Tiroidectomía: cómo se realiza, principales tipos y complicaciones

Actualizado en julio 2021

La cirugía de tiroides, procedimiento denominado tiroidectomía, se realiza para tratar problemas en la tiroides, como nódulos, quistes, aumento exagerado de la tiroides o cáncer, y puede ser total o parcial, dependiendo si la glándula es, o no, retirada por completo.

Generalmente, esta cirugía es delicada, ya que se encuentra cerca de venas, arterias, nervios y músculos esenciales para la vida, sin embargo, es común que no haya complicaciones, incluso en casos de cáncer, siendo poco frecuentes cambios en la voz o hematomas.

Imagem ilustrativa número 2

La recuperación de la cirugía es simple, siendo necesario evitar hacer esfuerzos para no provocar hinchazón y sangrado en la zona del corte, quedando una cicatriz en el cuello.

Tipos de cirugía para remover la tiroides

La cirugía de tiroides se realiza con anestesia general y durante la operación, que tarda cerca de 2 horas, el médico hace un corte en el cuello permitiendo observar y retirar la tiroides.

Generalmente, antes de la cirugía de tiroides, se deben hacer 8 horas de ayuno y no tomar ciertos medicamentos en los 10 días anteriores, como AAS, Aspirina o Mejoral, por ejemplo porque aumentan el riesgo de sangrado durante la cirugía y en el posoperatorio, además de que pueden perjudicar la cicatrización. Los principales tipos de cirugía son:

  • Tiroidectomía total: consiste en remover completamente la tiroides, existiendo obligatoriamente la necesidad de reposición hormonal.;
  • Tiroidectomía parcial (lobectomía): consiste en retirar sólo un lado, así como el istmo, que es la parte que une los dos lados, quedando la mitad de tiroides funcionando normalmente. Puede estar indicada en caso de cáncer de tiroides del tipo papilar o folicular, y es necesario evaluar si la persona necesita o no reposición hormonal. 

En algunos casos, además de remover la tiroides, puede ser necesario ​​​​​​​realizar un vaciamiento cervical, en el cual se retiran los ganglios linfáticos cercanos a la tiroides y algunos cervicales, cuando estos se encuentren afectados o para evitar que se afecten, especialmente en caso de cáncer de tiroides del tipo medular o anaplásico. En el caso del cáncer folicular o papilar el médico puede no tener la necesidad del vaciamiento cervical si la biopsia indica que estos no están afectados. 

Imagem ilustrativa número 1
Después de la cirugía
Imagem ilustrativa número 3
3 días después de la cirugía

En la mayoría de los casos, la persona puede mantenerse hospitalizada por 1 o 2 días, ya que el riesgo de sufrir complicaciones es bajo. Sin embargo, no se recomienda ir a la escuela o a trabajar en la primera semana después de la cirugía.

El médico puede decidir si es necesario realizar el tratamiento con yodo radiactivo, que sirve para eliminar completamente cualquier vestigio de células malignas.

Conozca para qué sirve el yodo radiactivo y sus riesgos.

Recuperación después de retirar la tiroides

El posoperatorio de la cirugía de tiroides dura cerca de 15 días y durante ese tiempo debe evitarse hacer esfuerzos físicos, como correr o actividades domésticas intensas para evitar el desarrollo de hinchazón y sangrado en el lugar del corte. Sin embargo, no es necesario reposo total, pudiéndose en la mayoría de los casos, caminar, trabajar y mover el cuello la semana siguiente a la operación. 

Después de salir del quirófano puede tener un drenaje en el cuello para retirar el exceso de líquido con sangre y evitar hematomas y ya que es normal sentir algún dolor el médico puede indicar el uso de analgésicos y antiinflamatorios, como Paracetamol o Ibuprofeno, además de comer alimentos líquidos y blandos para disminuir la incomodidad del alimento en la garganta.

