La adrenalina es una hormona que también actúa como neurotransmisor y cumple diversas funciones, como aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, mejorar la respiración, reducir la sensación de dolor y mantener al cerebro alerta.
Esta hormona, también conocida como epinefrina, se produce en las glándulas suprarrenales y se libera de manera natural ante situaciones de estrés, emociones intensas, actividad física, infecciones o enfermedades.
Además, como medicamento, la adrenalina puede administrarse en hospitales por médicos o personal de enfermería para tratar afecciones como anafilaxia, asma grave o paro cardiorrespiratorio.
Lea también: Epinefrina: para qué sirve, dosis y cómo usar tuasaude.com/es/epinefrinaPara qué sirve y función
Las principales funciones de la adrenalina en el cuerpo son:
- Aumentar los latidos del corazón y la presión arterial;
- Elevar el flujo de sangre hacia los músculos;
- Aumentar la fuerza y el rendimiento;
- Mejorar la inspiración y la capacidad pulmonar;
- Elevar el nivel de azúcar en la sangre, para aportar energía;
- Activar el cerebro, dejándolo más alerta;
- Disminuir el dolor;
- Dilatar las pupilas, facilitando la visión en ambientes oscuros;
- Reducir la digestión;
- Provocar sudoración;
- Aumentar la contracción de los músculos de la piel, provocando piel de gallina.
La adrenalina es una hormona que también funciona como neurotransmisor y desempeña un papel clave en la respuesta del cuerpo al estrés y en situaciones de emergencia.
Estos efectos se complementan con la acción de la noradrenalina y la dopamina, otras hormonas que también actúan como neurotransmisores, producidas por la glándula suprarrenal y responsables de distintos efectos en el cuerpo y el cerebro.
Lea también: Neurotransmisores: qué son, principales tipos y funciones tuasaude.com/es/neurotransmisoresCómo funciona
La adrenalina se activa y se libera rápidamente en la sangre ante situaciones de estrés, emociones intensas, miedo, enfermedades graves o actividad física extrema.
Esta liberación, llamada “descarga de adrenalina”, permite que la hormona actúe sobre distintos órganos y tejidos para preparar al cuerpo frente a la situación.
Cuando el estímulo desaparece, las glándulas suprarrenales dejan de producir adrenalina, aunque sus efectos pueden durar aproximadamente 20 minutos.
Adrenalina como medicamento
La adrenalina como medicamento se administra mediante inyección y está indicada en situaciones como:
- Tratar reacciones alérgicas graves, como la anafilaxia, ya que relaja los músculos de las vías respiratorias, reduce la hinchazón de la garganta e impide la caída excesiva de la presión arterial.
- Atender emergencias cardiovasculares, como paro cardiorrespitorio o estados de choque.
- Combatir crisis asmáticas graves que no responden a las medidas terapéuticas habituales.
- Controlar pequeñas hemorragias durante cirugías menores de piel u odontológicas.
- Aumentar la duración del efecto analgésico cuando se administra junto con anestésicos locales.
Las vías de administración de la adrenalina incluyen la intramuscular, la intravenosa y la subcutánea.
Este medicamento solo se encuentra disponible en hospitales o puede ser llevada por personas con alto riesgo de reacciones alérgicas graves, ya que no se puede adquirir directamente en farmacias.
Diferencias entre epinefrina y adrenalina
La adrenalina y la epinefrina son la misma sustancia, sin diferencias químicas ni funcionales.
La diferencia está en el uso del término, dado que adrenalina se utiliza más en el lenguaje común para la hormona natural, y epinefrina en el contexto médico para el fármaco. Aunque en ambos casos, actúa sobre los mismos receptores y tiene la misma fórmula química.
Diferencias entre adrenalina y noradrenalina
La noradrenalina es una hormona que también funciona como neurotransmisor y se produce en las glándulas suprarrenales a partir de la dopamina.
Como medicamento, se utiliza principalmente para tratar emergencias relacionadas con presión arterial baja.
Por su parte, la adrenalina también es una hormona y neurotransmisor producida en las glándulas suprarrenales, pero a partir de la noradrenalina. En su forma medicinal, se emplea habitualmente para tratar anafilaxia y asma grave.
Efectos secundarios
Los efectos secundarios del medicamento de adrenalina incluyen taquicardia, palpitaciones, arritmia, dolor en el pecho y presión alta, así como ansiedad, aprensión y nerviosismo.
También pueden presentarse temblores, debilidad, mareos, dolor de cabeza, hipersalivación, hiperglucemia, sudoración excesiva, zumbido, sensación de falta de aire y frío en las extremidades.
Cuando se administra en dosis altas, la adrenalina puede causar arritmias graves, aumento súbito de la presión arterial, hemorragia cerebral, edema pulmonar e isquemia en extremidades, órganos internos y riñones.
Además, la epinefrina puede provocar gangrena, especialmente si se aplica en extremidades como dedos, nariz, orejas o pene.
Posibles riesgos de la adrenalina
Los riesgos de la adrenalina, cuando el organismo la produce en exceso, incluyen síntomas como palpitaciones y taquicardia, mareos y vértigo, así como sensación de nerviosismo, agitación e irritabilidad.
Además, un exceso en la producción natural de adrenalina puede causar insomnio, cambios en la visión, sudoración excesiva, piel fría o pálida y dolor de cabeza intenso.
A largo plazo, el exceso de adrenalina también puede provocar hipertensión, ansiedad y pérdida de peso.
¿Cómo bajar los niveles de adrenalina?
Los niveles de adrenalina pueden disminuir de forma natural o con intervención médica, según la causa.
Ante estrés o ansiedad, utilizar técnicas de relajación, realizar ejercicio, descansar correctamente, mantener una buena alimentación y tener apoyo social ayudan a reducirla.
En situaciones clínicas, cuando se produce un exceso de esta hormona, los médicos pueden utilizar fármacos que bloquean sus efectos o, en caso de tumores responsables del exceso, recurrir a la cirugía.
Contraindicaciones
La adrenalina como medicamento no debe usarse en personas alérgicas a alguno de sus componentes. Sin embargo, en situaciones de extrema gravedad, como un shock anafiláctico, el médico puede administrarla si considera que el beneficio supera el riesgo.
No se recomienda en quienes estén tomando betabloqueantes como atenolol, sotalol o propranolol.
La epinefrina no está indicada durante el trabajo de parto y debe usarse con precaución en personas con asma de larga duración.
El uso de adrenalina debe ser siempre indicado por un médico; aunque la administración intravenosa requiere un entorno hospitalario, las personas con riesgo de anafilaxia pueden autoadministrarla mediante dispositivos de emergencia.