Dímero D: qué es, valores normales, y para qué sirve

El dímero D es una proteína que se forma cuando la fibrina, componente de los coágulos, se descompone en el cuerpo, lo que indica que se están formando y deshaciendo coágulos de manera activa. Los valores normales suelen ser menores a 0,5 µg/mL FEU.

Tener el dímero D elevado no revela la causa exacta ni confirma la presencia de un coágulo, ya que puede aumentar por edad avanzada, embarazo, ejercicio intenso, trombosis, inflamación, cáncer, enfermedades cardiovasculares, renales o hepáticas, traumatismos o COVID-19. Por ello, es importante interpretar el resultado junto con otros exámenes y el contexto clínico.

La prueba del dímero D se realiza a través de una extracción de sangre y sirve principalmente para descartar trombosis venosa profunda o embolia pulmonar cuando la probabilidad clínica no es alta, y también para evaluar la coagulación en situaciones específicas. Sus resultados siempre deben interpretarse junto con la historia clínica, la exploración física y otros estudios complementarios.

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Cuáles son los valores normales

El valor de referencia del dímero D depende del método utilizado y del laboratorio. En muchos casos, los resultados inferiores a 0,5 µg/mL FEU, equivalente a 500 ng/mL FEU, se consideran normales.

En personas mayores de 50 años, algunos protocolos aplican un punto de corte ajustado por edad para reducir falsos positivos sin comprometer la seguridad diagnóstica.

Ante valores aumentados de este marcador, es importante investigar la causa, lo que puede incluir la solicitud de otras pruebas de sangre según el contexto clínico, como el hemograma o los marcadores inflamatorios. 

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Dímero D elevado

Tener el dímero D elevado indica que en el organismo se ha formado y degradado fibrina, es decir, el sistema de coagulación y la fibrinólisis está activo. Sin embargo, un valor alto no revela la causa exacta ni confirma la presencia de un coágulo.

Las principales causas que pueden provocar una elevación del dímero D incluyen:

  • Condiciones fisiológicas, como edad avanzada, embarazo o ejercicio intenso de corta duración;
  • Trastornos tromboembólicos y de la hemostasia, como coagulación intravascular diseminada, trombosis venosa profunda y tromboembolismo pulmonar;
  • Infecciones e inflamaciones;
  • Cáncer;
  • Cirugías, traumatismos e inmovilidad;
  • Enfermedades cardiovasculares, como fibrilaciones auriculares, insuficiencia cardíaca y disección aórtica aguda;
  • Enfermedades hepáticas y renales, como cirrosis e insuficiencia renal;
  • COVID-19, en algunos casos.

Cuando el dímero D está muy alto, suele señalar la presencia de una enfermedad grave y, con frecuencia, se asocia a trombosis, sepsis, cáncer o complicaciones tras cirugía o trauma. Por eso, es necesario que un profesional de la salud realice estudios específicos para determinar la causa de origen.

Además de la evaluación del dímero D, es importante realizar otras pruebas que ayuden a identificar la causa del aumento de este marcador.

Según los antecedentes de salud de la persona y la presencia de síntomas, el médico puede recomendar un hemograma y análisis para evaluar la función del hígado, los riñones y el corazón, así como medir los niveles de lactato deshidrogenasa y de proteína C reactiva.

Otras pruebas que pueden solicitarse junto con el dímero D son el tiempo de protrombina y el tiempo de tromboplastina parcial activado, que forman parte del coagulograma y permiten evaluar si el proceso de coagulación se desarrolla de manera normal. 

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Para qué sirve

La prueba del dímero D sirve principalmente para descartar la presencia de trombosis venosa profunda y tromboembolismo pulmonar, cuando la probabilidad clínica no es alta, ya que este marcador se encuentra aumentado en estas situaciones.

Además, puede utilizarse para evaluar el funcionamiento del sistema de coagulación en situaciones específicas definidas por el médicos y sus resultados siempre deben interpretarse junto con la historia clínica, la exploración física y otros estudios complementarios para determinar la causa de cualquier alteración. Vea mejor cómo ocurre la coagulación.