Relaciones sexuales en el embarazo: principales dudas y cuándo evitar

Actualizado en noviembre 2022

Durante el embarazo, es común que la mujer tenga disminución de la libido, no solo por las alteraciones hormonales, sino también por las alteraciones del propio cuerpo, pudiendo causar malestar. Por ello, es muy importante que la pareja pueda conversar abiertamente sobre estas cuestiones, para que juntos logren solucionar las dificultades que se identifiquen.

Las relaciones sexuales se aconsejan durante la gestación, no siendo perjudiciales para el desarrollo del bebé, sin embargo, por el tamaño del vientre, algunas posiciones pueden ser incómodas para la mujer, siendo recomendado optar por aquellas en que el vientre quede más libre, como de lado o por encima, por ejemplo.

Aunque las relaciones sexuales pueden llevarse a cabo en casi todos los embarazos, existen algunas situaciones en que el obstetra puede recomendar evitarlas, como cuando la mujer tiene un sangrado anormal durante la gestación, en caso de placenta previa o ante la presencia de riesgo elevado de un parto prematuro. Por lo que siempre que haya dudas sobre el acto sexual durante el embarazo, se debe consultar al obstetra.

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Posiciones sexuales para embarazadas

Al principio del embarazo cuando la barriga sigue siendo pequeña, se pueden adoptar todas las posiciones sexuales desde que la mujer se sienta cómoda, pero cuando la barriga crece existen posiciones que pueden ser más cómodas. Algunas de ellas son:

  • De lado: quedarse de lado en posición fetal puede ser una de las posiciones más cómodas para la mujer, porque además de que la barriga no entorpece queda bien apoyada en el colchón. En esta posición, colocarse una almohada debajo de la cadera también puede ser bastante cómodo, ya que puede ayudar a encontrar la posición correcta.
  • Por encima: adoptar posiciones en las que está por encima de tu pareja, como la posición donde está montada o sentada, son excelentes opciones, que permiten un mayor control en la profundidad e intensidad de la penetración, al mismo tiempo que hacen que la barriga no moleste.
  • Por detrás: adoptar la posición de "perrito" u otras posiciones en que el hombre hace la penetración por detrás también son excelentes posiciones para los períodos donde la barriga ya está grande, pues permiten una gran libertad de movimiento. Otra opción, consiste en acostarse con las nalgas muy cerca del borde de la cama, mientras que su pareja está de pie o de rodilla en el suelo.

No siempre es fácil encontrar una posición en que ambos se sientan cómodos, especialmente debido al miedo que existe de lastimar la barriga y al bebé. Con paciencia y esfuerzo, la pareja puede encontrar el mejor equilibrio, sin dejar de mantener el contacto íntimo durante el embarazo.

Cambios en el deseo sexual durante el embarazo

La actividad sexual puede ser vista de diferentes formas a lo largo de la gestación, ya que tanto el cuerpo como el deseo sexual cambian a lo largo de ese período.

1º Trimestre

En el primer trimestre del embarazo, es normal que existan miedos e inseguridades de que su práctica puede perjudicar el embarazo o incluso causar aborto, y tanto la mujer como el hombre pasan por un período donde existe temor y miedo, habiendo una disminución del deseo de la pareja.

Además de esto, éste también es un trimestre de cambios en el cuerpo y muchas náuseas y vómitos, que también pueden contribuir a la disminución del deseo.

2º Trimestre

Generalmente, el deseo sexual vuelve a la normalidad en el segundo trimestre de embarazo, ya que existe una aceptación de los cambios observados en el cuerpo. Además de esto, durante el período las hormonas llevan un aumento del apetito sexual y como la barriga no es muy grande, hay mayor libertad para adoptar diferentes posiciones. 

3º Trimestre

E el tercer trimestre del embarazo, el deseo se mantiene pero la pareja puede encontrar algunas dificultades. Durante este período, existen posiciones que son incómodas debido al tamaño de la barriga, ya que acaba por cambiar el centro de gravedad de la mujer lo que puede hacer que la mujer tenga menos equilibrio. 

En este período es muy importante experimentar diferentes posiciones, para encontrar la que es más cómoda para la pareja. Además de esto, durante ese período, debido al tamaño de la barriga, el hombre puede tener algunos temores y miedos de lastimar al bebé lo que puede terminar disminuyendo el deseo de la pareja.

El sexo no perjudica al bebé, pues no le molesta o lastima, ni causa aborto. El sexo durante el embarazo trae beneficios tanto para la madre y para el bebé, que siente la alegría y satisfacción sentidas por la madre en esos momentos. Pero es contraindicado por el médico sólo en situaciones de riesgo, como en los casos donde hay riesgo de aborto o desprendimiento de la placenta, por ejemplo.

¿Las relaciones sexuales pueden afectar al bebé?

El contacto sexual no le causa ningún daño al bebé ya que está protegido por los músculos del útero y por el saco amniótico. Además, la presencia del tapón mucoso en el cuello uterino impide la entrada de cualquier microorganismo u objeto en el interior del útero. En algunas ocasiones, después de haber tenido relaciones, el bebé puede estar más inquieto debido al aumento de la frecuencia cardíaca de la madre y a la ligera contracción de los músculos del útero, no afectando ni al bebé ni a su desarrollo.

Además, después del orgasmo, la mujer puede sentir que la barriga se endurece algunas veces, esto sucede por la liberación de oxitocina en el torrente sanguíneo, pero no presenta ningún riesgo para la gestación o para el bebé. Para algunas mujeres, después de algunas horas del acto sexual, es posible que haya una mancha de sangre en la ropa íntima, que no indica un signo de alerta o peligro, sin embargo, en caso de que haya sangrado activo, se recomienda acudir con el médico.

A pesar de que en la mayoría de los casos no haya riesgos para el bebé, la relación sexual no está indicada cuando la mujer tiene riesgo de aborto, parto prematuro, placenta previa total, bolsa rota o desplazamiento de placenta. Además, es importante que se utilice preservativo, ya que de esta forma es posible evitar infecciones que puedan transmitirse por vía sexual al bebé.

Cómo son las relaciones sexuales después del parto

Durante las primeras 3 semanas después del parto o hasta que la mujer se sienta cómoda, no se recomienda tener relaciones sexuales, ya que la región íntima necesita recuperarse y sanar sus lesiones, especialmente después del parto normal. Esto podrá demorar hasta 40 días para que el cuello del útero regrese a su forma original, por lo que mantener relaciones sexuales durante este período aumenta el riesgo de infección postparto.

Cuando esté recuperada, el médico dará la indicación para reanudar el contacto íntimo regular, pero este puede ser un período estresante y de grandes inseguridades, ya que las hormonas involucradas en la lactancia materna pueden afectar la libido. Además, cabe resaltar que la dinámica de pareja es el factor más importante para el resurgimiento del deseo sexual. Asimismo, el recién nacido exige mucho tiempo y atención, lo que deja a los padres cansados ​​y exhaustos, pudiendo contribuir a una disminución del deseo sexual durante los primeros meses.

También, después del parto, los músculos del piso pélvico de la mujer pueden estar más débiles debido al peso del vientre a lo largo de los meses de gestación, lo que puede causar malestar. De esta forma, fortalecer los músculos de esta zona por medio de la práctica de ejercicios específicos, como pompoarismo, es una buena forma de fortalecer los músculos de la zona íntima y aumentar la lubricación, ayudando a tener mayor satisfacción sexual. Vea cómo se realizan los ejercicios de pompoarismo.