Ooforectomía: qué es, indicaciones y cómo se realiza

Actualizado en junio 2023

La ooforectomía es la cirugía para remover uno o ambos ovarios, siendo indicada principalmente cuando hay riesgo de desarrollar cáncer de ovario, o para el tratamiento de absceso en el ovario, endometriosis, quistes o torsión ovárico.

Esta cirugía se realiza bajo anestesia, normalmente por videolaparoscopia, lo que permite una recuperación más rápida y disminuye el riesgo de sangrado después del procedimiento, sin embargo, en algunos casos puede hacerse a través de una cirugía convencional, con un corte en el abdomen, llamada laparotomía.

La ooforectomía es realizada por el ginecólogo, siempre que haya indicación médica, ya sea en clínicas u hospitales públicos o particulares.

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Principales indicaciones

La ooforectomía está indicada para el tratamiento de:

  • Cáncer de ovario;
  • Absceso ovárico;
  • Endometriosis en el ovario o endometrioma;
  • Quistes o tumores benignos ováricos;
  • Teratoma en el ovario;
  • Torsión ovárica;
  • Necrosis en el ovario;
  • Criopreservación de tejido ovárico.

La ooforectomía puede ser indicada por el médico después de la realización de exámenes ginecológicos y de imagen, como ultrasonido pélvico o transvaginal, tomografía computarizada o resonancia magnética, en que se identifican alteraciones o formación de masas en el ovario.

Además, el ginecólogo puede indicar la realización de la ooforectomía profiláctica, que se realiza con el objetivo de prevenir el desarrollo de cáncer de ovario, principalmente en mujeres con antecedente familiar de cáncer de ovario o con mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2, que aumentan el riesgo de cáncer en los ovarios y en las mamas.

Cómo prepararse

Antes de realizar la cirugía se debe permanecer en ayuno de 8 horas y tener una alimentación leve y líquida, pudiendo también indicarse la suspensión de algún medicamento. Antes de realizar la cirugía, el médico puede solicitar exámenes preoperatorios y de sangre para evaluar el estado de salud general de la mujer.

Por eso, para la preparación de la ooforectomía es importante aclarar con el médico todas las dudas sobre la cirugía y la recuperación, además de informar sobre los medicamentos, vitaminas y suplementos nutricionales que toma con frecuencia, ya que algunos de estos pueden afectar la recuperación, interferir en la anestesia o aumentar el riesgo de formación de coágulos o sangrado. Se debe informar también si tiene alguna alergia u otro problema de salud.

Se recomienda también evitar fumar ni consumir bebidas alcohólicas antes de la ooforectomía.

Cómo se realiza la ooforectomía

La ooforectomía es realizada por un ginecólogo, en el hospital, en que retira uno o ambos ovarios, bajo anestesia general. Por lo que antes de iniciar la cirugía, se administra suero fisiológico intravenoso para que el anestesiólogo administre la anestesia general, además de hidratar y administrar medicamentos.

Para realizar la ooforectomía por videolaparoscopia, el médico debe seguir algunos pasos:

  1. Limpiar la piel abdominal con un antiséptico;
  2. Hacer tres pequeños cortes en el abdomen, para introducir la microcámara y los instrumentos quirúrgicos;
  3. Introducir gas carbónico dentro de la cavidad abdominal, para proporcionar un espacio para que el médico visualice el lugar de la cirugía y manipule los instrumentos;
  4. Introducir un tubo fino con una microcámara de video conectada, para visualizar los ovarios y órganos pélvicos, a través de imágenes en un monitor;
  5. Retirar uno o ambos ovarios;
  6. Cerrar los cortes y hacer una curación en la zona.

Otra forma de realizar esta cirugía, es por medio de laparotomía, en que se realiza un corte mayor en la zona abdominal, para remover uno o ambos ovarios. Sin embargo, generalmente se realiza por videolaparoscopia, ya que tiene una recuperación más rápida y el riesgo de sangrado posoperatorio es menor. Vea más detalles sobre la videolaparoscopia.

Tipos de ooforectomía

Los principales tipos de ooforectomía son:

  • Ooforectomía unilateral: se remueve solo un ovario;
  • Ooforectomía bilateral: se remueven ambos ovarios;
  • Salpingooforectomía: además del ovario, se remueve también la trompa de Falopio, pudiendo ser unilateral o bilateral;
  • Histerectomía con salpingooferectomía: se remueven uno o ambos ovarios, la trompa de Falopio y el útero.

El tipo de ooforectomía debe ser indicado por el ginecólogo de acuerdo a la condición a tratar de forma individual.

Cómo es la recuperación

Cuando solo se remueve uno de los ovarios, normalmente no hay muchos impactos a corto plazo, por lo que el otro ovario se encarga de la producción de las hormonas. Sin embargo, es importante continuar con acompañamiento médico para evaluar que los niveles de hormonas estén dentro de lo normal o si es necesario realizar algún tipo de reposición, principalmente si la mujer desea embarazarse.

Por otro lado, cuando la mujer es sometida a una ooforectomía bilateral, la producción hormonal se ve comprometida, por lo que puede haber disminución de la libido, intensificación de los síntomas de la menopausia, aumento del riesgo de fracturas debido a una mayor posibilidad de desarrollar osteoporosis, y aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Los beneficios y riesgo de la cirugía para remover los ovarios deben ser discutidos con el ginecólogo, de forma a llegar a la mejor opción de tratamiento, especialmente en mujeres que aún no están en la menopausia.

Posibles riesgos de la cirugía

Los principales riesgos de la ooforectomía son:

  • Infección en la zona de la cicatriz;
  • Sangrados;
  • Lesión en vasos sanguíneos o nervios;
  • Lesión en el uréter;
  • Formación de coágulos sanguíneos;
  • Ruptura del tumor y diseminación de células cancerígenas;
  • Reacción alérgica a la anestesia;
  • Infertilidad, especialmente cuando se remueven ambos ovarios.

Además, en algunos casos puede haber una condición llamada síndrome de ovario remanente, el cual produce síntomas como dolor pélvico, que se produce debido a la remoción incompleta del tejido ovárico, por la presencia de adherencias en el ovario, sangrado intenso durante la cirugía o incluso por la técnica quirúrgica utilizada.