Cirugía de varicocele: cuándo se indica, cómo se realiza y recuperación

Actualizado en marzo 2020

La cirugía de varicocele generalmente está indicada cuando el hombre siente dolor testicular que no pasa con medicamentos, en caso de infertilidad o cuando son detectados bajos niveles de testosterona plasmática. No todos los hombres con varicocele tienen la necesidad de someterse a una cirugía, puesto que la mayor parte no tiene síntomas y mantiene una fertilidad normal. 

La corrección quirúrgica de un varicocele conduce a una mejoría de los parámetros del semen, aumentando el número total de espermatozoides móviles y reduciendo los niveles de radicales libres de oxígeno, lo que genera un mejor funcionamiento de los espermatozoides. 

Existen varias técnicas quirúrgicas para el tratamiento de un varicocele, sin embargo, la cirugía abierta inguinal y subinguinal es la más usada debido a la alta tasa de éxito y a las complicaciones mínimas que pueden surgir. Vea cómo identificar los síntomas del varicocele

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1. Cirugía abierta

La cirugía abierta, pese a ser técnicamente más difícil de ejecutar, normalmente genera mejores resultados en la cura del varicocele en adultos y adolescentes y complicaciones mínimas, presentando menor tasa de recaída y menor riesgo de complicaciones. Asimismo, el procedimiento quirúrgico está asociado a tasas de embarazo espontáneas más altas en relación a otras técnicas. 

Esta técnica es realizada bajo anestesia local y permite la identificación y preservación de la arteria testicular y de los vasos linfáticos, lo que es importante para prevenir la atrofia testicular y la formación de un hidrocele. Conozca qué es y cómo tratar el hidrocele

2. Laparoscopia

La laparoscopia es más invasiva y más compleja en relación a las técnicas restantes, siendo la lesión de la arteria articular y de los vasos linfáticos las complicaciones que están más veces asociadas a esta técnica. No obstante, tienen la ventaja de tratar simultáneamente el varicocele bilateral. 

Pese a permitir una mayor ampliación en relación a otras técnicas, las venas cremastéricas, las cuales pueden contribuir a la recidiva del varicocele, no pueden tratarse mediante esta técnica. Otras desventajas incluyen la necesidad de anestesia general, presencia de un cirujano con habilidad y experiencia en la laparoscopia y los altos costos de la cirugía. 

3. Embolización percutánea

La embolización percutánea es realizada en ambulatorio, bajo anestesia local, por esta razón, está asociada a una recuperación más rápida y con menos dolor. Esta técnica no presenta riesgo de formación de hidrocele, puesto que no hay interferencia con los vasos linfáticos. Sin embargo, tiene ciertas desventajas, como la exposición a la radiación y los costos elevados. 

Este procedimiento tiene como objetivo interrumpir el flujo de sangre que va para la vena dilatada del testículo. Para esto, es realizado un corte en la ingle, donde es introducido un catéter hasta la vena dilatada, siendo posteriormente inyectadas partículas de embolización que bloquean el paso de sangre. 

Generalmente, el tratamiento del varicocele mejora significativamente la concentración, movilidad y morfología de los espermatozoides, mejorando los parámetros seminales alrededor de los tres meses después de la cirugía. 

Cómo es la recuperación de la cirugía

Después de la cirugía, el paciente generalmente puede ir para casa el mismo día. Se deben tener en cuenta ciertos cuidados, como evitar realizar actividades que requieran esfuerzo en el primer mes después de la cirugía, realizar el cambio de curas y utilizar medicamentos para el dolor de acuerdo con la orientación médica. 

El regreso al trabajo debe ser evaluado durante las consultas control con el urólogo luego de la cirugía; por otra parte, la actividad sexual puede retomarse después de 7 días.