Disquecia del lactante: qué es, síntomas, causas y tratamiento

La disquecia del lactante es una condición común en bebés menores de 9 meses, causada por la falta de coordinación entre la relajación del suelo pélvico y la apertura del músculo elevador del ano, un proceso clave para la eliminación de las heces. 

En los lactantes, esta condición se manifiesta con síntomas como esfuerzo excesivo para defecar, heces normales o ausentes, y llanto constante. En adultos, la disquecia se refiere exclusivamente a la presencia de dolor, dificultad y esfuerzo para defecar.

Para aliviar la disquecia en los bebés, el pediatra puede recomendar masajes en el abdomen, cobijarlo con cariño, cantarles y darles un baño de agua tibia. En el caso de los adultos, el tratamiento de la disquecia depende de la causa que lo origina y puede incluir medicamentos, fisioterapia o incluso cirugía.

bebe siendo cobijado

Síntomas de disquecia

Los principales síntomas de disquecia del lactante son:

  • Hacer mucha fuerza para defecar;
  • heces blandas, normales o ausentes;
  • grito y llanto excesivos al defecar;
  • retorcer el cuerpo o patalear;
  • enrojecimiento del rostro al hacer fuerza para defecar.

Los síntomas de la disquecia del lactante se manifiestan antes y durante la defecación y, por lo general, duran entre 10 y 20 minutos, pudiendo repetirse varias veces al día.

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¿Hasta qué edad puede durar la disquecia del lactante?

La disquecia puede durar hasta 3 o 4 semanas y puede aparecer en cualquier momento durante los primeros 9 meses de vida. Este es el período en el que el bebé comienza a coordinar las ganas de defecar con la fuerza necesaria para poder eliminar las heces.

Cómo se confirma el diagnóstico

El diagnóstico de disquecia del lactante lo realiza el pediatra mediante una evaluación de los signos y síntomas, así como de la historia clínica del bebé.

Los criterios para diagnosticar la disquecia del lactante son esfuerzo para defecar que dure al menos 10 minutos, llanto antes de la defecación y ausencia de problemas de salud. 

Para confirmar el diagnóstico, el pediatra puede realizar una evaluación mediante tacto rectal, lo que ayuda a identificar alteraciones en el ano, el recto o el intestino.

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Posibles causas

La disquecia del lactante es causada por la falta de madurez y coordinación entre el deseo de defecar, la relajación de los músculos del suelo pélvico y la apertura del esfínter anal, lo que dificulta la eliminación de las heces.

El cambio de leche materna a fórmula puede generar heces más duras, ya que el organismo del bebé no está adaptado al nuevo tipo de grasa. Esto puede resultar en una dificultad para eliminar las heces.

Cómo tratar la disquecia del lactante

El tratamiento de la disquecia del lactante es simple y se realiza de la siguiente forma:

  • Cobijar al bebé mediante abrazos, cariño, conversación, cantos y un baño de agua tibia para que pueda calmarse; 
  • introducir alimentos a los 6 meses; 
  • masajes en el abdomen, que pueden ayudar a mejorar la coordinación entre el cerebro y el cuerpo; 
  • doblar las piernas hacia el abdomen, lo que puede ayudar a relajar el suelo pélvico.

Estos cuidados contribuyen a aliviar la disquecia, favoreciendo el bienestar y la tranquilidad del bebé.

En adultos, el tratamiento puede variar dependiendo de la causa de disquecia, pudiendo incluir el uso de medicamentos, fisioterapia y en algunos casos cirugía.

¿Existe algún medicamento para la disquecia del lactante?

La disquecia del lactante no tiene tratamiento farmacológico, ya que es una condición que se resuelve de forma natural a medida que el bebé crece. 

Con el tiempo, el bebé aprende a coordinar el deseo de defecar, la relajación de los músculos del suelo pélvico y la apertura del esfínter anal. Por esta razón, el uso de supositorios, laxantes o estimulación rectal no está indicado, ya que estos pueden interferir en el desarrollo del reflejo defecatorio del bebé.