Es posible aliviar una quemadura leve colocando agua fresca sobre la zona durante al menos 15 minutos, lo que ayuda a calmar el dolor y a prevenir que la lesión se profundice. Luego, lo más adecuado es cubrir la piel con una gasa estéril o un paño limpio, sin ejercer presión.
No se recomienda aplicar hielo, pasta dental, mantequilla ni otros remedios caseros, ya que pueden irritar la piel o empeorar la lesión. Además, mantener la zona limpia y protegida favorece una recuperación más rápida y sin complicaciones.
En algunos casos, se pueden usar cremas cicatrizantes recomendadas por un médico, como las que contienen sulfadiazina de plata o sábila, que ayudan a evitar infecciones y favorecen la regeneración de la piel. Vea qué hacer en caso de quemadura.
Se aconseja acudir al médico cuando la quemadura forma ampollas grandes, afecta una zona extensa o no presenta mejoría en pocos días, ya que puede ser necesario un tratamiento específico.