Entamoeba histolytica: síntomas de la infección, diagnóstico y cómo tratarla

Actualizado en octubre 2020

La Entamoeba histolytica es un protozoario, parásito intestinal, responsable por la disentería amebiana, que es una enfermedad gastrointestinal en la que hay diarrea severa, fiebre, temblores y heces con sangre o con secreciones blanquecinas. 

La infección por este parásito puede surgir en cualquier región y afectar cualquier persona; sin embargo, es más común en zonas de clima tropical con condiciones sanitarias precarias. Suele afectar a bebés y a niños que disfrutan de jugar en el suelo y tienen el hábito de colocarse todo en la boca, pues la principal forma de contagio de este parásito es por medio de la ingesta de agua o alimentos contaminados. 

Aunque sea relativamente fácil de tratar, cuando no es diagnosticada a tiempo, la infección por Entamoeba histolytica puede poner en riesgo la vida de la persona debido a que puede generar deshidratación. Por esta razón, tan pronto como surjan síntomas sugestivos de esta infección, principalmente en niños, es importante acudir a urgencias para que sea confirmada la enfermedad e iniciado el tratamiento más adecuado. 

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Principales síntomas

Algunos de los principales síntomas que pueden indicar la infección por Entamoeba histolytica son los siguientes:

  • Malestar abdominal leve o moderado;
  • Sangre o secreciones en las heces;
  • Diarrea intensa, que puede favorecer el desarrollo de deshidratación;
  • Heces blandas;
  • Fiebre y temblores;
  • Náuseas;
  • Cansancio. 

Es importante que la infección se identifique de forma temprana, pues la Entamoeba histolytica puede generar deshidratación y atravesar la pared del intestino y liberar quistes en el torrente sanguíneo, los cuales pueden afectar otros órganos, como el hígado, y favorecer el surgimiento de abscesos y la necrosis del órgano. 

Cómo confirmar el diagnóstico 

El diagnóstico de la infección por Entamoeba histolytica puede llevarse a cabo mediante la observación y el análisis de los síntomas presentados por la persona. Para confirmar sus sospechas, el médico incluso puede pedir la realización de un estudio parasitológico de heces, en el cual se recolectan tres muestras de heces en días diferentes debido a que el parásito no siempre se encuentra presente.

Asimismo, el médico también puede indicar que se analicen las heces para detectar sangre oculta, así como otras prueba de laboratorio que ayuden a determinar si la infección está presente y activa. Cuando existe la sospecha de que la infección ya está diseminada por el cuerpo, pueden llevarse a cabo otras pruebas como ecografía o tomografía computarizada, por ejemplo, para evaluar si existen lesiones en otros órganos. 

Cómo ocurre la infección

La infección por Entamoeba histolytica ocurre por medio de la ingesta de quistes presentes en el agua o comidas contaminadas con heces. Cuando los quistes de la Entamoeba histolytica entran en el cuerpo, se alojan en las paredes del tracto digestivo y liberan formas activas del parásito, los cuales acaban reproduciéndose y migrando al intestino grueso, donde más tarde pueden atravesar la pared del intestino y diseminarse por todo el cuerpo. 

La persona infectada por Entamoeba histolytica puede contagiar a otras personas en caso de que sus heces contaminen el suelo o el agua utilizada para beber, lavar los platos o bañarse. De esta forma, es muy importante evitar algún tipo de agua que pueda estar contaminada con aguas residuales. 

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Cómo es realizado el tratamiento

El tratamiento para la amebiasis intestinal no complicada generalmente es realizado solo con el uso de metronidazol por un máximo de 10 días seguidos, de acuerdo con las indicaciones médicas. En ocasiones, también puede recomendarse el uso de algunos medicamentos que ayuden a aliviar los síntomas presentados, como domperidona o metoclopramida. 

En los casos más graves, en los que la amebiasis se disemina a otras partes del cuerpo, además del tratamiento con metronidazol, también se debe intentar resolver las lesiones causadas a los órganos. 

Cómo evitarla

Para protegerse de la infección por Entamoeba histolytica, se debe evitar el contacto con aguas residuales, aguas contaminadas o no tratadas, inundaciones, lodo o ríos con agua estancada, y tampoco se aconseja el uso de piscinas no tratadas con cloro. 

Asimismo, si las condiciones de saneamiento en la ciudad donde se vive no son las mejores, se debe siempre hervir el agua antes de utilizarla para lavar alimentos o para beber. Otra opción es desinfectar y purificar el agua en casa, lo que puede llevarse a cabo recurriendo a la utilización de hipoclorito de sodio.

Conozca cómo usar el hipoclorito de sodio para purificar el agua

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