Marasmo: qué es, síntomas y tratamiento

Actualizado en julio 2023
Evidencia científica

El marasmo es un tipo de desnutrición grave causada por la deficiencia de calorías en la dieta, lo que causa que el organismo use sus reservas de energía corporal, provocando síntomas como bajo peso, atraso en el crecimiento infantil, deshidratación, irritación y diarrea.

Esta desnutrición puede ser causada por una ingestión inadecuada de alimentos, anorexia, destete precoz, diarrea crónica o demencia, afectando principalmente a los niños, pero también puede aparecer en adultos.

El diagnóstico de marasmo debe ser realizado por un médico general o pediatra, acompañado por un nutricionista, y el tratamiento de esta condición puede incluir el uso de antibióticos, fórmulas nutricionales y suplementos como vitamina B1 y fosfato.

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Signos y síntomas del marasmo

Los signos y síntomas del marasmo son:

  • Pérdida visible de masa muscular;
  • Peso muy bajo para la edad y atraso del crecimiento infantil;
  • Apariencia envejecida;
  • Tamaño de la cabeza mayor en relación al cuerpo; 
  • Apatia, caracterizada por la falta de motivación, sentimiento o emoción;
  • Cansancio e irritabilidad;
  • Uñas onduladas y cabello fino y quebradizo, pudiendo incluso haber caída del cabello;
  • Alteraciones de consciencia;
  • Deshidratación, pudiendo verificarse por la presencia de ojos secos, la mollera hundida en bebés y por la piel seca y arrugada;
  • Disminución de la temperatura corporal, presión arterial y de la frecuencia cardíaca;
  • Vómitos y diarreas.

Además, la persona con marasmo también puede tener anemia, osteomalacia o raquitismo, una enfermedad que afecta el desarrollo óseo, provocando el arqueo de piernas y brazos en los niños. Vea cuáles son los síntomas del raquitismo.

Diferencia entre marasmo y kwashiorkor

El kwashiorkor es un tipo de desnutrición grave que se caracteriza por una deficiencia extrema de proteínas en la dieta, lo que provoca síntomas como hinchazón del abdomen, rostro, manos y pies, así como cambios en el color de la piel y el cabello. Vea cómo identificar el Kwashiorkor.

El marasmo, por otro lado, es una desnutrición severa causada por una dieta baja en calorías totales, esta no causa hinchazón en el cuerpo ni cambios en el color de la piel y el cabello.

Causas del marasmo

El marasmo puede ser causado por:

  • Anorexia;
  • VIH/SIDA;
  • Enfermedades que ocasionen malabsorción, como síndrome de intestino corto, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad celíaca, insuficiencia pancreática, pancreatitis, diarrea crónica, entre otros;
  • Pobreza;
  • Demencia o negligencia, en el caso de las personas mayores;
  • Depresión, que puede causar falta de apetito;
  • Escasez de alimentos.

Además, en el caso de los niños, el marasmo también puede ser causado por una lactancia materna inadecuada o un destete precoz e incluso por negligencia.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico del marasmo suele ser realizado por el nutricionista o pediatra, el cual debe pesar y medir la estatura de la persona o niño, además de tomar los pliegues cutáneos (tríceps, bíceps, entre otros) y las circunferencias del cuerpo, como el brazo, por ejemplo. 

Además, para descartar el kwashiorkor, que es el otro tipo de desnutrición, el médico también investigará la presencia de edema, es decir, si hay acumulación de líquido a nivel abdominal, manos, rostro y pies.

Asimismo, el profesional de salud también podrá solicitar otros exámenes de sangre, como una hematología completa, glucosa sanguínea, albúmina sérica, transferrina, prealbúmina, electrolitos, coprocultivo, prueba de VIH, examen de orina general, frotis de sangre para el diagnóstico de anemia y malaria (en algunas circunstancias) y el estudio de algunos micronutrientes como el hierro, ácido fólico y niveles de vitamina B12. 

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento del marasmo debe ser indicado por un médico y acompañado por un nutricionista, debiendo dividirse en 3 fases: 

1. Estabilización

Esta fase del tratamiento debe realizarse preferentemente en el hospital, dura unos 7 días y tiene como objetivo aumentar la hidratación, prevenir infecciones y la hipotermia. Por lo tanto, se recomienda mantener a la persona abrigada y usar una solución isotónica, la cual debe ser administrada por vía intravenosa. El uso de antibióticos también puede estar indicado en casos de infección.

La alimentación debe realizarse con el uso de fórmulas nutricionales, por vía oral o con el uso de sondas, y el aporte calórico debe estar entre el 60% y el 80% del requerimiento calórico para la edad. Esta deberá iniciarse de forma gradual para evitar el síndrome de realimentación, una complicación que puede causar arritmia y muerte súbita a los pocos días de alimentar a personas con desnutrición severa.

Además, también pueden estar indicados suplementos como la vitamina B1 y el fosfato para prevenir el síndrome de realimentación.

2. Rehabilitación nutricional

Esta fase dura entre 2 a 6 semanas, siendo iniciada después de tratar las complicaciones del marasmo. Por esto, se puede aumentar gradualmente las calorías de la dieta, pudiendo variar entre 70 a 140% de las necesidades nutricionales para la edad, incluyendo el uso de fórmulas nutricionales y evolucionando progresivamente para el consumo de alimentos sólidos.

3. Acompañamiento y prevención

En esta etapa, el niño es monitorizado periódicamente para prevenir el resurgimiento de la enfermedad. Algunas recomendaciones durante esta etapa incluyen: vacunación, lactancia materna en el caso de los bebés, cuidados durante la preparación de los alimentos y el uso de agua filtrada o hervida.

Además, se debe asesorar a los padres o cuidadores sobre cómo reconocer signos de posible desnutrición, como pérdida de peso, diarrea, cansancio y temperatura corporal baja. Conozca más sobre la desnutrición y cómo se realiza el tratamiento.

Complicaciones del marasmo

Las principales complicaciones del marasmo incluyen infección, deshidratación, desequilibrio electrolítico e insuficiencia cardíaca; además, existe el riesgo de muerte debido a la aparición del síndrome de realimentación.