Además, permanece con una gasa en el cuello para evitar el contacto con bacterias y suciedad, además de proteger del sol el lugar donde se hizo el corte, el cual no debe mojarse. Normalmente, el paciente va a casa con el vendaje, el cual debe ser retirado alrededor de 3 días después de la cirugía en el hospital, siendo también retirados los puntos cuando estos aún son visibles.

Imagem ilustrativa número 4
10 días después de la cirugía

Complicaciones de la tiroidectomía

Generalmente, la cirugía de tiroides no conlleva complicaciones, pero las consecuencias más comunes incluyen:

  • Dolor de garganta y tos, que puede causar dificultad para comer y que normalmente se reduce al cabo de 1 semana, estando relacionados con la inflamación de la garganta;
  • Cambios en la voz, como ronquera y cansancio al hablar que normalmente pasa espontáneamente después de algunos meses, siendo en algunos casos necesario entrenamiento para la voz;
  • Disminución de los niveles de calcio en la sangre, ya que cerca de la tiroides se encuentran las glándulas paratiroides que producen una hormona conocida como PTH, responsable de regular el nivel de calcio en la sangre;
  • Hematoma en el cuello que puede provocar dolor e hinchazón en el cuello. 

Como se hace un corte en el cuello, es normal que quede una cicatriz fina que puede variar entre 3 a 15 cm.

Cómo es vivir sin tiroides

Es posible vivir sin tiroides porque las hormonas producidas por este órgano pueden ser sustituidas por medicamentos en comprimidos con calcio y vitamina D, como levotiroxina o Synthroid, por ejemplo, recomendados por el endocrinólogo, los cuales tienen que ser tomados en la mañana y en ayuno.

Después de remover la tiroides completamente, estos medicamentos deben tomarse para toda la vida, con el fin de mantener el nivel de hormonas estable y evitar síntomas como hormigueo y calambres. Estos medicamentos pueden comenzar a tomarse después de la cirugía. Conozca más sobre los medicamentos para la tiroides. 

Cuando se retira sólo la mitad de la tiroides no siempre es necesario hacer esa reposición hormonal porque la mitad que permanece podrá ajustarse a producir la cantidad de hormonas que el cuerpo necesita. Así, el médico debe pedir la realización de exámenes de sangre y ultrasonido para verificar el resultado de la cirugía y evaluar cómo están los niveles de estas hormonas en el torrente sanguíneo alrededor de 1 mes después de remover parte de la tiroides. Durante ese tiempo de espera la persona deberá observar si presenta síntomas de cambios en la tiroides como alteraciones menstruales, calambres, cansancio en las piernas o sensación de hormigueo. Conozca los principales síntomas que indican problemas en la tiroides.

¿Retirar la tiroides engorda?

Al retirar completamente la tiroides y no hacer la reposición hormonal puede haber hipotiroidismo, y una de las características de ello es el aumento del peso e hinchazón corporal. Por ello, es necesario tomar los medicamentos para sustituir las hormonas que la tiroides producía para mantener el peso adecuado y mantener las otras funciones del cuerpo, como regulación de la temperatura interna. Por eso siempre que se  le retira completamente la tiroides a un paciente debe tomar los medicamentos durante toda la vida.

Retirar solamente la mitad de la tiroides también puede llevar al aumento del peso, cuando la mitad que permanece no es capaz de producir las hormonas que el cuerpo necesita. Por eso, además de hacer los exámenes de la tiroides periódicamente, es necesario observar si surgen síntomas relacionados al hipotiroidismo. Conozca los 5 exámenes que evalúan la tiroides.

Si el médico indica el tratamiento con el yodo radioactivo después de retirar la tiroides, no es posible iniciar la toma de las hormonas tiroideas, por lo que durante estos 30 días de intervalo entre un procedimiento y otro, es común que la persona se siente hinchada, con dolor de cabeza la cabeza y la falta de concentración, pero este período sin medicamentos es importante para aumentar la eficacia de la yodoterapia radioactiva, que puede eliminar completamente las células malignas. Después de este tratamiento, el médico podrá indicar la toma de los medicamentos para la tiroides, y los síntomas desagradables deben desaparecer en pocos días.