Los ganglios del cuello pueden palparse como bultos cuando hay infecciones o inflamaciones, como otitis, heridas o gripe, que, por lo general, no suelen ser graves, especialmente si disminuyen de tamaño y desaparecen en pocos días.
Con menor frecuencia, la inflamación de los ganglios del cuello también puede ser un signo de problemas más serios, como cáncer o tuberculosis, los cuales suelen presentar otros síntomas asociados, como cansancio excesivo, dificultad para tragar o pérdida de peso inexplicada.
Si la inflamación de los ganglios persiste más de 2 o 4 semanas o se acompaña de otros síntomas, se recomienda consultar a un médico general para identificar la causa y recibir el tratamiento adecuado.
Por qué se inflaman los ganglios del cuello
Las principales causas de inflamación de los ganglios del cuello son:
1. Gripes y resfriados
Esta es una de las causas más frecuentes de la aparición de ganglios inflamados en el cuello y se produce por la infección del organismo con virus comunes de la gripe o el resfriado.
En este tipo de situaciones, los ganglios pueden aparecer en cualquier zona del cuello.
Cómo tratar: el tratamiento debe ser indicado por un médico general y puede incluir el uso de antitérmicos, antiinflamatorios y analgésicos, como paracetamol, ibuprofeno.
En casos leves de gripe, también se pueden emplear algunos jarabes caseros, como los de jengibre o betabel, por sus propiedades antiinflamatorias y expectorantes, que ayudan a aliviar los síntomas.
2. Dengue
Por tratarse de una enfermedad infecciosa causada por virus, el dengue puede provocar inflamación de los ganglios del cuello como respuesta del sistema inmunológico al intentar combatir la infección.
Otras enfermedades virales que también pueden causar inflamación de los ganglios del cuello son Zika, chikungunya y citomegalovirus.
Cómo tratar: ante la sospecha de dengue, se recomienda consultar a un médico general o infectólogo para realizar el diagnóstico adecuado.
El tratamiento incluye antitérmicos, como paracetamol, y/o antieméticos según indicación médica, además de reposo y una hidratación adecuada. Además, se deben evitar los AINES, como ibuprofeno o aspirina.
En los casos más graves, puede ser necesaria la hospitalización, con administración de sueros por vía intravenosa y, en algunos casos, transfusiones de sangre o plaquetas.
3. Inflamación de la garganta
Aunque la garganta inflamada puede aparecer durante un resfriado o gripe, también puede ser causada por infecciones bacterianas, como la amigdalitis.
Además de los ganglios inflamados, pueden presentarse otros síntomas, como tos, dolor de cabeza, dolor de garganta al tragar, fiebre, dolor de oído y mal aliento.
Cómo tratar: se recomienda consultar a un médico general para evaluar la causa y, de ser necesario, indicar el tratamiento adecuado.
Dependiendo del diagnóstico, el médico puede prescribir analgésicos, antibióticos o antihistamínicos, así como tratamientos específicos para aliviar la inflamación de la garganta.
4. Inflamación del oído
La inflamación en el oído también puede activar el sistema inmunitario y puede causar ganglios inflamados en el cuello, especialmente detrás de las orejas.
Este tipo de infección puede ir acompañada de otros síntomas, como dolor de oído, dificultad para escuchar, picazón o supuración.
Cómo tratar: se recomienda acudir al médico general u otorrinolaringólogo para evaluar la inflamación del oído.
De ser necesario, el profesional puede indicar el uso de antibióticos, antiinflamatorios o analgésicos, como ibuprofeno o metamizol.
5. Enfermedades autoinmunes
Las enfermedades autoinmunes, como el lupus, la artritis reumatoide y la esclerosis múltiple, afectan el sistema inmune y provocan acumulación de células de defensa en los ganglios linfáticos, lo que causa inflamación y la aparición de ganglios del cuello inflamados.
En estos casos, la inflamación de los ganglios puede evidenciarse en varias zonas del cuerpo, además del cuello, y es frecuente que las personas presenten otros síntomas, como dolor muscular y articular, náuseas o vómitos.
Cómo tratar: se recomienda acudir al médico general para realizar exámenes y establecer el tratamiento adecuado. Este puede incluir antiinflamatorios, corticoides o inmunosupresores, y en algunos casos el especialista puede indicar sesiones de fisioterapia.
6. Heridas o picaduras en la piel
La inflamación de los ganglios del cuello puede aparecer a raíz de heridas o picaduras, que funcionan como puertas de entrada para bacterias y virus, lo que produce una activación del sistema inmunológico.
En situaciones más graves, cuando la cantidad de microorganismos es elevada, los ganglios pueden inflamarse de forma más pronunciada.
Qué hacer: se recomienda acudir a un médico general para recibir el tratamiento adecuado, el cual dependerá de la causa de la herida o picadura, y puede incluir el uso de corticoides o antiinflamatorios por vía oral, así como pomadas antialérgicas, antiinflamatorias, calmantes o protectoras, según la indicación médica.
7. Absceso dentario
La inflamación de los ganglios del cuello puede ser causada por un absceso dentario, que es una acumulación de pus en el diente debido a una infección.
Este absceso puede provocar dolor intenso, mayor sensibilidad dental, fiebre, cambio en el color del diente, mal aliento e hinchazón de la encía.
Cómo tratar: el tratamiento debe ser indicado por un dentista y depende de la causa, la ubicación y la gravedad del absceso.
El profesional puede drenar el absceso para eliminar el pus o realizar una endodoncia para tratar la infección y conservar la pieza dental. Además, puede prescribir medicamentos como antibióticos y antiinflamatorios para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones.
8. Tuberculosis ganglionar
La tuberculosis ganglionar es una infección causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que afecta los ganglios linfáticos, principalmente en el cuello, tórax, axilas o ingle.
Esta enfermedad puede provocar inflamación de los ganglios, fiebre baja, cansancio excesivo y sudoración nocturna.
Cómo tratar: el tratamiento debe ser indicado por un neumólogo, infectólogo o médico general e incluye antibióticos durante un mínimo de 6 meses, como rifampicina, isoniazida y etambutol. En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía para retirar el ganglio afectado.
9. Cáncer
El cáncer provoca una alta demanda sobre el sistema inmunitario, lo que puede causar la aparición de ganglios inflamados en el cuello y otras regiones del cuerpo. Los tipos de cáncer que con mayor frecuencia generan esta inflamación son los linfomas y la leucemia.
Cómo tratar: ante la sospecha de cáncer, el médico puede indicar análisis de sangre para detectar marcadores tumorales, así como estudios de imagen como tomografía computarizada o resonancia magnética.
El tratamiento depende del tipo, la ubicación y el tamaño del tumor, e incluye radioterapia, quimioterapia, cirugía, inmunoterapia o trasplante.
¿Dónde están los ganglios del cuello?
Los ganglios del cuello están distribuidos en varias zonas de esta región, principalmente debajo de la mandíbula, detrás de las orejas, en la parte posterior del cuello y a lo largo de los laterales, cerca de la clavícula.
Su función es filtrar y defender al organismo frente a infecciones, por lo que suelen inflamarse cuando existe algún problema de salud en estas áreas.