La vacuna contra la fiebre amarilla generalmente se aplica en una única dosis, que proporciona protección de por vida para la mayoría de las personas.
Generalmente, con una sola dosis, las personas quedan protegidas de por vida. No obstante, en algunas situaciones específicas, como riesgo muy alto por trabajo o viaje, infección por VIH, embarazo durante la primera dosis o trasplante de médula ósea, puede ser necesaria una segunda aplicación de refuerzo.
Además, ciertos grupos, como niños vacunados a edades muy tempranas o personas con el sistema inmunitario debilitado, pueden presentar una respuesta inmunitaria menor con el tiempo. En estos casos, el médico deberá evaluar la necesidad de administrar una segunda dosis de la vacuna. Conozca más sobre la vacuna de la fiebre amarilla.
Antes de viajar o si se tiene alguna condición especial de salud, se recomienda consultar con un médico o centro de vacunación para informarse de la necesidad de aplicación o posible refuerzo.