Citrato de potasio: para qué sirve, dosis y cómo tomar

El citrato de potasio es una sal de potasio derivada del ácido cítrico que actúa reduciendo la acidez de la orina. Una vez absorbido, se transforma en bicarbonato, lo que eleva el pH urinario y aumenta los niveles de citrato en la orina. Estos efectos ayudan a disminuir el riesgo de formación de cálculos en el tracto urinario y a corregir ciertos desequilibrios en el organismo.

Este medicamento se ha utilizado durante muchos años para prevenir piedras en los riñones y tratar condiciones que hacen que la orina se vuelva demasiado ácida.

Además de sus beneficios para la salud renal, algunas investigaciones sugieren que el citrato de potasio puede favorecer la salud ósea y reducir la recurrencia de cálculos tras ciertos tratamientos quirúrgicos. Sin embargo, sus usos principales aprobados siguen estando relacionados con problemas urinarios y metabólicos.

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Para qué sirve

El citrato de potasio se usa para tratar y prevenir problemas en los riñones y el tracto urinario, así como algunos trastornos metabólicos. Ayuda a aumentar el citrato en la orina y a reducir su acidez, lo que disminuye el riesgo de formar piedras y contribuye a mantener el equilibrio químico del cuerpo.

Se indica principalmente para:

  • Prevenir y tratar piedras de oxalato de calcio cuando los niveles de citrato son bajos;
  • Manejar piedras de ácido úrico, con o sin presencia de cálculos de calcio;
  • Tratar piedras de calcio mixtas en personas con bajo citrato urinario;
  • Tratar acidosis tubular renal distal (tipo 1) en adultos y niños mayores de un año;
  • Corregir la acidosis metabólica y prevenir la nefrocalcinosis.

También se utiliza en personas con mayor riesgo de piedras renales para ayudar a mantener la función renal y el equilibrio químico del cuerpo.

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Dosis del citrato de potasio

La dosis de citrato de potasio depende de la edad, el estado de salud y el nivel de citrato en la orina. En adultos con cálculos renales, se puede indicar entre 30 y 60 mEq al día, generalmente dividido en dos o tres dosis. En algunos casos, la dosis puede aumentar, pero normalmente no supera los 100 mEq al día.

En niños con acidosis tubular renal, la dosis se calcula según el peso y la edad. Los niños más pequeños pueden iniciar con cantidades mayores por kilogramo de peso, mientras que los adolescentes requieren menos. El objetivo suele ser entre 3 y 4 mEq por kilogramo cada día.

Cómo tomar

Se recomienda tomar el citrato de potasio con las comidas o dentro de los 30 minutos posteriores a comer, y las tabletas deben tragarse con abundante agua. El tratamiento suele ajustarse con el tiempo según los resultados de laboratorio y la tolerancia al medicamento.

Efectos secundarios

El citrato de potasio puede causar efectos no deseados, siendo los más comunes malestar estomacal, náuseas, vómitos o diarrea, que generalmente son leves y mejoran en pocos días.

Entre los efectos más graves se encuentran niveles altos de potasio en la sangre, que pueden provocar debilidad, latidos irregulares o dolor en el pecho. En casos raros, también puede causar sangrado en el estómago o intestinos. Cualquier persona que presente estos síntomas debe acudir de inmediato a un profesional de la salud.

Contraindicaciones

El citrato de potasio no debe usarse en personas con niveles altos de potasio en sangre, problemas renales graves, diabetes descontrolada, deshidratación, problemas en las glándulas suprarrenales, úlceras estomacales o bloqueo intestinal.

También debe evitarse en personas que toman ciertos medicamentos, como diuréticos ahorradores de potasio, inhibidores de la ECA o ARA II, ya que aumentan el riesgo de hiperpotasemia.

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Se requiere precaución durante el embarazo y la lactancia, usándose solo si es claramente necesario. Los adultos mayores y las personas con función renal reducida deben iniciar con dosis bajas y ser monitoreados de cerca.