Es posible morir por complicaciones asociadas a piedras en los riñones, aunque esto ocurre en casos graves y poco frecuentes. Sin embargo, la presencia de cálculos puede afectar de forma importante la salud renal si no se trata adecuadamente.
Las piedras en los riñones pueden bloquear el paso de la orina, causar infecciones, sangre en la orina y provocar dolor intenso. En algunos casos, la obstrucción persistente puede llevar a insuficiencia renal aguda o crónica.
Además, las personas con antecedentes de cálculos tienen mayor riesgo de enfermedad renal crónica, especialmente si los episodios son recurrentes. También se ha observado una posible relación con problemas cardiovasculares.
Se recomienda acudir al médico cuando el dolor es muy intenso o se acompaña de fiebre, ya que puede indicar una infección urinaria grave o una obstrucción completa que requiere atención inmediata.