11 síntomas de mala circulación en pies y piernas (y tratamiento)

Actualizado en enero 2023

La mala circulación es una situación que se caracteriza por la dificultad que tiene la sangre para pasar por las venas y arterias, pudiendo identificarse por medio del surgimiento de algunos signos y síntomas, como pies fríos, hinchazón, dolor, sensación de hormigueo y piel más reseca, por ejemplo.

Algunas de las causas de la mala circulación en las piernas y pies, puede deberse a la condición hereditaria, el uso de algunas píldoras anticonceptivas, exceso de peso, envejecimiento o por el hecho de permanecer mucho tiempo de pie o con las piernas cruzadas.

Es importante identificar la causa de este problema, así como los síntomas que están presentes y la frecuencia con la que se manifiestan, ya que de esta forma es posible que el cardiólogo o médico general indique el tratamiento adecuado para ayudar a la mala circulación.

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Síntomas de mala circulación 

La principal forma de identificar la mala circulación en las piernas y en los pies es por medio de los síntomas, siendo los más característicos:

  1. Piel fría, seca o escamosa;
  2. Picazón en las piernas o en los pies. Conozca otras causas de comezón en las piernas;
  3. Manchas rojas en las piernas o en los pies;
  4. Presencias de pequeños vasos o varices;
  5. Tobillos y pies hinchados;
  6. Coloración pálida o azulada en las zonas de mala circulación;
  7. Calambres en las piernas;
  8. Sensación de hormigueo, pinchazos o adormecimiento en las piernas;
  9. Dolor o cansancio de las piernas al caminar;
  10. Ausencia de vellos en las piernas;
  11. Grietas en los talones.

Los síntomas normalmente empeoran al final del día, principalmente cuando la persona permaneció mucho tiempo de pie, pero también puede suceder con mayor intensidad durante el ciclo menstrual, en períodos de día con mucho calor o cuando se utiliza tacones o sandalias planas.

Principales causas

La mala circulación en las piernas y en los pies puede suceder como consecuencia de diversas situaciones, siendo las principales:

  • Herencia, es el factor predisponerte más importante, ya que la persona puede heredar genéticamente unas venas con problema de la estructura y por ese motivo desarrolla problemas circulatorios;
  • Embarazo, puesto que durante la gestación el organismo de la mujer produce más líquido para mantener la irrigación de la placenta, lo que dificulta el trabajo de las venas. Además, durante el embarazo hay producción de la hormona relaxina, que provoca la dilatación de las venas, dificultando el retorno de la sangre al corazón;
  • Aterosclerosis, ya que debido a la presencia de placas de grasa en el interior de las arterias, la sangre no puede circular de forma correcta, resultando en la manifestación de síntomas de mala circulación;
  • Exceso de peso y sedentarismo, una vez que la circulación sanguínea en el organismo puede verse comprometida y el retorno venoso se vuelve más difícil, pudiendo hacer que las piernas estén más hinchadas y cansadas;
  • Envejecimiento, debido a que también los vasos sanguíneos envejecen de forma natural, lo cual puede interferir en la circulación y llevar al surgimiento de síntomas de mala circulación;
  • Uso de anticonceptivos, debido a la cantidad de hormonas presentes en ellos, puede haber un mayor riesgo de formación de trombos en algunas mujeres, pudiendo interferir directamente en la circulación;
  • Permanecer mucho tiempo de pie, sentado o con las piernas cruzadas debido al trabajo o viajes largos, por ejemplo, ya que puede hacer más difícil el retorno de la sangre hacia el corazón;
  • Enfermedades crónicas, como hipertensión y diabetes, pueden tener también como consecuencia una mala circulación, principalmente cuando no son tratadas correctamente.

Es importante que la causa de la mala circulación sea identificada, pues de esta manera el médico puede indicar algunas formas de tratar y aliviar los síntomas para evitar que surjan complicaciones, como formación de úlceras o amputación del pie, por ejemplo. 

Cómo se realiza el tratamiento

Para combatir y evitar los síntomas de mala circulación en las piernas, es fundamental seguir las orientaciones del cardiólogo o médico general, que pueden ser el uso de medias de compresión o de medicamentos que actúen en las venas del sistema circulatorio, mejorando el tono venoso, la microcirculación y la resistencia de los vasos sanguíneos.

La adopción de medidas, como elevar las piernas al final del día, tomar un baño con agua tibia, hacer masajes en dirección de los tobillos hacia las ingles y utilizar calzado cómodo y prendas amplias con tejidos naturales, también ayuda a reducir el malestar causado por la mala circulación.

Además, la práctica regular de actividad física, la ingesta abundante de líquidos y una alimentación pobre en sal y rica en vitamina C y antioxidantes también puede ayudar a evitar y combatir los síntomas de mala circulación, así como algunos remedios caseros, como el jugo de naranja con perejil y jugo de piña con jengibre, por ejemplo. Conozca otras opciones de remedios caseros.

Es importante no fumar y ni beber alcohol y evitar poner las piernas cerca de fuentes de calor, como estufas radiadores, así como la exposición excesiva al sol, que afectan la circulación sanguínea.

En caso de que la mala circulación sea causada por enfermedades como diabetes, aterosclerosis o hipertensión, por ejemplo, el médico podrá indicar el uso de medicamentos, como la furosemida, que traten y alivien los síntomas relacionados con la enfermedad causante de la mala circulación. Conozca más sobre las diferentes opciones de tratamiento para la mala circulación.

Si está pensando en viajar, vea el siguiente video y conozca los consejos que puede seguir para prevenir que la mala circulación interfiera con su viaje:

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