9 increíbles beneficios del ajo (con recetas)

Evidencia científica

El ajo es una especia que ofrece diversos beneficios para la salud, como combatir microorganismos, reducir el colesterol en sangre, proteger el corazón, regular la presión arterial y cuidar el sistema respiratorio.

Sus propiedades saludables provienen de los compuestos azufrados, especialmente la alicina, que le da su característico olor y contribuye a su acción antioxidante, antiinflamatoria y antimicrobiana.

Esta especia se utiliza habitualmente como condimento en la cocina, y para aprovechar al máximo sus compuestos se recomienda machacar o picar el ajo crudo y esperar unos minutos antes de consumirlo, lo que permite activar sus propiedades.

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Beneficios del ajo para la salud (y cómo usar)

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Principales beneficios

Los principales beneficios de consumir ajo son: 

1. Combatir virus, bacterias y hongos

El ajo contiene alicina, un compuesto azufrado con potente acción antimicrobiana, antifúngica y antiparasitaria, que ayuda a inhibir el crecimiento de bacterias, virus y hongos.

2. Reducir el colesterol

El consumo de ajo contribuye a disminuir el colesterol total, el colesterol “malo” (LDL) y los triglicéridos, mientras que puede aumentar el colesterol “bueno” (HDL).

Este efecto se debe a que la alicina y los polifenoles del ajo ayudan a reducir la producción de colesterol, evitan la oxidación del LDL y favorecen el metabolismo de las grasas en la sangre.

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3. Proteger la salud del corazón

Al equilibrar las grasas en la sangre y reducir la oxidación del colesterol, el ajo ayuda a prevenir la aterosclerosis, disminuyendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares y protegiendo la salud del corazón.

4. Regular la presión arterial

El ajo puede ayudar a dilatar los vasos sanguíneos gracias al óxido nítrico y a relajar las arterias mediante la acción de la adenosina, además de mejorar la circulación, lo que reduce la presión sobre los vasos y ayuda a disminuir la presión arterial.

5. Proteger el sistema respiratorio

El ajo puede proteger el sistema respiratorio y contribuir a reducir los síntomas de gripe, resfriados y otras infecciones gracias a sus propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias e inmunomoduladoras.

Estas propiedades mejoran la respuesta del sistema inmunológico, disminuyen la inflamación de las vías respiratorias y combaten los microorganismos que afectan los pulmones.

6. Mantener el cerebro saludable

Gracias a su acción antioxidante y antiinflamatoria, proporcionada por compuestos como la alicina y nutrientes como el azufre, el selenio y la colina, el ajo puede ayudar a proteger el cerebro y mejorar la memoria.

Estas sustancias protegen las células nerviosas del daño causado por los radicales libres, relacionados con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la demencia.

Por ello, el consumo regular de ajo puede contribuir a mantener el cerebro saludable y favorecer el aprendizaje y la concentración.

7. Ayuda a reducir la inflamación

Los compuestos azufrados del ajo tienen acción antiinflamatoria, ayudando a reducir la respuesta exagerada del organismo frente a ciertas enfermedades, aliviar el dolor y disminuir la inflamación. Conozca otros alimentos antiinflamatorios.

8. Controlar el azúcar en la sangre

El ajo puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre, reduciendo la glucosa en ayunas y la hemoglobina glicosilada, lo que lo hace útil para la prevención y el control de la diabetes.

Este efecto se debe a la S-alilcisteína, un compuesto que estimula a las células beta del páncreas a producir más insulina y mejora la forma en que el cuerpo la utiliza.

Sin embargo, el ajo no reemplaza el tratamiento médico y debe usarse únicamente como complemento.

9. Disminuye el riesgo de cáncer

El ajo puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer gracias a sus compuestos azufrados, como la alicina, la aliina y el alhoeno.

Estos compuestos tienen acción antioxidante, protegen las células y estimulan enzimas que contribuyen a eliminar sustancias cancerígenas, especialmente en el intestino.

Sin embargo, la evidencia científica aún es limitada para confirmar un efecto protector definitivo contra el cáncer.

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Principales propiedades

El ajo posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, inmunoestimulantes, antiplaquetarias, antihipertensivas, hipolipemiantes, hipoglucemiantes, antimicrobianas, antisépticas y neuroprotectoras. 

Estas propiedades se deben principalmente a los compuestos organosulfurados, entre los que destaca la alicina, así como a otros componentes como selenio, aminoácidos esenciales, saponósidos, vitaminas y flavonoides.

