Hipertermia: qué es, síntomas, tipos y tratamiento

Actualizado en agosto 2023

La hipertermia es el aumento anormal de la temperatura corporal, pudiendo superar los 40ºC, sin estar relacionado con infecciones o fiebre, causando síntomas como sudoración excesiva, mareos, dificultad para respirar e incluso convulsiones.

La hipertermia ocurre cuando el cuerpo absorbe demasiado calor o genera más calor del que puede liberar, siendo la causa más común el esfuerzo físico en climas muy calurosos y húmedos.

El tratamiento de la hipertermia implica enfriar el cuerpo, bebiendo agua fría, tomando duchas frías o usando un ventilador para enfriar la piel, por ejemplo. En caso de síntomas graves, se debe acudir al hospital inmediatamente.

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Sintomas de hipertermia

Los principales síntomas de hipertermia son:

  • Sudoración excesiva;
  • Mareos o vértigo;
  • Debilidad
  • Náuseas;
  • Dolor de cabeza;
  • Calambres, principalmente en piernas, abdomen o brazos;
  • Hinchazón en manos, piernas y tobillos;
  • Aumento de la sed.

Además de eso, también pueden surgir síntomas graves, como dificultad para concentrarse o coordinar movimientos, respiración rápida y superficial, disminución de la sudoración, confusión mental, pulso débil o rápido, desmayos o convulsiones.

En estos casos, se debe buscar el hospital o el servicio de emergencias más cercano, ya que la hipertermia puede resultar en fallo de órganos o coma, lo que puede poner en riesgo la vida.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de hipertermia se realiza por el médico general en el hospital a través de la evaluación de los síntomas, el historial de esfuerzo físico en climas calurosos y húmedos, el examen físico y la medición de la temperatura corporal.

Generalmente, no se necesitan exámenes para confirmar el diagnóstico, sin embargo, se pueden solicitar análisis de sangre o de orina para evaluar los electrolitos en el cuerpo y descartar alguna tipo de infección.

¿Cuál es la diferencia entre hipertermia y fiebre?

Tanto la fiebre como la hipertermia se caracterizan por el aumento de la temperatura corporal.

Sin embargo, la fiebre es causada por una respuesta del sistema inmunológico que eleva la temperatura del cuerpo para combatir infecciones por virus, bacterias u hongos, por ejemplo. Conozca las principales causas de fiebre y qué hacer.

En la hipertermia, ocurre una falla en el sistema de termorregulación del cuerpo, no relacionada con infecciones, lo que provoca que absorba demasiado calor o genere más calor del que puede liberar, aumentando peligrosamente la temperatura del cuerpo por encima de los 40ºC.

Posibles causas

La hipertermia es causada por una desregulación del hipotálamo en el cerebro, responsable de controlar la temperatura corporal, lo que provoca un aumento de la temperatura por encima de los 40ºC, lo que puede afectar las funciones de varios órganos.

Factores de riesgo

Algunos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar hipertermia, como:

  • Esfuerzos físicos, trabajo o uso excesivo de ropa en climas muy calurosos y húmedos;
  • Deshidratación y desequilibrio electrolítico;
  • Edad, siendo más común en niños y ancianos;
  • Consumo excesivo de bebidas alcohólicas;
  • Hipertensión;
  • Tumor en el hipotálamo;
  • Exposición prolongada al sol o a camas de bronceado;
  • Fibrosis quística, ya que afecta la capacidad de sudar;
  • Obesidad o estar muy por debajo del peso.

Asimismo, otros factores que pueden aumentar el riesgo de hipertermia incluyen problemas cardíacos, pulmonares, renales o hepáticos, o el uso de medicamentos como diuréticos, tranquilizantes o estimulantes, por ejemplo.

Tipos de hipertermia

La hipertermia puede ser clasificada en tres tipos diferentes:

1. Hipertermia clásica

La hipertermia clásica ocurre principalmente por la exposición prolongada a climas muy calurosos y húmedos, afectando principalmente a niños y ancianos, siendo más común en épocas del año más calurosas debido a las olas de calor.

