Infiltración de rodilla: qué es, para qué sirve y cómo se hace

Qué es:

La infiltración en la rodilla es un tratamiento indicado para aliviar el dolor e inflamación en la rodilla, causados por enfermedades como la artritis reumatoide, la artrosis, la gota, la tendinitis o el derrame articular, entre otros, ayudando a mejorar la calidad de vida.

El objetivo de la infiltración es tratar la enfermedad en el lugar donde se produce la lesión o inflamación, especialmente en casos más graves o cuando no se ha logrado mejoría con otros tratamientos en forma de tabletas o tópicos. También puede estar indicada en casos de contusiones causadas por la práctica de deportes, por ejemplo.

La infiltración en la rodilla la realiza un ortopedista o un reumatólogo, utilizando diferentes medicamentos como corticosteroides, ácido hialurónico, toxina botulínica o anestésicos, según la afección a tratar.

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Para qué sirve 

La infiltración en la rodilla está indicada para el tratamiento de:

  • Artritis reumatoide o artritis idiopática juvenil;
  • Artrosis en la rodilla;
  • Tendinitis;
  • Gota aguda o pseudogota;
  • Espondilitis anquilosante;
  • Derrame articular o sinovitis;
  • Lesiones o desgaste del cartílago de la rodilla.

La infiltración en la rodilla, también conocida como inyección intraarticular, puede realizarse con diferentes tipos de medicamentos, que son elegidos por el médico según el objetivo principal, que puede ser reducir el dolor, disminuir la inflamación o aumentar la cantidad de líquido sinovial, que actúa como un lubricante dentro de las articulaciones.

De esta forma, además de aliviar el dolor, las infiltraciones son útiles para combatir la progresión del desgaste articular, disminuir la inflamación y mejorar la función de la articulación, permitiendo una mejor calidad de vida.

Cómo se realiza la infiltración

La infiltración en la rodilla la realiza un ortopedista o un reumatólogo, y es un procedimiento relativamente sencillo que dura aproximadamente de 2 a 5 minutos.

Inicialmente, se limpia la piel con antisépticos y luego se administra anestesia local para reducir el dolor o la incomodidad durante el procedimiento.

A continuación, se administra el medicamento, lo cual puede realizarse con la ayuda de una ecografía o una radiografía para determinar con precisión el lugar adecuado.

Después del procedimiento, la persona puede regresar a casa, pero es importante contar con un acompañante que pueda conducir.

Medicamentos para la infiltración de rodilla

Algunos medicamentos que pueden utilizarse para las infiltraciones son:

1. Anestésicos

Los anestésicos suelen aplicarse en caso de dolor severo o crónico y, generalmente promueven el alivio del dolor después de su aplicación.

Esto debido al efecto inmediato y pasajero, los anestésicos suelen utilizarse para confirmar que el origen del dolor es justo dentro de la articulación, para definir mejor el tratamiento o programar cirugías, por ejemplo.

2. Corticoides

Los corticoides son potentes antiinflamatorios y pueden aplicarse solos o en conjunto con un anestésico, con el objetivo de combatir el dolor y la inflamación de la rodilla.

Una infiltración con corticoides suele realizarse cada 3 meses. No se recomienda la realización de aplicaciones excesivas en el mismo lugar, ya que esto puede aumentar el riesgo de efectos secundarios y ser perjudicial.

Algunos de los principales corticoides utilizados en la infiltración de articulaciones son la metilprednisolona, triamcinolona, betametasona o dexametasona, por ejemplo, y su efecto en la articulación dura entre días a semanas. Conozca más sobre las indicaciones de la dexametasona.

3. Ácido hialurónico

El ácido hialurónico es un componente del líquido sinovial, que es el lubricante natural que existe dentro de las articulaciones, mientras que en ciertas enfermedades degenerativas, como la osteoartrosis, puede haber una pérdida de esta lubricación, lo cual es responsable de gran parto de los síntomas.

En estos casos, el médico puede inyectar este ácido hialurónico dentro de la articulación, utilizando una técnica llamada viscosuplementación, que es capaz de crear una película protectora detrás de la progresión del desgaste y alivia el dolor.

Generalmente, el tratamiento consiste en 1 aplicación por semana, durante 3 a 5 semanas, a pesar de que el efecto no sea inmediato, iniciándose gradualmente cerca de 48 horas después del procedimiento, sus resultados son mucho más duraderos, pudiendo permanecer por varios meses. Conozca más sobre las indicaciones del ácido hialurónico.

4. Toxina botulínica

La infiltración en la rodilla con toxina botulínica ayuda a aliviar el dolor causado por la osteoartritis avanzada, ya que actúa inhibiendo el neurotransmisor acetilcolina en las terminaciones nerviosas.

De esta manera, esta infiltración ayuda a reducir los espasmos o contracciones musculares locales y el dolor al mover la rodilla.

Cuidados después de la infiltración

Después de la infiltración en la rodilla, la recuperación completa debería ocurrir en 1 a 2 semanas. Aquellos que practican actividad física no deben regresar a los entrenamientos en la primera semana, y si caminar sin cojear resulta difícil, el médico puede sugerir el uso de muletas para no perjudicar la columna ni la otra rodilla.

Además, preferiblemente, después de la infiltración, la persona debe continuar con la fisioterapia, hidroterapia y fortalecimiento muscular para fortalecer los músculos, mejorar la movilidad de las articulaciones afectadas, reducir el dolor, aumentar la elasticidad y ralentizar la progresión de la artrosis, evitando así la necesidad de una prótesis.

Efectos secundarios

Después de la aplicación de la inyección en la articulación es común que haya un poco de inflamación y dolor, por lo que se recomienda permanecer en reposo para dejar que el medicamento actúe. El riesgo de infección también existe, pero es muy bajo.

Contraindicaciones

Este procedimiento debe evitarse en personas que utilizan medicamentos anticoagulantes, que tienen enfermedades que perjudican la coagulación de la sangre para que no haya riesgo de sangrados.

Además de eso, este procedimiento no debe ser realizado en mujeres embarazadas o que se encuentren lactando.

Tampoco debe ser realizada en personas con alergia o que presentan alguna infección de la zona. Además, debe usarse con cautela en atletas, ya que el corticoide y el anestésico pueden detectarse en exámenes de sangre y están en la lista de medicamentos prohibidos.