35 semanas de embarazo: desarrollo del bebé y cambios en la mujer

Actualizado en enero 2024

En la 35.ª semana de gestación, el bebé ya posee el rostro más liso y la piel menos arrugada debido a la acumulación de una capa de grasa bajo la piel, la cual también ya se encuentra cubierta con una capa espesa de vérnix caseosa, una sustancia que protege la piel del bebé del líquido amniótico y de infecciones, y que va a actuar como un lubricante para ayudarlo a pasar por el canal vaginal en el futuro parto. 

En esta fase del embarazo, el bebé ya está completamente formado y se mueve al oír sonidos, siendo posible que la mujer sienta sus movimientos y, en ciertas ocasiones, si ella mira hacia el vientre, puede distinguir el contorno de un codo, un pie o de la cabeza. 

Durante esta semana, la mujer puede continuar teniendo los síntomas de sensación de falta de aire, ganas frecuentes de orinar, contracciones de Braxton-Hicks o sensación de ardor en el estómago, y puede surgir dificultad para dormir y cansancio excesivo. 

Imagem ilustrativa número 1

Desarrollo del bebé

Los principales logros en el desarrollo del bebé en la semana 35 de embarazo son:

  • Las arrugas de la piel del bebé desaparecen y el rostro se vuelve más terso;
  • La piel tiene un color rosado y deja de ser rojiza, esto se debe a la grasa que se ha acumulado debajo de la piel, la cual será utilizada para controlar la temperatura corporal después del nacimiento;
  • La piel del bebé está recubierta por una gruesa capa de vérnix caseosa que tiene la función de prevenir infecciones, hidratar y proteger la piel del líquido amniótico, además de actuar como lubricante para ayudar al bebé a pasar por el canal vaginal durante el futuro parto;
  • Puede que el bebé ya tenga mucho cabello y sus uñas lleguen hasta la punta de los dedos, pero las uñas de los pies aún no están completamente desarrolladas;
  • Los dos riñones funcionan al 100%, al igual que el hígado, que también es capaz de realizar sus funciones, procesando sustancias que el cuerpo ya no necesita.

En esta etapa del embarazo, la pared del útero se vuelve más delgada, dejando pasar más luz, lo que facilita la regulación de los ciclos de actividad durante el día y la noche y hará que el bebé cierre los ojos y parpadee, reaccionando a la luz intensa.

Aunque ya no tiene mucho espacio dentro del útero, el bebé suele reaccionar con frecuencia a los sonidos, pudiendo moverse o saltar cuando escucha música, la voz de su madre o un ruido fuerte. Es posible que la mujer sienta los movimientos del bebé y que, al mirar la panza, se distinga el contorno de un codo, pie o cabeza.

Tamaño y peso del bebé

El tamaño del feto con 35 semanas de gestación es de alrededor de 45,7 centímetros medidos de la cabeza a los pies, y cerca de 32 centímetros de la cabeza a los glúteos, siendo equivalente al tamaño de un melón amarillo. 

El peso del bebé esta semana es de 2,5 a 2,7 Kg aproximadamente. 

Cambios en el cuerpo de la mujer

En la 35.ª semana de embarazo, la mujer puede tener dificultades para dormir o insomnio debido al tamaño del vientre, por lo que puede sentirse más cansada a lo largo del día. 

Asimismo, los síntomas de sensación de falta de aire o las ganas frecuentes de orinar pueden continuar. 

En esta semana de gestación, también es común que la mujer presente los síntomas de contracciones de Braxton-Hicks, acidez o sensación de ardor en el estómago, o hinchazón de las piernas y los pies, principalmente al final del día. 