Este tipo de hipertermia puede ser clasificado en etapas que son:

  1. Estrés por calor: la temperatura del cuerpo comienza a subir y la persona no puede enfriarse, lo que provoca dolor de cabeza, aumento de la sed, náuseas o mareos;
  2. Fatiga por calor: ocurre si la persona permanece muchas horas en climas con altas temperaturas, y además del malestar físico, también presenta estrés psicológico;
  3. Síncope por calor: esta etapa se caracteriza por desmayos debido a la disminución de la presión arterial y el flujo sanguíneo al cerebro;
  4. Calambres por calor: aparecen debido a actividades físicas intensas en temperaturas altas y clima húmedo;
  5. Edema por calor: es la hinchazón que surge al permanecer mucho tiempo sentado o de pie en climas muy calurosos, produciendo acumulación de líquido en las extremidades;
  6. Erupción cutánea por calor: ocurre debido a la actividad física, resultando en la aparición de ampollas en la piel similares a espinillas, causadas por la ropa empapada de sudor;
  7. Agotamiento por calor: es una etapa grave de la hipertermia clásica, que ocurre cuando el cuerpo no puede enfriarse, lo que lleva a debilidad, dificultad para coordinar movimientos o concentrarse y pulso rápido;
  8. Insolación: es la etapa más grave, con síntomas como confusión mental, desmayos, pulso débil y rápido, y que puede poner en riesgo la vida.

En este tipo de hipertermia, los síntomas suelen aparecer alrededor de 2 a 3 días después de la exposición al calor intenso y húmedo.

2. Hipertermia por esfuerzo

La hipertermia por esfuerzo puede surgir al realizar actividades físicas intensas o extenuantes, lo que resulta en un aumento interno de la temperatura, que puede agravarse en climas calurosos y húmedos.

Los síntomas de este tipo de hipertermia aparecen inmediatamente o algunas horas después del esfuerzo físico, siendo más común en atletas o trabajadores de fábricas, por ejemplo.

3. Hipertermia maligna

La hipertermia maligna generalmente es causada por reacciones graves a anestésicos inhalados, como halotano o enflurano, o relajantes musculares, lo que resulta en síntomas como rigidez o espasmos musculares.

Los síntomas de este tipo de hipertermia pueden aparecer durante la anestesia o poco después de la cirugía, durante la fase inicial del posoperatorio, y el tratamiento se realiza de inmediato en el hospital.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la hipertermia debe iniciarse tan pronto como aparezcan los primeros síntomas, y se recomienda enfriar el cuerpo de forma gradual.

Algunas medidas que ayudan a enfriar el cuerpo son:

  • Detener la actividad física o el trabajo;
  • Ir a la sombra o a un área más fresca para descansar;
  • Beber mucha agua fría, bebidas con electrolitos o suero casero para mantener el cuerpo hidratado;
  • Permanecer frente a un ventilador o en un ambiente con aire acondicionado;
  • Tomar un baño frío o rociar agua fría sobre el cuerpo;
  • Quitarse el exceso de ropa, ropa ajustada o pesada;
  •  Acostarse boca arriba con las piernas elevadas y aplicar compresas frías en las axilas, en la ingle y alrededor del cuello.

Si los síntomas no mejoran, o en caso de insolación, se debe acudir inmediatamente al servicio de emergencias para recibir tratamiento con suero intravenoso y enfriamiento del cuerpo.

Además, en el hospital se realiza el monitoreo de la temperatura y los signos vitales para evitar complicaciones como fallo de órganos o coma, que pueden poner en riesgo la vida.

Cómo prevenir

Algunas formas de prevenir la hipertermia son:

  • Evitar hacer ejercicio al aire libre en climas muy calurosos y húmedos;
  • Beber mucha agua, jugos de frutas o bebidas con electrolitos cada 15 minutos al realizar actividades o esfuerzos físicos en temperaturas altas;
  • Usar ropa ligera y holgada, de preferencia de colores claros y telas naturales como algodón, al salir de casa;
  • Tomar descansos para refrescarse en la sombra;
  • Usar protector solar, al menos SPF 30, al salir de casa, y también usar gorras o sombreros;
  • Evitar bebidas con alcohol o cafeína cuando se está en ambientes muy calurosos.

Además, durante las olas de calor, es importante permanecer en espacios bien ventilados y frescos que tengan ventilador o aire acondicionado.

Si no se tiene aire acondicionado o ventiladores, se debe limitar el uso de hornos para evitar calentar más el ambiente, mantener las cortinas y ventanas cerradas durante el día y abrirlas por la noche.