Es posible tener la ferritina alta por diferentes causas. Esto puede ocurrir por infecciones, enfermedades inflamatorias o autoinmunes, transfusiones de sangre, anemias hemolíticas o problemas en el hígado, como hepatitis B, hepatitis C o esteatohepatitis no alcohólica. También puede deberse a hemocromatosis, una condición que aumenta la absorción de hierro.
En casos poco frecuentes, la ferritina alta puede estar relacionada con ciertos tipos de cáncer, como linfoma o leucemia. Sin embargo, este análisis en sangre no suele utilizarse para diagnosticar estas enfermedades. Conozca más para qué sirve el examen de ferritina.
El valor de ferritina también puede evaluarse junto con otros exámenes, como TGO, TGP, hemograma o resonancia magnética, para identificar la causa del aumento. La interpretación debe hacerse considerando los síntomas y el historial de salud.
Se recomienda acudir al médico cuando la ferritina está elevada en más de una determinación, para confirmar la causa y orientar el tratamiento adecuado.