Parto Inducido: qué es, cuándo es indicado y cómo se realiza

Actualizado en octubre 2022

El parto inducido es un procedimiento médico para estimular las contracciones uterinas o preparar al cuello del útero al final del embarazo. El parto inducido es indicado por el obstetra cuando el trabajo de parto no comienza de forma natural o cuando hay situaciones que pueden poner en riesgo la vida de la mujer o del bebé, como diabetes gestacional, preeclampsia o restricción del crecimiento fetal.

La inducción médica del parto normalmente se realiza a partir de las 37 semanas de gestación, pero existen métodos caseros que pueden facilitar el proceso del inicio del trabajo de parto al final de la gestación, como tener relaciones sexuales, en caso de que la mujer se sienta cómoda, o estimular los pezones, por ejemplo.

A pesar de que existen diversas indicaciones para la inducción del parto, todas deben ser evaluadas por el médico de forma minuciosa, ya que a veces es más seguro optar por una cesárea en lugar de intentar estimular el inicio del trabajo de parto. Vea cómo se realiza la cesárea y cuándo está indicada.

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Cuándo se indica la inducción del parto

La inducción del parto debe ser orientada por el obstetra y puede estar indicado en los siguientes casos:

  • Cuando el embarazo pasa de las 41 semanas sin inicio de contracciones de forma espontánea;
  • Ruptura de la bolsa del líquido amniótico sin inicio de las contracciones en 24 horas;
  • Infección en el útero, llamada corioamnioitis;
  • Diabetes gestacional;
  • Preclampsia, que es el agravamiento de la presión alta durante la gestación;
  • Presión alta antes del embarazo o que se desarrolló antes de las 20 semanas de gestación;
  • Hipertensión gestacional, que se desarrolla después de las 20 semanas del embarazo;
  • Problemas de salud como enfermedad renal, pulmonar u obesidad;
  • Incompatibilidad del factor Rh;
  • Trombofilias;
  • Restricción del crecimiento fetal, en el que el bebé para de crecer al ritmo esperado por tener un peso menor del esperado para la edad gestacional;
  • Disminución de la cantidad de líquido amniótico, a pesar de los intentos de hidratación.

Además, la inducción del parto también puede hacerse en algunos casos por factores de logística, como si el hospital está muy lejos del área de residencia o no tener a un acompañante en caso de que inicie el trabajo de parto de forma espontánea.

Cómo se realiza la inducción del parto en el hospital

La inducción del parto es realizado por el obstetra en el hospital, el cual puede utilizar una o más técnicas en conjunto, de acuerdo a la maduración del cuello uterino o de la fase del trabajo de parto.

Las principales técnicas de inducción del parto realizadas en el hospital son:

  • Uso de oxitocina intravenosa: es la hormona que estimula las contracciones del útero. Esta forma de inducción del parto es más eficaz para acelerar el trabajo de parto que ha comenzado;
  • Ruptura del saco amniótico: se realiza cuando el cuello del útero está parcialmente dilatado;
  • Colocación de una sonda o catéter especial en el cuello uterino: contiene un balón inflable rellenado con solución salina para estimular la maduración del cuello uterino;
  • Uso de prostaglandinas sintéticas: son colocadas dentro de la vagina para adelgazar o ablandar el cuello uterino. No pueden ser usadas en gestantes que tuvieron algún tipo de cirugía en el útero, incluyendo cesárea;
  • Desprendimiento de membranas: se realiza durante el tacto vaginal, cuando el cuello está mínimamente dilatado.

Estas cuatro formas son eficaces y sólo deben realizarse en el hospital, donde la mujer y el bebé pueden ser acompañados por un conjunto de médicos y equipos, los cuales pueden ser necesarios en caso de que haya necesidad de algún procedimiento de emergencia.

¿Cuánto tiempo tarda la inducción?

Después del inicio del proceso de inducción del parto, el tiempo para que el parto comience dependerá de la maduración del cuello uterino antes de la inducción, de la técnica utilizada por el médico y de cómo el cuerpo de la mujer va respondiendo a la técnica de inducción escogida por el obstetra.

¿El parto inducido es más doloroso?

Normalmente el parto inducido suele ser más doloroso que el parto que inicia de forma espontánea, especialmente cuando se usa oxitocina sintética, pero esto puede solucionarse con anestesia epidural.

Quien desea un parto natural, sin anestesia epidural puede controlar el dolor del parto por medio de una buena respiración y de las posiciones que puede adoptar durante el parto. Conozca cómo aliviar el dolor del trabajo de parto.

Qué hacer para iniciar el trabajo de parto naturalmente

Otras formas de facilitar el inicio del trabajo de parto de forma natural que pueden realizarse bajo orientación estricta del obstetra son:

  • Práctica de ejercicios como caminatas largas;
  • Estimulación de los pezones, ya que ayuda a promover la producción de oxitocina durante el orgasmo, favoreciendo las contracciones uterinas y el trabajo de parto;
  • Relaciones sexuales sin preservativo, para facilitar el adelgazamiento del cuello del útero;
  • Masturbación, ya que en la fase final del embarazo ayuda en la liberación de oxitocina, favoreciendo las contracciones y el trabajo de parto;
  • Activación de memorias afectivas, como imaginar un lugar que le guste mucho, una comida preferida o usar un perfume que traiga buenas memorias;
  • Sesiones de acupuntura.

El aumento de las relaciones sexuales en la fase final de la gestación también favorece las contracciones uterinas y el trabajo de parto y, por eso, las mujeres que desean un parto natural también pueden optar por esta opción.

Cuándo puede ser peligroso inducir el parto

La inducción del parto no está indicada en los siguientes casos:

  • Sufrimiento fetal;
  • Más de 2 cesáreas anteriores, debido a la presencia de cicatrices en el útero;
  • Embarazo de gemelos o más bebés;
  • Bebé se encuentra sentado o no giró la cabeza hacia abajo;
  • Pelvis materna no es suficientemente ancha para el paso del bebé;
  • Herpes genital activa en la mujer;
  • Placenta previa, completa o parcial. Conozca más sobre la placenta previa;
  • Vasa previa, que es la proximidad de los vasos sanguíneas del cordón umbilical al orificio interno del cuello uterino;
  • Latidos cardíacos del bebé disminuidos;
  • Bebé muy grande, pesando más de 4 kg.​​​​​​;
  • Serología positiva para VIH en la mujer.

Sin embargo, el médico es quien debe tomar la decisión de inducir el parto o no, tomando en consideración varios factores que evalúan el riesgo y beneficio de la inducción.

Posibles complicaciones

Algunas complicaciones pueden ocurrir durante la inducción del parto como falla en el proceso de inducción que puede requerir de una cesárea; aumento del riesgo de infecciones cuando se utiliza la técnica de ruptura de la bolsa amniótica o disminución de los latidos cardíacos del bebé debido al uso de medicamentos para inducir el parto, que pueden causar contracciones excesivas y como consecuencia, disminuir la cantidad de oxígeno para el bebé.

Aunque sea raro, la inducción del parto también puede causar ruptura uterina, que consiste en que el útero se rompa en la cicatriz de una cesárea anterior o de una cirugía uterina, pero también puede ocurrir en mujeres que nunca han tenido una cirugía anterior en el útero.