Aneurisma cerebral: qué es, síntomas y causas

Actualizado en abril 2024

El aneurisma cerebral es una dilatación en uno de los vasos sanguíneos que llevan sangre hasta el cerebro. Cuando esto sucede, la parte dilatada generalmente presenta una pared más fina, por lo que existe un riesgo elevado de que se rompa y en esta fase no suele causar síntomas.

No obstante, cuando el aneurisma cerebral se rompe, produce un ACV hemorrágico, el cual puede ser más o menos grave de acuerdo con el tamaño y la cantidad de sangre que se fuga dentro del cráneo, ocasionando un dolor de cabeza muy intenso que puede surgir de forma repentina o que aumenta con el paso del tiempo.

El aneurisma cerebral puede tratarse por medio de una cirugía, pero generalmente el médico suele indicar un tratamiento que ayuda a regular la presión arterial, por ejemplo, reduciendo las posibilidades de que se rompa. La cirugía se realiza con frecuencia en los casos en que el aneurisma se ha roto, pero también puede indicarse para tratar aneurismas específicos, dependiendo de su localización y tamaño.

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Qué puede causar un aneurisma

Aunque no se conocen las causas exactas que conducen al desarrollo de un aneurisma en el cerebro, algunos factores que parecen aumentar el riesgo incluyen:

  • Ser fumador;
  • Presión alta descontrolada;
  • Utilizar drogas, especialmente cocaína;
  • Consumo de bebidas alcohólicas en exceso;
  • Antecedentes familiares de aneurisma.

Además, algunas enfermedades que están presentes en el nacimiento también pueden aumentar la tendencia a padecer un aneurisma, como el síndrome de ovarios poliquísticos, estrechamiento de la aorta o malformación cerebral.

Cómo confirmar el diagnóstico

Generalmente, para confirmar la presencia de un aneurisma cerebral el médico solicita exámenes de diagnóstico para evaluar las estructuras del cerebro e identificar si existe alguna dilatación en los vasos sanguíneos. Algunos de los exámenes más utilizados incluyen la tomografía computarizada, la resonancia magnética o la angiografía cerebral, por ejemplo.

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Principales síntomas

Los síntomas de un aneurisma cerebral son:

  • Dolor constante atrás del ojo;
  • Pupilas dilatadas;
  • Visión doble;
  • Hormigueo en la cara.

No obstante, el aneurisma no suele causar ningún síntoma inicial, siendo identificado accidentalmente en un examen de diagnóstico de la cabeza, como una tomografía computarizada.

Por lo general, los síntomas surgen cuando el aneurisma se revienta o hay fuga de sangre, pudiendo surgir:

  • Dolor de cabeza muy intenso y repentino, que empeora con el tiempo;
  • Sensación de que la cabeza está caliente y de que hay un "vaciamiento" y que parece que la sangre se esparció se puede presentar en algunas personas; 
  • Náuseas y vómitos;
  • Cuello rígido;
  • Visión doble;
  • Convulsiones;
  • Desmayo.

Cuando estos síntomas surgen y si sospecha de un aneurisma roto, es muy importante solicitar ayuda médica de inmediato, llamando al número de emergencias de su país o llevando a la persona al servicio de urgencias del hospital para que se inicie el tratamiento adecuado.

También existen otros problemas que pueden causar síntomas semejantes, como migrañas, por ejemplo, sin ser necesariamente un caso de aneurisma. Por eso si el dolor de cabeza es intenso y surge de manera frecuente, debe consultar a un médico general o a un neurólogo para identificar la causa e iniciar el tratamiento más adecuado. Vea cuáles son las causas de dolor de cabeza constante.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento del aneurisma cerebral varía bastante, pudiendo depender no sólo de los antecedentes del paciente, también del tamaño del aneurisma y si se encuentra o no reventado. De esta forma, los tratamientos más usados incluyen:

1. Aneurisma no reventado

En la mayoría de los casos, los médicos optan por no tratar aneurismas no reventados, ya que el riesgo de que revienten durante la cirugía es muy elevado. Así, lo normal es que se haga una evaluación regular del tamaño de la dilatación para garantizar que el aneurisma no está aumentando de tamaño.

Además, pueden ser prescritos medicamentos para aliviar algunos de los síntomas como paracetamol, dipirona o ibuprofeno para disminuir el dolor de cabeza o levetiracetam, para controlar el surgimiento de convulsiones, por ejemplo.

Sin embargo, en algunos casos el neurólogo puede optar por hacer la cirugía e intentar retirar el aneurisma, pero en esos casos, los riesgos deber ser muy bien explicados al paciente y a su familia.

2. Aneurisma reventado

Cuando el aneurisma revienta, es una emergencia, por lo que se debe acudir inmediatamente al hospital para iniciar el tratamiento adecuado, que normalmente se realiza a través de una cirugía para cerrar el vaso que está causando la hemorragia en el interior del cerebro.

Mientras más temprano se reciba el tratamiento, menores serán las posibilidades de desarrollar secuelas para toda la vida, ya que menor será el área del cerebro que se vea afectada. Cuando el aneurisma revienta, causa síntomas idénticos al de un ACV hemorrágico.

Posibles secuelas

Un aneurisma cerebral puede causar sangrado entre el cerebro y las meninges que lo revisten y, en este caso, la hemorragia recibe el nombre de subaracnoidea, o puede causar una hemorragia llamada intracerebral, que es el sangrado que sucede en medio del cerebro.

Después de un aneurisma, la persona puede no tener ninguna secuela, pero algunas pueden presentar alteraciones neurológicas semejantes a las de un ACV, por ejemplo. Las personas que ya han tenido un aneurisma cerebral poseen un mayor riesgo de sufrir un nuevo evento. Conozca otras posibles secuelas que pueden surgir cuando existe una alteración en el cerebro.