Epilepsia: qué es, tipos, causas y tratamiento

Actualizado en octubre 2022

La epilepsia es una enfermedad neurológica del sistema nervioso central en que la actividad del cerebro, los impulsos eléctricos de las neuronas y las señales químicas cerebrales se tornan anormales, lo que hace que su actividad sea desordenada, causando síntomas como convulsiones o movimientos descontrolados del cuerpo o alterando el comportamiento y las sensaciones, lo que puede incluso ocasionar pérdida de conciencia. 

Esta enfermedad neurológica puede surgir en cualquier persona y a cualquier edad, pudiendo ser causada por un traumatismo craneal, ACV, cáncer cerebral o enfermedades como meningitis o encefalitis, por ejemplo, y debe ser diagnosticada por el neurólogo mediante la realización de exámenes como electroencefalograma o resonancia magnética y la evaluación de los síntomas que surgen durante la crisis convulsiva. 

La epilepsia tiene cura y debe ser tratada con medicamentos anticonvulsivantes indicados por el médico, como carbamazepina o fenobarbital, con la finalidad de controlar la actividad cerebral y evitar nuevas crisis convulsivas. 

Imagem ilustrativa número 1

Tipos de epilepsia

La epilepsia puede ser clasificada en algunos tipos de acuerdo con el área del cerebro que tiene los impulsos eléctricos alterados y que desencadena la convulsión, siendo los principales:

1. Epilepsia focal

La epilepsia focal o parcial ocurre cuando las convulsiones son provocadas por la actividad anormal en solo un área del cerebro, siendo llamadas convulsiones focales o parciales, las cuales pueden surgir con o sin pérdida de conciencia y provocar síntomas más leves como sensación de hormigueo de las piernas o los brazos, o realización de movimientos repetitivos, como frotarse las manos, masticar, tragar o caminar en círculos, por ejemplo.

2. Epilepsia generalizada

La epilepsia generalizada provoca convulsiones que surgen cuando todas las áreas del cerebro presentan actividad eléctrica anormal, pudiendo causar crisis de ausencia y siendo muy común en la epilepsia infantil. Estas se caracterizan por mirada fija y perdida y movimientos corporales sutiles, como parpadear o morderse los labios, y pueden causar una breve pérdida de conciencia. 

Otros tipos de epilepsia generalizada son la epilepsia mioclónica, que generalmente causa espasmos repentinos o contracciones de los brazos y de las piernas, y la epilepsia tónica, que causa rigidez de los músculos de la espalda, brazos y piernas y puede hacer que el individuo se caiga en el suelo. 

Además, las convulsiones epilépticas generalizadas que ocasionan pérdida abrupta de la conciencia, rigidez del cuerpo, temblores generalizados, pérdida de control de la vejiga o mordida de la lengua, se dan en la epilepsia conocida como tónico-clónica, la cual es considerada el tipo más grave de epilepsia.

Posibles causas

La epilepsia puede afectar individuos de cualquier edad, incluso bebés o adultos mayores, y puede ser causada por los siguientes factores:

  • Factores genéticos, pues los individuos con casos de epilepsia en la familia tienen mayor riesgo de también desarrollar epilepsia;
  • Traumatismo craneal, luego de golpearse la cabeza en un accidente de carro, por ejemplo;
  • Enfermedades neurológicas, como mal de Alzheimer, síndrome de West o Síndrome de Lennox-Gastaud;
  • Enfermedades cerebrales, como ACV, quistes o cáncer en el cerebro;
  • Bajos niveles de azúcar en la sangre o disminución del calcio o magnesio;
  • Enfermedades infecciosas, como meningitis, encefalitis viral, neurocisticercosis o infección por VIH;
  • Lesión prenatal, como malformación cerebral durante la gestación o daño cerebral en el nacimiento por falta de oxígeno durante el parto;
  • Fiebre alta, principalmente en niños. 

En ciertos casos, la causa de la epilepsia no es identificada, recibiendo el nombre de epilepsia idiopática, la cual puede ser desencadenada por factores como sonidos fuertes, flashes luminosos o estar mucho tiempo sin dormir, por ejemplo. 

