La infertilidad masculina, también conocida como esterilidad masculina, es una condición que afecta el sistema reproductivo del hombre y dificulta la posibilidad de lograr un embarazo tras 12 meses o más de relaciones sexuales sin protección.
Sus causas pueden incluir alteraciones hormonales o genéticas, además de enfermedades crónicas o hábitos de vida poco saludables, y según el origen del problema, pueden aparecer síntomas como dificultad para mantener una erección, disminución del deseo sexual, fatiga o aumento del tamaño de las mamas.
Ante la sospecha de infertilidad, se recomienda consultar a un urólogo para realizar una evaluación diagnóstica completa e indicar el tratamiento más adecuado, que puede incluir medicamentos, cirugía o cambios en el estilo de vida.
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Principales causas
Las principales causas de infertilidad son:
1. Hábitos de vida
Algunos hábitos y estilo de vida pueden reducir la capacidad reproductiva de un hombre, como fumar, beber y tener sobrepeso, por ejemplo, porque puede provocar cambios metabólicos y hormonales, lo que puede disminuir la capacidad de producir esperma.
Además, los hombres que a menudo están bajo estrés también pueden experimentar una desregulación hormonal, lo que puede interferir con la capacidad reproductiva.
El uso de drogas inyectables, como los anabolizantes para ganar masa muscular, por ejemplo, también puede conducir a la infertilidad, ya que pueden encoger los testículos y, en consecuencia, disminuir la producción de espermatozoides.
Qué hacer: en estas situaciones es importante identificar el factor que podría estar relacionado con la infertilidad.
Si se trata de humo de tabaco o consumo de alcohol, se recomienda suspender su uso. En casos de obesidad, es aconsejable modificar los hábitos alimentarios y aumentar la actividad física de forma regular.
Cuando la infertilidad está vinculada al uso de medicamentos inyectables, es fundamental suspenderlos bajo supervisión médica y seguir el tratamiento indicado, especialmente si existen otras alteraciones asociadas.
2. Varicocele
El varicocele es una de las causa más frecuentes de esterilidad masculina y corresponde a la dilatación de las venas testiculares, lo que favorece la acumulación de sangre y el aumento de la temperatura local, interfiriendo directamente en la producción de espermatozoides.
Esta situación es más común que ocurra en el testículo izquierdo, pero también puede ocurrir solo en el derecho o llegar a ambos testículos al mismo tiempo. Conozca qué es la varicocele y cómo se realiza el tratamiento.
Qué hacer: cuando el médico confirma la dilatación de las venas, indicativa de varicocele, se recomienda realizar una cirugía para corregir el problema.
El procedimiento es sencillo, y generalmente el hombre puede ser dado de alta el mismo día o al día siguiente, retomando sus actividades normales aproximadamente una semana después.
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Algunas infecciones en el aparato reproductor masculino pueden llegar a los testículos y provocar alteraciones en el proceso de producción del semen y en la calidad del esperma producido, siendo más frecuentes como consecuencia de la infección por el virus responsable de las paperas.
Además de la infertilidad por paperas, las infecciones urinarias que no han sido identificadas o tratadas correctamente también pueden llegar al testículo y comprometer la producción de esperma.
Qué hacer: es importante que se identifique la causa de la infección para que se indique el fármaco más adecuado para tratarla, que puede ser antifúngico, antiviral o antibiótico.
En algunos casos, dependiendo del tipo de infección, la pareja sexual también deberá realizar el tratamiento, aunque no tenga síntomas, para prevenir que la infección sea recurrente.
4. Problemas en la eyaculación
Algunas situaciones relacionadas con la eyaculación, como la eyaculación retrógrada o la ausencia de eyaculación, también pueden ser causa de infertilidad, ya que el hombre no puede liberar semen en el momento del orgasmo o produce poco o nada de semen. Conozca qué es la eyaculación retrógada y cómo se trata.
Qué hacer: en estos casos, el tratamiento debe ser indicado por el urólogo y consiste en el uso de fármacos que favorecen la salida del semen, como la pseudoefedrina o imipramina.
Sin embargo, cuando el tratamiento farmacológico no funciona, puede ser necesaria la recolección de esperma y la inseminación artificial.
5. Alteraciones hormonales
Los cambios hormonales, especialmente con respecto a la cantidad de testosterona circulante, también pueden causar infertilidad.
Además, la alta producción de prolactina, los cambios en la tiroides, el uso de esteroides anabólicos, la presencia de un tumor en la hipófisis y la radioterapia también pueden interferir en la capacidad reproductiva de los hombres.
Qué hacer: cuando no hay esperma en el semen, se puede extraer directamente del testículo o epidídimo mediante técnicas quirúrgicas como extracción de esperma del testículo o microdisección para obtener esperma.
