El carcinoma basocelular, también denominado carcinoma de células basales, es el tipo de cáncer de piel más común, el cual representa alrededor del 95% de todos los casos de cáncer de piel. Este tipo de cáncer por lo general surge como pequeñas manchas que van creciendo lentamente con el tiempo, pero que no afectan otros órganos además de la piel.
De esta forma, el carcinoma basocelular tiene bastantes probabilidades de curación porque, en la mayoría de los casos, es posible remover todas las células cancerosas solo con cirugía, siempre que sea diagnosticado en las primeras etapas de desarrollo.
Este tipo de cáncer es más común después de los 40 años, en especial en personas de piel clara, cabello rubio y ojos claros, que se exponen excesivamente al sol. No obstante, el carcinoma basocelular puede surgir a cualquier edad, por lo que es importante saber cómo identificar los primeros signos de cáncer de piel para estar atento ante cualquier alteración.

Tipos de carcinoma basocelular
Existen varios tipos de carcinoma basocelular, los cuales son:
- Carcinoma basocelular nodular: es el tipo más común, afecta principalmente la piel del rostro y suele surgir como una lesión ubicada en el centro de una mancha roja;
- Carcinoma basocelular superficial: suele afectar regiones del cuerpo como espalda y tronco, y puede ser confundido con un eritema en la piel o enrojecimiento;
- Carcinoma basocelular infiltrante: es el carcinoma más agresivo, el cual puede atacar otras partes del cuerpo;
- Carcinoma basocelular pigmentado: se caracteriza por presentar manchas más oscuras, lo que lo hace más difícil de diferenciar del melanoma.
Los tipos de carcinoma basocelular se distinguen de acuerdo con las características que presentan, por lo que pueden ser difíciles de identificar. De esta forma, siempre que se sospeche de cáncer en la piel, por la presencia de una mancha dudosa en la misma, por ejemplo, se debe consultar un dermatólogo lo antes posible.
Principales síntomas
Este tipo de cáncer se desarrolla principalmente en aquellas partes del cuerpo que están más expuestas a la luz solar, como rostro o cuello, presentando los siguientes síntomas:
- Pequeña herida que no cicatriza o que sangra de forma repetida;
- Pequeña elevación en la piel de color blanquecino, en la cual es posible observar vasos sanguíneos;
- Pequeña mancha marrón o roja que va aumentando de tamaño con el paso del tiempo.
Estos signos deben ser examinados por un dermatólogo; además, en caso de que exista sospecha de cáncer, puede ser necesario llevar a cabo una biopsia para evaluar el tejido y determinar si existen células malignas.
En caso de que la mancha en la piel presente características como bordes muy irregulares, asimetría o un tamaño que aumenta muy rápido con el tiempo, también puede ser indicativo de melanoma, por ejemplo, que es el tipo más grave de cáncer de piel.
Posibles causas
El carcinoma basocelular surge cuando las células de la parte externa de la piel sufren una alteración genética y se multiplican de forma desordenada, ocasionando la aparición de lesiones en el cuerpo, principalmente en el rostro.
Este crecimiento de células anormales es provocado por la exposición excesiva a los rayos ultravioletas que son emitidos por la luz solar o las lámparas de bronceado artificial. No obstante, aquellas personas que no han estado expuestas al sol también pueden padecer de carcinoma basocelular, y no existe, en estos casos, una causa bien definida.

Cómo es realizado el tratamiento
El tratamiento suele ser realizado mediante una cirugía a láser o la aplicación de frío en la zona de la lesión, con la finalidad de remover todas las células malignas e impedir que continúen desarrollándose.
Luego de dicho procedimiento, es indispensable acudir a varias consultas de revisión para realizar nuevas pruebas y evaluar si el cáncer continúa creciendo o si se curó por completo. En caso de que se haya curado, solo se requiere consultar al médico una vez al año para garantizar que no surgió ninguna otra señal.
Sin embargo, cuando la cirugía no es suficiente para tratar el cáncer y el carcinoma continúa creciendo, puede ser necesario llevar a cabo algunas sesiones de radioterapia o quimioterapia para lograr retrasar la evolución y eliminar las células malignas que continúan multiplicándose.
Qué hacer para prevenirlo
Para evitar que el carcinoma basocelular se desarrolle, se recomienda aplicar protector solar con factor de protección superior a 30, así como evitar la exposición al sol en horarios donde los rayos ultravioletas son muy intensos, usar sombrero y ropa con protección UV, colocarse protector labial con filtro solar y no someterse a bronceados artificiales.
Asimismo, es necesario tener precaución con niños y bebés, como aplicar filtro solar apropiado para su edad, pues estos son más susceptibles a los efectos negativos de la radiación ultravioleta.