El tejido adiposo pardo es un tipo especial de grasa presente en pequeñas cantidades en el ser humano adulto, cuya función principal es producir calor y ayudar a mantener la temperatura corporal, aunque con el paso de los años y el aumento de peso tiende a reducirse.
Este tejido participa en la termogénesis, es decir, en la generación de calor a partir de la energía acumulada en las grasas, lo que contribuye al equilibrio del metabolismo y al gasto energético basal. A diferencia de la grasa blanca, que se encarga de almacenar energía, el tejido adiposo pardo tiene un papel más activo en la regulación térmica.
Su activación ocurre sobre todo con la exposición al frío, gracias a la gran cantidad de terminaciones nerviosas que estimulan la producción de calor, funcionando como un mecanismo de defensa natural frente a la pérdida excesiva de temperatura. Conozca cómo calcular el porcentaje de grasa corporal.
Se recomienda consultar al médico endocrinólogo en casos de obesidad o alteraciones metabólicas, ya que la disminución del tejido adiposo pardo puede influir en la regulación energética del organismo.