Psiquiatra: qué hace y diferencia entre psicólogo y psiquiatra

Actualizado en junio 2022

El psiquiatra es le médico especializado en prevenir, diagnosticar y tratar los trastornos mentales, emocionales y comportamentales, como depresión, estrés postraumático, ansiedad, esquizofrenia y anorexia.

Para diagnosticar los trastornos mentales, el psiquiatra generalmente realiza algunos exámenes físicos, evalúa los antecedentes familiares y de la persona, así como el uso de medicamentos, además de solicitar exámenes para ayudar a complementar el diagnóstico, como examen de sangre y pruebas psicológicas, por ejemplo.

Se recomienda consultar al psiquiatra cuando la persona presenta problemas súbitos, como ataques de pánico, alucinaciones y pensamientos suicidas, por ejemplo. Sin embargo, también se puede consultar al psiquiatra en situaciones crónicas, como sentimientos de tristeza, desánimo o ansiedad que no pasan y pueden afectar la tareas diarias.

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Qué hace el psiquiatra

El psiquiatra es el médico especializado en psiquiatría, el cual trabaja en consultorios particulares, hospitales y unidades básicas de salud, siendo responsable de prevenir, diagnosticar y tratar los trastornos mentales, emocionales y comportamentales, ayudando también a la rehabilitación social de la persona. De esta forma, el psiquiatra ayuda a tratar:

  • Trastornos del humor, como depresión y trastorno bipolar;
  • Trastornos psicóticos, como esquizofrenia, trastorno psicótico breve y trastorno psicótico inducido por sustancias o medicamentos;
  • Trastornos de ansiedad, como ansiedad, fobia social, agorafobia, trastorno de estrés agudo y trastorno de estrés postraumático;
  • Trastornos en niños, como trastorno del espectro autista y TDAH;
  • Trastornos de alimentación, como anorexia nerviosa, bulimia, compulsión alimentaria y pica;
  • Trastornos de personalidad, como personalidad paranoide, narcisismo, síndrome de borderline y trastorno obsesivo compulsivo;
  • Trastornos del sueño, como insomnio, narcolepsia, sonambulismo y bruxismo.

Además, el psiquiatra también ayuda a identificar y tratar alteraciones sexuales, como pérdida del deseo sexual, eyaculación precoz, libido aumentada y anorgasmia, que es la dificultad o incapacidad para llegar al orgasmo. Conozca más sobre la anorgasmia.

El tratamiento indicado por el psiquiatra varía de acuerdo al tipo de trastorno y puede incluir el uso de medicamentos, como antipsicóticos, antidepresivos y estabilizadores del humor; terapias, como la electroconvulsiva, estimulación magnética transcraneal (EMC), psicoterapia y terapia cognitiva comportamental.

Diferencia entre psicólogo y psiquiatra

El psicólogo es un profesional que puede actuar aisladamente o en un equipo multidisciplinario para la realizar una evaluación, diagnóstico, prevención y tratamiento de personas con trastornos mentales. Sin embargo, los psicólogos solo suelen utilizar la psicoterapia como tratamiento de las alteraciones mentales, emocionales y comportamentales.

El psiquiatra, es un profesional que completó la licenciatura en medicina y se especializó en psiquiatría, siendo capaz de solicitar exámenes de laboratorio y de imagen para complementar el diagnóstico de los trastornos, por ejemplo, pudiendo utilizar tanto la psicoterapia como tratamiento, así como medicamentos, cuando sea necesario.

Cuándo consultar a un psiquiatra

Es importante consultar a un psiquiatra cuando hay señales que pueden indicar algún trastorno emocional o de comportamiento, como tristeza, ansiedad, alteraciones frecuentes de humor, dificultad para dormir y disminución del apetito, por ejemplo.

Además, se recomienda buscar inmediatamente ayuda de un psiquiatra siempre que haya signos de emergencia, como confusión mental, alucinaciones, pensamientos suicidas y trastornos psicóticos relacionados al uso de medicamentos y drogas, por ejemplo.

En el caso de niños y adolescentes, se recomienda consultar al psiquiatra en caso de observar cambios en el comportamiento que puedan indicar situaciones como autismo, TDAH o trastorno oposicionista desafiante, así como dificultad para prestar atención en las actividades escolares y participar en actividades que requieren silencio, y tener comportamiento de desobediencia y provocación frecuentes, por ejemplo.