El esperma recuperado se utiliza en fertilización asistida mediante inyección de un espermatozoide directamente en el óvulo combinada con fecundación in vitro, donde el óvulo fecundado se convierte en embrión y se transfiere al útero para intentar lograr el embarazo.
6. Problemas genéticos
Los problemas genéticos hacen que un hombre naturalmente no tenga espermatozoides en su semen o que produzca espermatozoides en una cantidad muy pequeña, lo que hace que el óvulo de la mujer no sea fertilizado.
Qué hacer: cuando la infertilidad se debe a cambios genéticos, la opción de la pareja para quedar embarazada es a través de técnicas de reproducción asistida, en las que se extraen espermatozoides directamente de los testículos con la ayuda de una aguja, y luego se colocan en el útero de la mujer, para que se produzca la fecundación.
Otra alternativa es hacer la llamada fecundación in vitro, en la que el esperma del hombre se une al óvulo de la mujer en el laboratorio, formando un embrión que luego se coloca en el útero de la mujer.
7. Anomalías congénitas
Algunas malformaciones presentes desde el nacimiento pueden impedir el paso de los espermatozoides o dificultar su transporte, como la ausencia de los conductos deferentes o alteraciones en el epidídimo.
Estas anomalías pueden causar obstrucción del flujo de semen y reducir la fertilidad masculina.
Qué hacer: se recomienda la evaluación genética, incluyendo la detección de mutaciones en el gen CFTR, y pruebas de imagen, como la ultrasonografía renal, para descartar anomalías asociadas.
En estos casos, la única forma de lograr un embarazo biológico es mediante la recuperación quirúrgica de espermatozoides del testículo o epidídimo.
Estos espermatozoides se utilizan con técnicas de reproducción asistida como la fertilización in vitro o la inyección intracitoplasmática de espermatozoides, donde el esperma se introduce directamente en el óvulo.
8. Infertilidad inmunológica
En algunos casos, el sistema inmunitario produce anticuerpos que atacan a los espermatozoides, dificultando su movimiento o impidiendo que se unan al óvulo, lo que reduce las posibilidades de embarazo.
Qué hacer: el tratamiento depende de la gravedad y puede incluir técnicas de reproducción asistida, como la inseminación intrauterina o la fecundación in vitro combinada con ICSI, donde el espermatozoide se inyecta directamente en el óvulo.
9. Enfermedades sistémicas
Algunas enfermedades que afectan a todo el organismo, como diabetes mal controlada, trastornos de la tiroides, enfermedad renal o hepática avanzadas y trastornos neurológicos, pueden alterar hormonas, nervios o la calidad del semen y contribuir a la infertilidad masculina.
Qué hacer: el tratamiento se enfoca en el control adecuado de la enfermedad de base, en coordinación con los especialistas correspondientes, lo que puede mejorar los parámetros seminales y la función reproductiva.
10. Exposiciones ambientales
La exposición prolongada a pesticidas, solventes, metales pesados, como plomo y mercurio, contaminantes ambientales y radiación puede afectar la calidad del semen.
El calor excesivo en el escroto, como el que se produce con saunas frecuentes o la exposición directa a fuentes de calor, puede reducir la producción de espermatozoides.
Qué hacer: reducir o eliminar la exposición, usar equipos de protección adecuados en el trabajo y evitar fuentes de calor directo prolongado.
En casos ocupacionales, se aconseja la evaluación por medicina del trabajo y seguimiento urológico.
Síntomas y signos de infertilidad
Según su causa, la infertilidad masculina puede causar síntomas y signos como:
- Dificultad para concebir un embarazo tras 12 meses o más de relaciones sexuales regulares y sin protección;
- Dificultad para obtener o mantener una erección;
- Disminución del deseo sexual;
- Dolor, hinchazón o bulto en la región del testículo;
- Crecimiento anormal de las mamas;
- Testículos pequeños y/o blandos;
- Fatiga, aumento de peso y apatía.
Además, la infertilidad masculina también puede provocar estrés, dificultades en la relación y sentimientos de depresión y fracaso.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico de infertilidad masculina lo realiza el urólogo mediante el examen físico, que puede incluir el tacto rectal, y la revisión del historial de salud del hombre y de su familia.
Para confirmar la infertilidad, el médico solicita estudios como el espermograma, que analiza la cantidad y calidad de los espermatozoides producidos. Vea qué es el espermograma y cómo se realiza.
Además, el urólogo puede indicar otros análisis complementarios, como dosificación de hormonas, exámenes genéticos, análisis de orina y ultrasonidos escrotal, renal o transrectal, según lo requiera cada caso.
La combinación de estos estudios permite identificar la causa de la infertilidad y definir el tratamiento más adecuado.