Las neumopatías son enfermedades que afectan la salud de los pulmones o el sistema respiratorio. Estas enfermedades pueden ser causadas por microorganismos como bacterias o parásitos, por la inhalación de sustancias tóxicas, o por enfermedades autoinmunes, entre otras.
Los primeros síntomas que pueden indicar un compromiso en los pulmones incluyen falta de aire, tos y fiebre. Por ello, es importante consultar a un neumólogo o médico general, ya que un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado son fundamentales para mejorar la calidad de vida.
El tratamiento para las neumopatías dependerá del tipo de enfermedad, pudiendo requerir el uso de medicamentos, fisioterapia respiratoria y/o, en los casos más graves, oxigenoterapia o ventilación mecánica.

Principales síntomas
Los síntomas de neumopatía pueden variar de acuerdo a la causa, sin embargo, de forma general, los principales síntomas son:
- Fiebre alta;
- Tos;
- Dolor en el pecho;
- Falta de aire o dificultad para respirar;
- Aumento de la frecuencia de los latidos cardíacos;
- Cansancio;
- Presión arterial baja.
Es importante que ante la presencia de signos y síntomas que indiquen neumopatía, se consulte al neumólogo, ya que de esta forma es posible obtener un diagnóstico y el tratamiento adecuado.
Tipos de neumopatías
Las neumopatías se pueden clasificar en diversos tipos, de acuerdo con su causa:
1. Neumopatía intersticial
La neumopatía intersticial hace referencia a un grupo de enfermedades que afectan el tejido más profundo de los pulmones, conocido como tejido intersticial. Esta condición provoca una cicatrización anormal e irreversible del tejido pulmonar, denominada fibrosis pulmonar, por lo que es fundamental iniciar un tratamiento inmediato.
Las causas de esta enfermedad pueden incluir enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, infecciones, exposición prolongada a materiales peligrosos como el asbesto o polvo, o efectos secundarios de ciertos medicamentos.
La neumopatía intersticial provoca dificultad para respirar, ya que la inflamación y la cicatrización del tejido pulmonar dificultan la entrada de oxígeno en la sangre, alterando el intercambio adecuado de oxígeno y dióxido de carbono entre los pulmones y la circulación sanguínea.
Algunas de las enfermedades que se incluyen en el grupo de las neumopatías intersticiales son la neumoconiosis, neumonitis por hipersensibilidad, fibrosis pulmonar idiopática y neumonía intersticial inespecífica, entre otras.
2. Neumopatía aguda o infecciosa
La neumopatía aguda o infecciosa hace referencia a las enfermedades pulmonares causadas por infecciones, que pueden ser provocadas por bacterias, virus, hongos o parásitos.
Entre las enfermedades más comunes se encuentran la neumonía, que suele ser causada por la bacteria Streptococcus pneumoniae; la bronquiolitis, provocada por el virus sincitial respiratorio, y la gripe, causada por el virus de la influenza.
Además, ciertos parásitos intestinales, como Taenia solium y Ancylostoma sp., pueden migrar desde el intestino hacia los pulmones a través de la circulación sanguínea, provocando lo que se conoce como neumonía parasitaria.
3. Neumopatía crónica
La neumopatía crónica hace referencia a las enfermedades pulmonares y respiratorias que provocan síntomas por más de 3 meses. Estas enfermedades no tienen cura, incluso cuando se realiza un tratamiento correcto.
Algunas de las enfermedades que se incluyen en la neumopatía crónica son el asma, la enfermedad obstructiva crónica (EPOC), la bronquiectasia, entre otras.
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La neumopatía ocupacional, también conocida como neumoconiosis, hace referencia a las afecciones pulmonares causadas por la exposición prolongada a partículas en el ambiente laboral.
Estas partículas pueden incluir polvo de carbón, asbesto o sílice cristalina, que se inhalan durante las actividades profesionales y afectan la salud pulmonar con el tiempo.
Además de eso, también se encuentra la neumopatía aguda postraumática, que es un cuadro que aparece después de un traumatismo o golpe intenso a nivel torácico.
El diagnóstico de las neumopatías se realiza por medio de la evaluación de los signos y síntomas presentados por la persona, además de la realización de exámenes de imagen para observar el pulmón, y también se pueden solicitar análisis de sangre y microbiológicos, en caso de que haya sospecha de que la causa sea por un agente infeccioso.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la neumopatía debe ser indicado por el médico general o neumólogo de acuerdo a los síntomas presentados por la persona y el tipo de enfermedad que presenta.
En caso de que la neumonía sea infecciosa, por ejemplo, el médico puede indicar el uso de antibióticos, antiparasitarios o antifúngicos de acuerdo al agente infeccioso.
Además, en algunos casos puede indicarse el uso de esteroides para reducir la inflamación o broncodilatadores para ayudar a abrir las vías respiratorias, y en las situaciones más graves, como en los casos de EPOC, asma crónica y COVID-19, se requiere de hospitalización para realizar oxigenoterapia o ventilación mecánica.
Una vez que los síntomas hayan mejorado, el médico puede recomendar la rehabilitación pulmonar con un fisioterapeuta, especialmente en el caso de enfermedades crónicas.
Este tratamiento ayuda a mejorar la calidad de vida de la persona mediante ejercicios y técnicas de respiración, lo que contribuye a aumentar la resistencia y la eficiencia pulmonar. Vea cómo se realiza la fisioterapia respiratoria.