causas comunes y cómo tratar

Actualizado en febrero 2024

Las principales causas de sensación de cansancio en las piernas pueden ser disminución del flujo de sangre en las arterias, falta de ejercicio o la mala circulación venosa, también conocida como insuficiencia venosa crónica, generando sensación de pesadez en las piernas, hormigueo y calambres.

En caso de que la sensación de cansancio en la piernas se acompañe de otros síntomas, como dolor, debilidad o dificultad para caminar, se deben considerar otras enfermedades, como insuficiencia arterial o neuropatía diabética, por ejemplo. Conozca más sobre las causas del dolor en las piernas y cómo tratar.

Para confirmar la causa de este padecimiento es necesario consultar al médico, el cual realizará una evaluación física y podrá solicitar exámenes diagnósticos como un ultrasonido de los miembros inferiores.

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Principales causas

La sensación de cansancio en la piernas puede ser producido por:

1. Mala circulación venosa

También conocida como enfermedad venosa crónica, esta alteración produce molestos síntomas que afectan las piernas, como sensación de pesadez o cansancio, dolor, hormigueo, calambres e hinchazón.

Esta alteración es muy común y suele producir varices, que son pequeños vasos sanguíneos que pueden ser visibles en la piel o profundos. La mala circulación venosa suele ser tener un componente genético, sin embargo, algunos factores de riesgo pueden contribuir a su manifestación, como obesidad, permanecer mucho tiempo de pie, utilizar tacones o el sedentarismo, por ejemplo.

Cómo tratar: el tratamiento es orientado por el angiólogo o cirujano vascular, y consiste en la adopción de medidas que ayudan a aliviar los síntomas, como el uso de medias compresivas, analgésicos o medicamentos que facilitan el flujo sanguíneo, como Diosmina e Hesperidina. Sin embargo, el tratamiento definitivo es con cirugía. Conozca más sobre qué hacer en caso de tener mala circulación.

2. Disminución del flujo de sangre en las arterias

La enfermedad arterial periférica es el padecimiento circulatorio que afecta a las arterias por la mala circulación, siendo más grave y produciendo síntomas más intensos, ya que las arterias son las encargadas de transportar el oxígeno y nutrientes a los diferentes tejidos del cuerpo.

El síntoma más común es el dolor en las piernas que se percibe al caminar, el cual mejora con el descanso, sin embargo, otros síntomas que pueden haber son cansancio en las piernas, hormigueo, pies y piernas fríos y pálidos, disfunción eréctil y el surgimiento de heridas que no cicatrizan.

Cómo tratar: el angiólogo es el médico indicado para orientar los hábitos de vida saludables que deberá adoptar el paciente, como dejar de fumar, perder peso, realizar ejercicio y llevar un control adecuado de la diabetes y/o presión arterial, ya que estos son grandes factores de riesgo para esta enfermedad. Por ello, se suelen indicar medicamentos para el colesterol y para mejorar la circulación sanguínea, como AAS y Cilostazol. En casos graves, puede indicarse una cirugía.

3. Falta de ejercicio

La falta de ejercicio físico produce atrofia en los músculos, conocida como, sarcopenia, que dificulta la realización de esfuerzos físicos y produce fatiga muscular con mayor facilidad, con la presencia de síntomas como sensación de debilidad, cansancio, calambres y falta de aire.

Las personas que se ven principalmente afectadas por este padecimiento son las que se encuentran encamadas, aquellas que permanecen mucho tiempo sentadas o tienen enfermedades que dificultan las actividades, como enfermedades pulmonares, cardíacas o neurológicas.

Cómo tratar: para prevenir y tratar la debilidad muscular, se recomienda la práctica regular de actividades físicas, como caminar, hidrogimnasia o musculación, después del alta médica y orientadas por un preparador físico.

4. Diabetes

Cuando no se lleva un adecuado control de la diabetes por mucho tiempo, puede provocar daños a los nervios del cuerpo, conocido como neuropatía diabética. Esta alteración afecta principalmente a los pies, pero puede comprometer las piernas, además de otras partes del cuerpo.

Los principales síntomas incluyen dolor, sensación de ardor y quemazón, hormigueo, sensación de choques y piquetes, o pérdida de la sensibilidad en el miembro afectado,, lo que facilita el surgimiento de heridas que no cicatrizan, causando dificultad para caminar e incluso amputación.

Cómo tratar: el tratamiento es prescrito por el endocrinólogo, y se basa principalmente en el control adecuado de la glucemia por medio de medicamentos antidiabéticos o insulina. Existen varios medicamentos para aliviar los síntomas, como analgésicos, antidepresivos y antiepilépticos, por ejemplo, los cuales deben estar siempre prescritos por el médico.

5. Enfermedades musculares

Las enfermedades que afectan a los músculos se les conoce como miopatías, y pueden causar sensación de cansancio y debilidad en las piernas, además de dolor, hormigueo, calambres, rigidez, espasmos y dificultad para moverse.

Esta causa de cansancio en la piernas es más rara, siendo algunas de sus principales causas:

  • Enfermedades inflamatorias autoinmunes, como poliomiositis, dermatomiositis o miositis por corpúsculos de inclusión;
  • Lesión muscular producida por medicamentos, como Ciprofibrato, corticoides, Valproato o Etanercept, por ejemplo;
  • Intoxicación del músculo, por el consumo de sustancias como alcohol;
  • Inflamación de los músculos inducida por infecciones, como VIH, CMV o toxoplasmosis, por ejemplo;
  • Alteraciones hormonales, como hiper o hipotiroidismo;
  • Distrofias musculares, que son enfermedades hereditarias en las que hay una degeneración de la membrana que recubre el músculo u otras enfermedades genéticas.

Las alteraciones musculares también pueden producirse indirectamente por enfermedades metabólicas o neurológicas, como esclerosis lateral amniotrófica o miastenia gravis, por ejemplo.

Cómo tratar: el tratamiento es indicado por el médico dependiendo de la causa, el cual puede incluir el uso de medicamentos para regularizar el sistema inmune, antibióticos o ajustes en los medicamentos utilizados.