Pesticidas: qué son, riesgos y cómo evitarlos

Actualizado en septiembre 2023

Los pesticidas o plaguicidas son productos químicos utilizados principalmente en la agricultura para matar, controlar o prevenir la aparición de insectos, larvas y hongos en las plantas, frutas y verduras. Asimismo, los plaguicidas también se pueden utilizar para inhibir el crecimiento de algunas plantas.

Además, estos productos también pueden emplearse para otros fines, como eliminar el mosquito del dengue, por ejemplo, pulverizando el producto mediante el uso de carros conocidos como "carros fumigadores" en áreas residenciales. 

El contacto con la piel, la ingestión o la inhalación de plaguicidas puede causar algunos problemas para la salud, como dolor de cabeza, vómitos, dermatitis, lesión en los riñones o en el hígado o incluso enfermedades más graves, como enfermedad de Parkinson o cáncer, por ejemplo.

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Posibles riesgos para la salud

Los plaguicidas normalmente se usan en sitios específicos, pero se propagan contaminando no solo el lugar donde se aplican, sino también el aire, el suelo, el agua, los animales, las plantas y las personas, incluso si se encuentran a kilómetros de distancia.

La ingestión, inhalación o contacto de la piel con los diferentes tipo de plaguicidas puede causar intoxicaciones a corto y a largo plazo y generar algunos problemas de salud, como:

Síntomas de intoxicación por exposición a corto plazo (aguda)

Síntomas de intoxicación por exposición a largo plazo (crónica)

Debilidad

Dermatitis

Cólicos

Alteraciones de los latidos cardíacos

Vómitos

Alergias

Espasmos musculares

Asma

Convulsiones

Lesión en los nervios

Náuseas

Alergias respiratorias

Irritación de ojos, boca y garganta

Enfermedad de Parkinson

Estornudos

Cáncer

Mareos

Fibrosis en el pulmón

Dolor de cabeza

Lesión en el hígado

Dificultad respiratoria

Malformación del bebé

Náuseas

Retardo mental en el bebé

Desmayo

Aborto

Sangrado nasal

Cloracné, ampollas en la piel

Temblores

Lesión en los riñones

Conjuntivitis

Infertilidad

La exposición a los plaguicidas puede generar riesgos para la salud no solo en animales y plantas, sino también en personas que tienen contacto directo con estos productos, como aquellas que trabajan en el campo y en campañas sanitarias, usando el carro de fumigación, por ejemplo.

Asimismo, las personas que tienen contacto indirecto con los plaguicidas, como los indígenas e incluso los individuos que viven en áreas urbanas, consumen diariamente agua y alimentos producidos con estos productos, corriendo el riesgo de desarrollar los problemas de salud mencionados anteriormente.

¿Cómo evitar los plaguicidas?

Existen algunas formas de evitar o reducir el consumo de plaguicidas en los alimentos, ayudando también a prevenir la contaminación del aire, del suelo y del agua y ciertos problemas de salud.

1. Dar prioridad a alimentos orgánicos o agroecológicos 

Los productores de alimentos orgánicos o agroecológicos normalmente usan otras formas para ahuyentar los insectos, las larvas y las plantas indeseables, sin usar productos químicos.

En este tipo de plantación, normalmente el productor emplea plantas con propiedades repelentes; respeta la temporada adecuada para sembrar y cosechar los alimentos; realiza el control biológico utilizando insectos que son enemigos naturales de los insectos invasores, y usa fertilizantes naturales, con hojas y ramas de los árboles, por ejemplo.

Como no es necesario utilizar plaguicidas en la plantación, los alimentos orgánicos no presentan riesgos de intoxicación ni problemas para la salud. Conozca más sobre los beneficios de los alimentos orgánicos.

2. Comprar los alimentos de la temporada

Los alimentos de la temporada requieren menos productos químicos, como fertilizantes para crecer, necesitando también menos plaguicidas. Por tal razón, comprar los alimentos de la temporada es una buena opción para disminuir la ingesta de plaguicidas y evitar la contaminación. 

3. Adquirir alimentos de productores locales

Los pequeños productores locales normalmente cultivan reducidas cantidades de alimentos, teniendo un mejor control de los insectos y otros invasores en las plantas. Por esto, este tipo de alimentos muchas veces no necesitan de plaguicidas durante el cultivo.

Otra ventaja de comprar a productores locales es que no requieren de grandes horas de transporte, los alimentos son más frescos y también son cultivados y cosechados en la época adecuada, lo que hace que los alimentos sean más sabrosos y nutritivos.

Asimismo, este tipo de compra facilita el contacto directo con el productor, lo que ayuda a conocer la calidad y la forma en que se producen los alimentos.

4. Evitar alimentos industrializados

Muchos alimentos industrializados pueden contener trigo, maíz, papa, naranja u otros ingredientes que se producen con plaguicidas, como es el caso del pan de molde, papa frita de bolsa, jugo de naranja en caja o los cereales para el desayuno.

Aparte de los plaguicidas presentes en este tipo de alimentos, muchas veces ellos también son ricos en grasas, azúcares o sal, contribuyendo a otros problemas de salud, como diabetes, presión alta y obesidad.

5. Lavar los alimentos

Lavar bien los alimentos con agua corriente, además de eliminar los residuos como tierra o parásitos, también puede ayudar a reducir el nivel de plaguicidas presentes en la cáscara de frutas y verduras.

Vea cómo lavar correctamente las verduras y las frutas.