El quiste hemorrágico es cuando un quiste de ovario sufre la rotura de un pequeño vas sanguíneo y acaba sangrando en su interior.
El quiste de ovario es una bolsa llena de líquido que puede aparecer en el ovario de algunas mujeres, que es benigno, común en mujeres entre 15 y 35 años, y puede ser de varios tipos: quiste folicular, cuerpo lúteo o endometrioma, por ejemplo. Conozca más sobre los tipos de quistes en los ovarios.
Este tipo de quiste no suele alterar la fertilidad, pero puede dificultar el embarazo si es un tipo de quiste que produce hormonas que alteran la ovulación, como en el caso del ovario poliquístico, por ejemplo. Un quiste en el ovario puede aparecer y desaparecer de forma natural a lo largo de los ciclos menstruales y, por lo general, no requiere tratamiento específico, salvo en los casos más graves, en los que puede ser necesaria la cirugía.

Principales signos y síntomas
Los síntomas del quiste hemorrágico de ovario puede ser:
- Dolor abdominal tipo cólico del lado izquierdo o derecho del vientre, dependiendo de cuál sea el ovario afectado;
- Dolor durante el contacto íntimo;
- Retraso de la menstruación;
- Náuseas y vómitos;
- Pérdida de peso sin causa aparente;
- Signos de anemia como debilidad, palidez, cansancio o mareos;
- Sensibilidad en los senos.
Estos síntomas surgen cuando el quiste se agranda, debido a la acumulación de sangre en su interior, causando presión en las paredes del ovario y, por lo general, suelen ser más evidentes durante la menstruación. Algunos tipos de quiste pueden producir hormonas como la progesterona y, en estos casos, además de los síntomas puede haber más dificultad para que la mujer quede embarazada.
Posibles complicaciones
El quiste hemorrágico en algunas situaciones puede causar complicaciones, pudiendo ocurrir su ruptura o una torsión ovárica, que es cuando el ovario se gira y provoca un corte en el flujo sanguíneo, impidiendo la circulación sanguínea. Ambas situaciones provocan dolor intenso en la región abdominal y representan una emergencia ginecológica, que por lo general, requiere intervención quirúrgica.
Cómo se realiza el diagnóstico
La presencia de un quiste hemorrágico se diagnostica con la realización de una ecografía transvaginal o pélvica, que muestra su localización, la presencia de sangrado y el tamaño que posee, que aunque sea raro, puede alcanzar hasta los 50 cm de diámetro.
El médico también podrá solicitar la realización de exámenes de sangre, los cuales ayudarán a identificar si el quiste está produciendo alguna hormona y, además de esto, también podrá solicitar ultrasonidos semestrales o anuales para acompañar la evolución del quiste. Vea cómo se realiza una ecografía transvaginal.
Cómo se realiza el tratamiento
Generalmente, el tratamiento del quiste hemorrágico consiste en el uso de analgésicos como Dipirona, bajo orientación del médico, ya que los quistes tienden a desaparecer naturalmente con el paso de 2 o 3 ciclos menstruales.
Para ayudar a aliviar el dolor y la inflamación, puede colocarse una bolsa con agua caliente o una compresa caliente en la región pélvica para estimular la circulación sanguínea.
El médico también podrá indicar la ingesta de anticonceptivos orales, ya que disminuyen la producción de las hormonas que estimulan el crecimiento del quiste.
La cirugía por laparoscopia puede estar indicada por el médico en los casos a continuación: si el quiste mida más de 5 centímetros de diámetro, no desaparezca espontáneamente o posea características malignas; si hay dolor abdominal severo y persistente; o si surgen complicaciones como una ruptura de ovario o torsión ovárica.
¿El quiste hemorrágico puede convertirse en cáncer?
El quiste hemorrágico suele ser benigno, sin embargo, hay casos de cáncer en los ovarios que pueden manifestarse con la presencia de varios quistes. Por lo que los quistes en los ovarios que tienen mayor riesgo de ser cáncer, normalmente tienen las características que se mencionan a continuación:
- Presencia de marcadores tumorales elevados en la sangre como el CA-125;
- Quiste con componentes sólidos en su interior;
- Quiste con más de 5 cm;
- Presencia de varios quistes juntos;
- Extravasación de líquido fuera del quiste;
- Presencia de bordes irregulares y septos.
El tratamiento para el cáncer en el ovario consiste en la extracción del ovario comprometido, a través de una cirugía realizado por el ginecólogo o por un cirujano general. Conozca más sobre el cáncer de ovario.