Cuidados durante la 35.ª semana

En la semana 35 de embarazo, ciertos cuidados son importantes para ayudar a aliviar las molestias que pueden surgir, tales como:

  • Dificultad para dormir o insomnio: dormir con una almohada entre las piernas y acostada de lado o en una posición que la mujer se sienta cómoda, ayuda a reducir las molestias que dificultan el sueño. Además, es importante crear una rutina de sueño y un ambiente tranquilo y confortable para dormir, y evitar dormir durante el día para no afectar el sueño nocturno;
  • Cansancio excesivo: descansar durante el día, si es posible, o acostarse más temprano por la noche, puede ayudar a disminuir el cansancio y aumentar la disposición;
  • Sensación de falta de aire: dormir acostada del lado izquierdo y cambiar de posición para intentar colocarse lo más recta posible, con el objetivo de darle un poco más de espacio a los pulmones para que se expandan, puede ayudar a mejorar esta molestia. Sin embargo, si surge falta de aire intensa, dificultad para respirar, respiración rápida o jadeo, dolor en el pecho, labios o dedos azulados o adormecimiento de las manos o pies, se debe buscar ayuda médica inmediatamente o acudir al puesto de salud más cercano;
  • Ganas frecuentes de orinar: no se debe retener la orina, pues dejarla en la vejiga puede aumentar el riesgo de infección urinaria. Asimismo, a pesar del aumento de la frecuencia urinaria, que ocurre gracias al peso del útero sobre a vejiga, la mujer no debe reducir la ingesta de agua, ya que la deshidratación aumenta el riesgo de parto prematuro;
  • Contracciones de Braxton-Hicks: beber un vaso de agua, hacer ejercicios de relajación o de respiración profunda, o bañarse con agua tibia hasta por 30 minutos, son técnicas que pueden ayudar a aliviar las molestias de las contracciones. Además, se recomienda movilizar el cuerpo, cambiando de posición o haciendo una caminata leve, o descansar si la mujer estaba muy activa cuando las contracciones iniciaron. Sin embargo, si la contracción es fuerte, muy frecuente o está acompañada de otros síntomas como dolor en la espalda, sangrado vaginal o flujo líquido, se debe buscar ayuda médica de inmediato, pues la mujer puede haber entrado en trabajo de parto. Vea cuáles son los síntomas del trabajo de parto;
  • Acidez o sensación de ardor estomacal: comer en pequeñas cantidades en intervalos menores de 2 o 3 horas, evitar comer o beber hasta 3 horas antes de acostarse, evitar bebidas durante las comidas, colocar la cabecera de la cama más alta y evitar consumir alimentos que estimulen la acidez, como frituras, comidas con mucha pimienta o muy condimentadas, por ejemplo, pueden ayudar a aliviar esta incomodidad. Vea otros consejos para aliviar la acidez durante la gestación;
  • Hinchazón en las piernas o en los pies: no permanecer mucho tiempo de pie y colocar los pies a una altura mayor que el cuerpo, apoyándolos cuando la mujer requiera sentarse, ayuda a mejorar la circulación sanguínea de las piernas y contribuye a evitar la hinchazón de las piernas y los pies. Asimismo, practicar ejercicio de forma regular, como caminatas o natación, bajo la orientación del médico, puede ayudar a reducir las molestias. No obstante, si la hinchazón no mejora, comienza de forma repentina o se presenta en las manos y en el rostro, se debe acudir al médico inmediatamente, pues puede ser señal de preeclampsia. Conozca más sobre los síntomas y el tratamiento de la preeclampsia.

Durante todo el embarazo, es importante seguir la recomendaciones médicas, realizar las consultas prenatales, tomar el ácido fólico y los suplementos indicados y realizar actividades físicas recomendadas por el obstetra, pues esto permite controlar mejor el peso, mejorar la calidad del sueño y fortalecer la musculatura. 

Además, se debe beber al menos 8 vasos de agua al día y tener una alimentación nutritiva y balanceada, que incluya frutas y verduras frescas, para garantizar el suministro de los nutrientes esenciales para el desarrollo del bebé y ayudar a controlar el aumento de peso durante el embarazo. Vea cómo debe ser la alimentación en la gestación

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