Parálisis de Bell: síntomas, causas y tratamiento

Actualizado en abril 2024

La parálisis de Bell es la inflamación del nervio facial, que controla los músculos de la cara, lo que causa síntomas que inician de manera repentina, como boca torcida, dificultad para hacer expresiones e incluso sensación de hormigueo. Esta afecta solo un lado del rostro.

En la mayor parte de los casos, esta inflamación es temporal, mejorando de pocas semanas a 6 meses, y es causada por infecciones virales como herpes, rubéola o paperas. Sin embargo, puede ser una situación permanente, en especial si existe alguna lesión en el recorrido del nervio facial.

El tratamiento de la parálisis de Bell, también conocida como parálisis facial periférica, es realizado por el neurólogo, el cual puede indicar el uso de medicamentos o la realización de fisioterapia, por ejemplo. 

Imagem ilustrativa número 1

Principales síntomas

Los síntomas más característicos de la parálisis de Bell son:

  • Pérdida parcial o total de los movimientos de un lado de la cara;
  • Sensación de peso en la cara, en el lado afectado;
  • Dificultad para cerrar el ojo;
  • Boca torcida;
  • Ojo y boca secos;
  • Dolor de oído en el lado afectado;
  • Dificultad para hacer expresiones faciales, comer o beber;
  • Dificultad para retener la saliva;
  • Dolor leve u hormigueo en el lado afectado.
Lea también: Hormigueo en la cara: 12 causas y qué hacer tuasaude.com/es/hormigueo-en-la-cara-y-cabeza

Los síntomas de la parálisis de Bell surgen de manera rápida y repentina, empeoran a lo largo de un día o una semana y tienen el pico más grave dentro de las 72 horas posteriores a la aparición de los síntomas. 

Estos síntomas generalmente afectan solo un lado de la cara; sin embargo, en casos poco usuales también puede haber inflamación del nervio en ambos lados del rostro, lo que hace que los síntomas aparezcan en ambos lados de la cara.

Los síntomas de la parálisis de Bell son similares con algunos signos de problemas graves, como accidente cerebrovascular (ACV) o tumor cerebral, por lo que es importante acudir inmediatamente al hospital para descartar otras enfermedades e iniciar el tratamiento más adecuado.

¿Cuál es la diferencia entre parálisis de Bell y ACV?

Aunque tengan síntomas semejantes, la parálisis de Bell y el ACV son condiciones diferentes.

La parálisis de Bell surge debido a una inflamación del nervio facial, que es responsable de controlar los movimientos de la cara, lo que da como resultado la pérdida del control de los músculos de un lado de la cara.

Por otro lado, el ACV ocurre debido a la interrupción o la disminución del suministro de sangre y oxígeno al cerebro, debido a una obstrucción o rotura de algún vaso sanguíneo cerebral, lo que causa síntomas en un lado del cuerpo, y no solo en la cara. Vea cómo identificar los síntomas de un ACV.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de la parálisis de Bell es realizado por el médico general o neurólogo a través de la evaluación de los síntomas, antecedentes de salud, examen físico de los músculos de la cara y examen neurológico.

Asimismo, el médico puede solicitar exámenes complementarios, como resonancia magnética, para confirmar el diagnóstico y descartar otras condiciones con síntomas semejantes, como ACV, tumor cerebral, enfermedad de Lyme o síndrome de Ramsey-Hunt.

Otros exámenes que el médico puede solicitar incluyen estudios de conducción nerviosa y electromiografía, para evaluar la gravedad de la parálisis del nervio facial.

Qué puede causar la parálisis de Bell

Las causas exactas de la parálisis de Bell no son totalmente conocidas, pero se sabe que ocurre debido a la inflamación del séptimo nervio craneal, conocido como nervio facial, lo que da origen a los síntomas.

Generalmente, la parálisis de Bell está relacionada con infecciones virales, tales como:

  • Herpes simple o herpes zóster;
  • Mononucleosis infecciosa;
  • Paperas;
  • Rubéola;
  • Coxsackievirus;
  • Citomegalovirus.

Además, las fracturas craneales y los tumores también pueden ocasionar la inflamación y la compresión del nervio facial, dando lugar a la parálisis de Bell.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la parálisis de Bell debe ser realizado bajo orientación del neurólogo o médico general, y varía según la gravedad de los síntomas.

Los principales tratamientos para la parálisis de Bell incluyen:

1. Medicamentos

Los medicamentos para la parálisis de Bell que pueden ser indicados por el médico incluyen:

  • Corticosteroides, como prednisona o prednisolona, vía oral, durante aproximadamente 1 semana;
  • Antivirales, como aciclovir, famciclovir o valaciclovir, en los casos de infecciones por herpes simple o herpes zóster, y puede estar o no asociado al uso de corticosteroides;
  • Analgésicos, como paracetamol o dipirona, para aliviar el dolor;
  • Lágrimas artificiales, para lubricar los ojos y evitar lesiones en la córnea. 

Asimismo, el médico también puede recomendar el uso de un parche en el ojo, para utilizarlo antes de dormir, lo que ayuda a evitar el empeoramiento de la resequedad ocular y problemas en la córnea.

2. Fisioterapia 

La fisioterapia para la parálisis de Bell puede ser indicada por el médico y debe ser realizada bajo orientación del fisioterapeuta, mediante ejercicios que ayudan a fortalecer la musculatura facial y mejoran la circulación sanguínea en el nervio.

En la mayor parte de los casos, el fisioterapeuta puede explicar cómo realizar los ejercicios en casa, con la finalidad de mejorar los síntomas de forma más rápida.

3. Fonoaudiología 

La fonoaudiología puede ser indicada por el médico para la parálisis de Bell, pues ayuda a recuperar los movimientos y las expresiones faciales, además de favorecer el estímulo de las funciones del habla, masticación y deglución.

Este tipo de terapia debe ser llevado a cabo por el fonoaudiólogo, y la cantidad de sesiones por semana y el tiempo de tratamiento será determinado por el fonoaudiólogo junto con el médico. 

4. Inyección de bótox

La inyección de bótox puede ser aplicada por el médico vía transcutánea o subconjuntival en el músculo elevador del párpado superior, en los casos donde la parálisis impide el cierre de uno de los ojos.

Esta inyección de toxina botulínica ayuda a relajar los músculos faciales, permitiendo que el ojo cierre, lo que evita lesiones en la córnea.

5. Cirugía

En ciertas situaciones, la cirugía de descompresión del nervio facial puede ser indicada por el médico.

Sin embargo, este tipo de tratamiento es controversial, y puede ser recomendado por el médico en los casos donde la parálisis de Bell es completa y no mejora con los otros tratamientos. 

Cuánto tiempo demora la recuperación

La recuperación completa de la parálisis de Bell debe ocurrir en aproximadamente 3 o 4 meses, y tan pronto como se comience la fisioterapia, pueden ser notados algunos avances.

Alrededor del 15 % de las personas que poseen esta parálisis facial no se recuperan completamente, pudiendo haber necesidad de uso de bótox o de realizar una cirugía en los meses posteriores.