Los búlgaros de leche sirven para equilibrar la flora intestinal, ya que funcionan como un probiótico y aportan bacterias saludables.
También ayudan a digerir la lactosa y pueden aliviar el estreñimiento, mientras que algunas investigaciones señalan que contribuyen a regular el azúcar en sangre y el colesterol, favoreciendo el control metabólico.
Además, fortalecen las defensas del organismo frente a virus e infecciones y, según estudios recientes, su acción en el intestino podría influir de manera positiva en el estado de ánimo y ayudar a disminuir la ansiedad. Con ellos se elabora el kéfir, una bebida fermentada reconocida por sus beneficios digestivos. Conozca más sobre el kefir.
Se recomienda consultar al médico o nutricionista antes de consumirlos de forma habitual, especialmente en personas con el sistema inmune debilitado, para reducir el riesgo de complicaciones asociadas a preparaciones caseras con bacterias activas.