La mamografía no se realiza antes de los 35 años porque no resulta eficaz en mujeres jóvenes sin factores de riesgo, ya que a esa edad, las mamas suelen ser más densas, lo que dificulta detectar cambios y puede generar resultados poco confiables.
La mamografía en menores de 40 años se asocia con más falsos positivos, lo que puede llevar a exámenes innecesarios, ansiedad y tratamientos sin necesidad. Por eso, no se recomienda como prueba de rutina en personas sin síntomas. Conozca más sobre la mamografía.
Este tipo de estudio se indica principalmente a partir de los 40 años, cuando el beneficio supera los riesgos. En mujeres más jóvenes, se prefieren otros métodos de imagen, como la ecografía, si hay sospecha de enfermedad.
Es importante acudir al ginecólogo una vez por año o al mastólogo si aparece un bulto en la mama, aunque no duela, especialmente si aumenta de tamaño o no desaparece con el tiempo.