Generalmente, la primera crisis convulsiva ocurre entre los 2 y los 14 años de edad, y aquella que surge antes de los 2 años suele estar relacionada con defectos cerebrales, desequilibrios químicos o fiebres muy altas. Por otra parte, las crisis convulsivas que comienzan luego de los 25 años de edad probablemente son consecuencia de un traumatismo craneoencefálico, un ACV o un tumor. 

Principales síntomas

El principal síntoma de epilepsia son las convulsiones, también llamadas crisis convulsivas, ocasionadas por la actividad anormal de los impulsos eléctricos cerebrales, que puede afectar todas las funciones del cuerpo que son coordinadas por el cerebro. Por lo general, las señales de que la persona va a tener o está teniendo una crisis convulsiva incluyen:

  • Mirada fija y perdida, como si la persona estuviese desconectada del mundo;
  • Confusión;
  • Sensación de hormigueo en los brazos y en las piernas;
  • Alteración en la percepción de olores o sabores;
  • Movimientos bruscos incontrolables de los brazos y las piernas;
  • Temblores;
  • Rigidez en el cuerpo;
  • Contracciones de los músculos, las cuales pueden causar mordida de la lengua;
  • Incontinencia urinaria;
  • Pérdida de conciencia. 

Normalmente, las crisis convulsivas duran de 30 segundos a 5 minutos; sin embargo, existen casos donde pueden permanecer hasta por media hora, pudiendo ocurrir daño cerebral en esas situaciones.

Asimismo, los síntomas de la crisis epiléptica varían de acuerdo con el tipo de convulsión, dependiendo de cómo comienza la actividad cerebral anormal. En la mayor parte de los casos, una persona con epilepsia tiende a tener el mismo tipo de convulsión en todos los episodios. 

Vea más sobre los síntomas de la epilepsia

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de la epilepsia es realizado por el neurólogo de acuerdo con la evaluación de los síntomas que la persona presentó durante una crisis convulsiva y de los antecedentes médicos, y mediante el examen físico, donde el médico realiza pruebas de comportamiento, habilidades motoras y función mental. 

Asimismo, para determinar la causa de las convulsiones, el médico puede solicitar exámenes de sangre para detectar la presencia de infecciones, enfermedades genéticas u otras condiciones como diabetes, que pueden estar asociadas a convulsiones, y exámenes como electroencefalograma, tomografía computarizada, resonancia magnética o TEP (tomografía por emisión de positrones), que evalúan la actividad cerebral o defectos en el cerebro. 

Cómo es realizado el tratamiento

El tratamiento de la epilepsia debe ser indicado por el neurólogo e incluye el uso de un medicamento o una combinación de medicamentos anticolvulsivantes como fenobarbital, ácido valproico o carbamazepina, por ejemplo, para ayudar a controlar la actividad cerebral, disminuir la frecuencia y la intensidad de las convulsiones y evitar nuevas crisis convulsivas. 

Normalmente, luego de dos años o más sin crisis convulsivas, el médico puede reevaluar el tratamiento e incluso interrumpir el uso de los medicamentos, pero esto depende de la condición de la epilepsia de cada persona.

No obstante, cuando el uso de medicamentos no es capaz de controlar las crisis epilépticas, lo que caracteriza a la epilepsia refractaria, el médico puede indicar cirugía cerebral para remover el área del cerebro que está causando las convulsiones. 

Primeros auxilios durante una crisis epiléptica

Durante una crisis epiléptica, debe colocarse la persona acostada de lado para facilitar la respiración, y esta no debe ser movida durante las convulsiones, removiendo objetos que puedan caer o lastimar a la persona. La crisis deberá pasar en un máximo de 5 minutos; en caso de que demore más tiempo, se recomienda llevar a la persona al centro de urgencias más cercano o llamar a una ambulancia. 

Conozca todo lo que debe ser realizado durante una crisis de epilepsia