La metaplasia intestinal es una alteración de las células del revestimiento del estómago o esófago, que se vuelven semejantes a las células encontradas en el intestino, siendo considerada una lesión precancerosa, lo que significa que tiene potencial de transformarse en cáncer de estómago.
La metaplasia intestinal no provoca síntomas, pero muchas veces está asociada a infección por la bacteria H. pylori, gastritis o úlceras, por lo que la persona puede sentir dolor o ardor en el estómago y tener náuseas y heces oscuras.
El tratamiento para la metaplasia intestinal aún no está bien definido; no obstante, el gastroenterólogo puede recomendar el uso de medicamentos para reducir la acidez del estómago y antibióticos para eliminar la infección por H. pylori, como amoxicilina, pues de esta forma es posible disminuir las alteraciones celulares provocadas por esta condición.
Principales síntomas
La metaplasia intestinal no causa síntomas; sin embargo, en la mayor parte de los casos está asociada a infección por la bacteria H. pylori, que ocasiona el surgimiento de gastritis y úlceras estomacales e intestinales, y en estos casos, pueden aparecer los siguientes signos y síntomas:
- Dolor y ardor en el estómago;
- Náuseas y vómitos;
- Indigestión;
- Hinchazón abdominal;
- Eructos y gases intestinales constantes;
- Heces oscuras y con sangre.
Por lo general, el diagnóstico de la metaplasia intestinal es llevado a cabo casualmente cuando el médico está rastreando otros problemas del sistema digestivo, inclusive cáncer, mediante la realización de exámenes como al endoscopia digestiva y la biopsia gástrica.
La biopsia puede ser llevada a cabo en el momento de la endoscopia, donde el médico retira una pequeña muestra del estómago, que generalmente tiene aspecto de placas blanquecinas o manchas, y la envía al laboratorio para realizar la inmunohistoquímica, donde serán analizados los tipos de células.
Conozca cómo es realizada la endoscopia y cómo es la preparación previa.
Posibles causas
Las causas de la metaplasia intestinal aún no son totalmente conocidas; no obstante, es causada debido a una irritación crónica de las células que revisten el estómago o el esófago.
Algunos factores que pueden contribuir al surgimiento de metaplasia intestinal incluyen:
- Infección por la bacteria H. pylori;
- Reflujo gastroesofágico crónico;
- Tabaquismo;
- Antecedentes familiares de cáncer de estómago, especialmente parientes de primer grado;
- Dieta baja en vitamina C.
En ciertos casos, la metaplasia intestinal también puede estar ocasionada por la acidez estomacal, como ocurre en la gastritis, formación de nitratos en el estómago e hipoclorhidria, pues esas situaciones dañan las células de la pared del estómago.
Vea qué es la hipoclorhidria y cómo tratarla.
¿La metaplasia intestinal es cáncer?
La metaplasia intestinal no es considerada un tipo de cáncer; sin embargo, es conocida por sus lesiones precancerosas, es decir, si no es revertida puede volverse cáncer. La persona que sea diagnosticada con esta condición debe tener un seguimiento a largo plazo con un gastroenterólogo, para eliminar la bacteria H. pylori y realizar exámenes rutinarios para verificar si las lesiones de la metaplasia intestinal están disminuyendo.
Por esta razón, es importante no abandonar el tratamiento incluso si es largo, y se debe mantener la dieta recomendada, pues así será posible reducir las lesiones celulares de la metaplasia intestinal y disminuir los riesgos de que esta condición se convierta en un cáncer de estómago.
Como la gastritis es un factor de riesgo para el desarrollo de metaplasia intestinal, vea más sobre la dieta que se debe tener para mejorar esta afección:
Cómo es realizado el tratamiento
Aún no existe un tratamiento específico para la metaplasia intestinal; no obstante, la terapia para revertir esta condición debe ser indicada por un gastroenterólogo y consiste, principalmente, en la reducción de los síntomas de inflamación estomacal mediante el uso de medicamentos para disminuir la acidez, como el omeprazol, y la eliminación de la infección por la bacteria H. pylori por medio de la utilización de antibióticos, como la claritromicina y la amoxicilina.
El médico también podrá indicar medicamentos a base de ácido ascórbico, mejor conocido como vitamina C, y suplementos alimenticios con nutrientes antioxidantes, pues pueden ayudar a disminuir la inflamación y a reducir las lesiones provocadas por la metaplasia intestinal.
Asimismo, es muy importante tener una dieta balanceada y rica en antioxidantes, encontrados en alimentos con betacarotenos, como el tomate, por ejemplo, y que ayuden a minimizar los síntomas de la gastritis y úlcera, como vegetales y yogures.
