Gardnerella mobiluncus: qué es, síntomas y tratamiento

La Gardnerella mobiluncus es un tipo de bacteria que, al igual que Gardnerella vaginalis, habita de forma habitual en la región genital femenina de casi todas las mujeres. Sin embargo, cuando estas bacterias se multiplican de manera descontrolada, por una disminución en las defensas del organismo, ocasionan una infección llamada vaginosis bacteriana.

Esta infección puede provocar síntomas como flujo vaginal amarillento y con mal olor. Esta bacteria puede detectarse en una muestra de la secreción vaginal tomada durante el papanicolau.

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Aunque no se considera una infección de transmisión sexual (ITS), esta bacteria puede transmitirse por vía sexual cuando se encuentra en grandes cantidades.

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Principales síntomas

Los síntomas de la infección por Gardnerella mobiluncus son:

  • Flujo vaginal grisáceo, blanco o verdoso con olor a pescado podrido, en el caso de la mujer;
  • Comezón e irritación en la región genital;
  • Dolor al orinar;
  • Dolor durante las relaciones íntimas;
  • Inflamación en el prepucio, glande o uretra, en el caso del hombre.

En algunos casos, es posible que la persona tenga la infección pero no presente signos o síntomas. En estos casos, la infección es combatida por el propio organismo y el sistema inmunológico.

Cómo se realiza el diagnostico

El diagnóstico inicial se realiza durante la consulta ginecológica de rutina, en el que se verifican los síntomas indicativos de la infección, principalmente la presencia de flujo vaginal con un olor característico, y se confirma a través de la realización de un papanicolau, en el que se toma una pequeña muestra del útero y es enviada al laboratorio para su posterior análisis.

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Ante la presencia de infección por esta bacteria, en el resultado del examen del papanicolau suele describirse “presencia de bacilos supra citoplasmáticos sugestivos de Gardnerella mobiluncus”.

Causas de la Gardnerella mobiluncus

La infección por Gardnerella mobiluncus ocurre debido a su multiplicación descontrolada. Esto puede deberse a diversos factores, que incluyen:

  • Cambios en el equilibrio de la flora vaginal, en el que ocurre una disminución de las bacterias beneficiosas y un aumento en la cantidad de las bacterias patógenas;
  • Disminución de las defensas del organismo, pues un sistema inmunológico debilitado o cambios hormonales pueden favorecer el crecimiento descontrolado de bacterias. Esto incluye situaciones como el embarazo, la diabetes mal controlada o el uso de medicamentos inmunosupresores.
  • Uso de antibióticos, que aunque combaten las infecciones bacterianas, también pueden eliminar las bacterias beneficiosas que protegen el equilibrio de la flora vaginal, facilitando el crecimiento de la Gardnerella mobiluncus.
  • Higiene vaginal excesiva o inadecuada, debido al uso de productos de higiene vaginal agresivos, duchas vaginales o jabones perfumados puede alterar el pH de la vagina y promover el crecimiento de este tipo de bacterias.
  • Relaciones sexuales sin protección, que a pesar de que la Gardnerella mobiluncus no se considera una infección de transmisión sexual (ITS), las relaciones sexuales sin protección pueden facilitar la transmisión de la bacteria entre parejas. 

Además, se ha asociado que fumar aumentar el riesgo de vaginosis bacteriana, debido a que afecta la flora vaginal y favorece el crecimiento de este tipo bacterias.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para la infección causada por Gardnerella mobiluncus spp. se realiza cuando esta provoca síntomas, debiendo ser indicado por un ginecólogo.

Por lo general, el médico suele recetar la ingesta de antibióticos como el metronidazol, clindamicina, secnidazol o tinidazol en forma de comprimidos, cremas, geles u óvulos durante 5 a 7 días consecutivos. Vea más sobre el tratamiento de la vaginosis bacteriana.

Asimismo, el tratamiento también puede incluir medidas complementarias, como el uso de probióticos para restaurar el equilibrio de la flora vaginal después del tratamiento antibiótico.

Es importante seguir las indicaciones médicas y completar el tratamiento, incluso si los síntomas desaparecen antes de finalizar el mismo, para asegurar la erradicación total de la infección.

Además, aunque Gardnerella mobiluncus no se considera una infección de transmisión sexual, es recomendable evitar las relaciones sexuales durante el tratamiento para evitar reinfecciones o su transmisión.