Información nutricional

La tabla a continuación indica la composición nutricional por cada 100 gramos de ajo:

Componentes 100 g de ajo
Energía 113 calorías
Proteínas 7 g
Carbohidratos 23,9 g
Grasas 0,2 g
Fibras 4,3 g
Vitamina C 0,017 g
Magnesio

0,0213 g

Selenio 14,2 mcg
Cálcio 0,014 g
Potasio 0,535 g
Fósforo 0,014 g
Alicina 0,225 g
Colina 0,0232 g

Para aprovechar al máximo sus beneficios, el ajo debe incorporarse dentro de una alimentación saludable y equilibrada.

Cómo utilizar el ajo

La forma más común de usar el ajo es como condimento en platillos cocidos, salteados o al horno, para realzar el sabor de carnes, salsas, ensaladas y pastas. También puede consumirse en preparaciones como té o agua de ajo.

Para aprovechar mejor sus compuestos activos, como la alicina, se recomienda machacar o picar el ajo crudo y esperar algunos minutos antes de usarlo, ya que así se activan sus propiedades beneficiosas.

El consumo de un diente de ajo crudo al día suele ser suficiente para obtener sus principales beneficios, como reforzar la inmunidad, ayudar a controlar la presión arterial y reducir el colesterol.

El ajo debe guardarse en un lugar fresco, seco y ventilado para evitar el moho y conservar sus propiedades por más tiempo.

Esta especia también se encuentra disponible en suplementos, como cápsulas o extracto envejecido, con dosis que pueden variar entre 300 y 600 mg al día, según la concentración del producto y la indicación del fitoterapeuta. Conozca más sobre las cápsulas de ajo

Cómo comprar y almacenar

Al momento de comprarlo, se debe dar preferencia a las cabezas de ajo redondas, sin manchas, que no estén machacadas, que posean todos sus dientes unidos y firmes, evitando que estén sueltos, suaves y marchitos. 

Además de esto, para preservar el ajo por más tiempo y evitar que le salga moho, debe almacenarse en un lugar fresco, seco y un poco aireado. 

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Recetas con ajo

Algunas formas en las que se puede utilizar el ajo para obtener sus beneficios son:

1. Té de ajo

Ingredientes

  • 1 diente de ajo;
  • 200 mL de agua.

Modo de preparación

Hervir el agua en una tetera o cacerola y, a continuación, añadir el ajo picado o machacado. Dejar reposar entre 5 y 10 minutos antes de colar y esperar a que se enfríe para consumir.

2. Agua de ajo

Ingredientes

  • 1 diente de ajo;
  • 100 mL de agua filtrada.

Modo de preparación

Machacar el diente de ajo y colocarlo en un vaso con agua. Tapar y dejar reposar toda la noche o, al menos, durante 8 horas. Consumir después de este periodo.

3. Pasta de ajo

Ingredientes

  • 4 dientes de ajo crudo;
  • 200 mL de yogur natural;
  • 1 cucharada (sopera) de aceite de oliva;
  • Jugo de ½ limón;
  • Pizca de sal y pimienta negra al gusto;
  • Perejil y cebollín o hierbas finas (opcional).

Modo de preparación

Licuar todos los ingredientes en la licuadora o procesador hasta obtener una mezcla cremosa. Ajustar el sazón si es necesario.

Guardar en un frasco de vidrio con tapa y conservar en el refrigerador hasta por 5 días.

Posibles efectos secundarios

El consumo de ajo es seguro para la mayoría de las personas. Sin embargo, ingerirlo en exceso puede causar molestias como mal aliento, olor corporal o irritación estomacal, incluyendo acidez o gases.

También pueden aparecer efectos como disminución de la presión arterial o un mayor riesgo de sangrado, especialmente en quienes toman medicamentos anticoagulantes.

Contraindicaciones

El ajo debe consumirse con precaución en personas con problemas de coagulación, ya que puede aumentar el riesgo de sangrado.

No se recomienda el uso de ajo crudo como remedio natural en recién nacidos, durante la cicatrización de cirugías, ni en personas con presión baja, dolor de estómago o que toman medicamentos anticoagulantes.

Por otro lado, el ajo en forma de suplemento debe evitarse en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, ya que en dosis altas puede tener efecto abortivo y alterar el sabor y olor de la leche materna.

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