5 tipos de cáncer de piel: síntomas y qué hacer (con fotos)

Actualizado en febrero 2024

El cáncer de piel ocurre debido al crecimiento anormal y descontrolado de los diferentes tipos de células que componen las capas de la piel, pudiendo dividirse en algunas categorías según las características de las alteraciones, como el cáncer de piel no melanoma, melanoma y sarcomas de piel.

En general, los cánceres de piel no melanoma son más fáciles de tratar y tienen una mayor probabilidad de cura, mientras que los melanomas son más difíciles de tratar, especialmente cuando se identifican en una etapa más avanzada.

Cuando aparece una marca sospechosa en la piel que cambia de color, forma o aumenta de tamaño, se debe consultar a un dermatólogo para verificar si hay malignidad y qué hacer en cada caso.

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Vea cómo identificar los signos de cáncer de piel en el siguiente video:

Tipos de cáncer de piel 

Los principales tipos de cáncer de piel son:

1. Carcinoma basocelular

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El carcinoma basocelular es el tipo de cáncer no melanoma menos grave y más frecuente, correspondiente a más del 95% de los casos. Este surge en las células basales que se localizan en la capa más profunda de la piel, y aparece como una mancha rosa brillante en la piel que crece de forma lenta y progresiva, puede tener una costra en el centro de la mancha y puede sangrar fácilmente. Este tipo de cáncer es más común en personas de piel clara y mayores de 40 años de edad, debido a la exposición solar a lo largo de la vida. 

Localización: surge casi siempre en regiones de mucha exposición solar, como rostro, cuello, orejas o cuero cabelludo; no obstante, también puede surgir en otras partes del cuerpo. 

Qué hacer: en caso de sospecha, se debe consultar un dermatólogo para evaluar la mancha en la piel e iniciar el tratamiento más adecuado; el cual, en estos casos, es realizado mediante una cirugía menor o aplicación de láser para remover la mancha y eliminar todas las células afectadas. Conozca más sobre el tratamiento del carcinoma basocelular.

2. Carcinoma espinocelular

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El carcinoma espinocelular es el segundo tipo más común de cáncer de piel no melanoma, y surge en las células escamosas localizadas en las capas más superficiales de la piel. Este tipo de cáncer es más común en hombres, aunque también puede desarrollarse en mujeres de cualquier edad, principalmente en personas de piel, ojos y cabello claros por tener menos melanina, que es el pigmento de la piel que protege contra la radiación ultravioleta. 

Este tipo de cáncer surge en forma de bulto rojizo en la piel o como una herida o hematoma que se descama y forma una costra, o también puede ser semejante a una verruga. 

La exposición solar es el principal factor que causa el carcinoma espinocelular, sin embargo, también puede ocurrir en personas que son sometidas a tratamientos de quimioterapia o radioterapia o tienen problemas crónicos en la piel, como heridas que no cicatrizan, por ejemplo. Generalmente, las personas que son diagnosticadas con una parche de queratosis actínica y no realizan el tratamiento indicado por el médico, también tienen elevadas probabilidades de desarrollar este tipo de cáncer en la piel. 

Localización: puede surgir en cualquier parte del cuerpo, pero es más común en regiones expuestas al sol, como cuero cabelludo, manos, orejas, labios o cuello, que presentan signos de daños solares como pérdida de elasticidad, arrugas o cambios en el color de la piel. 

Qué hacer: como ocurre con otros tipos, es importante consultar al dermatólogo para confirmar el tipo de mancha e iniciar el tratamiento; el cual, en estos casos, se realiza inicialmente con una cirugía menor u otra técnica, como la aplicación de frío, para retirar la mayor parte de las células alteradas. Después de esto, en caso de que sea necesario, también se puede realizar radioterapia, por ejemplo, con la finalidad de eliminar las células restantes.

3. Carcinoma de células de Merkel

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El carcinoma de células de Merkel es un tipo más raro de cáncer no melanoma, siendo más común en personas mayores debido a la exposición prolongada al sol durante toda la vida o en individuos con el sistema inmunitario debilitado. 

Este tipo de cáncer generalmente surge como un bulto indoloro, del color de la piel o rojo azulado en el rostro, la cabeza o el cuello, y tiende a crecer y diseminarse rápidamente a otras partes del cuerpo. 

Localización: suele aparecer en el rostro, en la cabeza o en el cuello; sin embargo, también puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, incluso en áreas no expuestas a la luz solar. 

Qué hacer: se debe consultar un dermatólogo si surge una mancha, peca o bulto que cambie de tamaño, forma o color, crezca rápidamente o sangre fácilmente después de un pequeño traumatismo, como lavar la piel o afeitarse la barba, por ejemplo. El dermatólogo debe evaluar la piel e iniciar el tratamiento adecuado, que puede ser llevado a cabo mediante cirugía, radioterapia, inmunoterapia o quimioterapia. 

4. Melanoma maligno

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El melanoma maligno es el tipo de cáncer más peligroso de todos, el cual suele surgir como una pequeña mancha oscura que se deforma con el tiempo. Puede ser fatal si no se identifica temprano, pues puede desarrollarse rápidamente y llegar a otros órganos, como el pulmón, por ejemplo. 

Localización: suele desarrollarse en las regiones expuestas al sol como rostro, hombros, cuero cabelludo u orejas, especialmente en personas de piel muy clara.

Qué hacer: dado que este tipo de cáncer posee mayores probabilidades de curación cuando el tratamiento es iniciado en una etapa temprana, es importante que las manchas oscuras, que crecen con el tiempo y poseen forma irregular, sean evaluadas rápidamente por un dermatólogo. En la mayor parte de los casos, el tratamiento es iniciado con cirugía para retirar la mayor cantidad de células y, luego de eso, normalmente es necesario recibir radioterapia o quimioterapia para eliminar las células que aún quedaron en la piel. 

5. Sarcomas de piel

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Los sarcomas de piel, como el sarcoma de Kaposi o el dermatofibrosarcoma, son un tipo de cáncer de piel maligno que afecta las capas más profundas de la piel. 

El dermatofibrosarcoma puede surgir de forma espontánea tras algún traumatismo, en cicatrices de cirugía o quemaduras, debido a una infección por el virus del herpes tipo 8 (VHH-8) o por alteraciones genéticas. Puede aparecer a cualquier edad y en ambos sexos, pero generalmente es más común en hombres jóvenes, y surge como una mancha rojiza o violácea en la piel, pudiendo asemejarse a una espinilla, a una cicatriz o a una marca de nacimiento, localizada especialmente en el tronco del cuerpo. En etapas más avanzadas, puede formar lesiones en la zona del tumor, sangrados o necrosis de la piel afectada. 

Por otra parte, el sarcoma de Kaposi es más común en personas con el sistema inmunitario debilitado, como individuos que se sometieron a algún tipo de trasplante o que tienen infección por VIH o virus del herpes tipo 8. Este tipo de tumor surge como manchas rojizas o violáceas en la piel y puede afectar todo el cuerpo. 

Localización: es más común que aparezca en el tronco, la cabeza, las piernas, los brazos y, en casos inusuales, en la región genital. 

Qué hacer: se debe consultar el dermatólogo en caso de que surja una mancha roja en la piel para que sea llevado a cabo el diagnóstico más adecuado. Este tipo de tumor es agresivo, puede diseminarse a otras partes del cuerpo y debe ser tratado mediante cirugía, radioterapia o terapia molecular. Asimismo, las personas infectadas por el VIH deben someterse a un seguimiento médico frecuente y tomar los medicamentos para controlar la infección. 

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