La inmunoglobulina humana es un anticuerpo indicado para el tratamiento del síndrome de Guillain-Barré, púrpura trombocitopénica idiopática o síndromes de inmunodeficiencia.
Por contener inmunoglobulina IgG, este medicamento ayuda a reponer las defensas del organismo contra infecciones y a aumentar la cantidad de plaquetas, además de tener un efecto inmunosupresor, reduciendo la acción del sistema inmune en enfermedades autoinmunes.
Lea también: Inmunosupresores: qué son y cuándo están indicados tuasaude.com/es/inmunosupresoresLa inmunoglobulina humana se emplea a través de aplicación intravenosa en hospitales o clínicas especializadas, se encuentra con los nombres Flebogamma, Octagam, Gamunex, Higlobin, entre otros, y solo se debe utilizar bajo indicación médica.
Para qué sirve
La inmunoglobulina humana está indicada para tratar las siguientes condiciones:
- Síndrome de Guillain-Barré;
- Púrpura trombocitopénica idiopática;
- Enfermedad de Kawasaki;
- VIH o SIDA congénito en niños con infecciones recurrentes;
- Síndromes de inmunodeficiencias primarias.
Asimismo, la inmunoglobulina humana también puede estar indicada en casos de mieloma o leucemia linfocítica crónica (LLC) con niveles bajos de inmunoglobulina e infecciones recurrentes.
Otra indicación incluye el trasplante alogénico de médula ósea, para ayudar a evitar el rechazo del trasplante, tratar infecciones y reponer anticuerpos.
Lea también: IgG e IgM: qué son, para qué sirven y resultados del examen tuasaude.com/es/igg-e-igmCómo usar
La inmunoglobulina humana se administra vía intravenosa, por personal de enfermería en hospitales o clínicas especializadas, bajo supervisión médica.
La posología de la inmunoglobulina humana varía de acuerdo con la condición que se va a tratar, como se muestra a continuación:
Durante el tratamiento con inmunoglobulina humana, se recomienda beber bastante agua para mantener el funcionamiento adecuado de los riñones y un flujo sanguíneo saludable.
Además, es importante realizar con regularidad los análisis de sangre y orina indicados por el médico.
Posibles efectos secundarios
Los efectos secundarios más comunes de la inmunoglobulina humana son dolor de cabeza, mareo, fiebre, escalofríos, náuseas, dolor en las articulaciones, presión arterial baja o dolor de espalda durante la aplicación del medicamento.
Aunque es raro, la inmunoglobulina humana puede causar reacciones alérgicas y choque anafiláctico, que deben ser tratados rápidamente por el equipo médico, además de problemas en los riñones o pulmones.
La inmunoglobulina humana también puede aumentar el riesgo de formación de coágulos en la sangre y causar infarto, ACV, embolia pulmonar o trombosis venosa profunda. Vea qué es la trombosis venosa profunda y cómo tratarla.
Lea también: ¿Qué hacer ante un ACV? (primeros auxilios) tuasaude.com/es/primeros-auxilios-en-caso-de-un-acvPor eso, si aparecen síntomas como dificultad para respirar, palpitaciones, dolor en el pecho, debilidad en un lado del cuerpo o dolor o hinchazón en un brazo o pierna, se debe acudir de inmediato al servicio de urgencias.
Contraindicaciones
La inmunoglobulina humana no debe ser utilizada por personas alérgicas a las inmunoglobulinas humanas, a cualquier otro componente de la fórmula o con alergia al maíz.
Este medicamento tampoco debe usarse en personas con deficiencia de inmunoglobulina A (IgA), diabetes descompensada o intolerancia conocida a la glucosa.
Lea también: Inmunoglobulina A (IgA): valores normales y por qué puede estar alta tuasaude.com/es/imunoglobulina-aDurante el embarazo o la lactancia, la inmunoglobulina humana solo debe usarse si el médico lo indica.