Atrofia vaginal: qué es, síntomas, causas y tratamiento

La atrofia vaginal es el adelgazamiento, la sequedad y la inflamación de las paredes vaginales, lo que puede causar síntomas como ardor, picazón o dolor durante el contacto íntimo.

También conocida como vaginitis atrófica o síndrome genitourinario, esta condición es causada por una disminución en la producción de estrógenos por parte de los ovarios, por lo que es más común en mujeres que están atravesando la menopausia.

El tratamiento debe ser indicado por un ginecólogo y puede incluir el uso de hidratantes vaginales, terapia de reemplazo hormonal, láser o fisioterapia.

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mujer en consulta

Principales síntomas

Los principales síntomas de la atrofia vaginal son:

  • Sequedad vaginal;
  • Ardor o picazón;
  • Dolor o molestia durante el contacto íntimo;
  • Disminución o falta de lubricación;
  • Urgencia para orinar o incontinencia urinaria.

Además, la atrofia vaginal puede causar infecciones urinarias frecuentes, sangrado leve después del contacto íntimo y flujo vaginal que puede ser acuoso o amarillento. 

Ante la presencia de síntomas de atrofia vaginal, se recomienda consultar con un ginecólogo para confirmar el diagnóstico e indicar el tratamiento adecuado, en caso de ser necesario.

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Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de la atrofia vaginal lo realiza un ginecólogo mediante la evaluación de los síntomas, la historia clínica, la edad y un examen físico.

En algunos casos, el especialista puede solicitar pruebas adicionales, como un papanicolaou, análisis de orina y niveles hormonales en sangre, ultrasonido o análisis del pH vaginal.

Posibles causas

La atrofia vaginal es causada por la disminución de la producción de estrógeno por los ovarios, lo que provoca una pérdida de colágeno y elastina en el tejido vaginal.

Esto da lugar a una disminución de la elasticidad de la mucosa vaginal, volviéndola más fina y dificultando la lubricación vaginal.

Factores de riesgo

Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de atrofia vaginal son:

  • Menopausia;
  • Premenopausia;
  • Lactancia materna;
  • Cirugía de extracción de ovarios;
  • Radioterapia pélvica;
  • Quimioterapia para el cáncer.

Además, el tratamiento del cáncer de mama que incluye medicamentos para bloquear la producción de estrógenos también puede causar atrofia vaginal.

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Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la atrofia vaginal debe ser indicado por un ginecólogo y puede incluir:

1. Hidratantes vaginales

Los hidratantes vaginales pueden ser indicados por el médico para mantener la región íntima hidratada, lo que alivia la sequedad vaginal, la irritación y la picazón.

El uso de hidratantes vaginales suele ser la primera opción de tratamiento no hormonal para mujeres que atraviesan la menopausia o que han recibido tratamiento para el cáncer de mama.

Estos productos tienen un efecto que dura aproximadamente tres días. Suelen contener ácido hialurónico o policarbófilo, y se presentan en forma de gel o crema.

Algunos ejemplos de hidratantes vaginales son K-Y, Replens y Sliquid.

2. Lubricantes vaginales

Los lubricantes vaginales a base de agua pueden ser indicados por el ginecólogo para aliviar temporalmente la sequedad vaginal y reducir el dolor o la incomodidad durante el contacto íntimo.

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3. Dilatadores vaginales

Los dilatadores vaginales son dispositivos de plástico o silicona que pueden aliviar los síntomas de dolor o incomodidad durante el contacto íntimo, ya que ayudan a elongar los músculos vaginales.

Se colocan dentro del canal vaginal y se dejan entre 10 y 20 minutos. Suelen ser indicados cuando el uso de hidratantes o lubricantes no ha mejorado los síntomas de la atrofia vaginal, o en mujeres que tienen alguna contraindicación para la terapia hormonal.

4. Fisioterapia uroginecológica

La fisioterapia uroginecológica puede ser indicada por el ginecólogo para fortalecer los músculos del suelo pélvico, especialmente en mujeres que tienen alguna contraindicación para la terapia hormonal.

Este tratamiento ayuda a mejorar el control de la vejiga y a reducir el dolor durante el contacto íntimo. El fisioterapeuta puede utilizar estimulación eléctrica intravaginal, biofeedback e incluso indicar ejercicios como los de Kegel.

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5. Terapia de remplazo hormonal

La terapia de reemplazo hormonal puede ser indicada para aliviar la sequedad vaginal, así como para mejorar otros síntomas de la menopausia, como los calores y la sudoración nocturna.

Este tratamiento suele ser más eficaz que la terapia de reemplazo hormonal sistémica para tratar la atrofia vaginal, y se administra a través de estrógeno y/o progesterona, disponibles en forma de gel, crema, anillo vaginal, comprimidos orales o vaginales o adhesivos transdérmico.

Está contraindicada en mujeres con antecedentes de cáncer de mama, trombosis o problemas hepáticos, por lo que debe realizarse únicamente bajo la prescripción de un ginecólogo.

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6. Terapia de láser

La terapia de láser para la atrofia vaginal puede incluir, el láser CO₂ fraccionado o Yag Erbium, pueden ser indicados para mujeres que atraviesan la menopausia o que realizan algún tratamiento para el cáncer de mama.

Este tipo de tratamiento estimula la formación de colágeno, promueve la revascularización de la región íntima, mejora la sequedad vaginal y la elasticidad de los tejidos.

7. Radiofrecuencia

La radiofrecuencia puede ser indicada para aliviar los síntomas de la atrofia vaginal y ayudar a restaurar funciones como la lubricación y la elasticidad de los tejidos vaginales.