El albendazol es un medicamento antihelmíntico utilizado para tratar infecciones por parásitos intestinales, como oxiuros, tricuriasis, teniasis (también conocida como solitaria) o giardiasis. Su mecanismo de acción consiste en desintegrar los parásitos, facilitando su eliminación a través de las heces.
Este medicamento está disponible en farmacias en presentaciones de tabletas o comprimidos de 200 y 400 mg, así como en suspensión oral en diversas concentraciones, como 2 g/100 mL, 400 mg/10 mL o 40 mg/mL. Se comercializa bajo nombres como Zentel, Vermisen, Oxal, Eskazole y Bruzol, además de su versión genérica como albendazol.
El uso de albendazol debe ser indicado por un médico, tanto en adultos como en niños, tras la confirmación de la infección mediante exámenes de laboratorio. La duración del tratamiento varía entre 1 y 5 días, según la orientación médica. En algunos casos, puede ser necesario repetir el tratamiento después de 2 a 3 semanas.

Para qué sirve el albendazol
El albendazol sirve para tratar parásitos intestinales, como por ejemplo:
- Lombrices (Ascaris lumbricoides);
- Oxiuros (Enterobius vermicularis);
- Anquilostomiasis (Ancylostoma duodenale o Necator americanus);
- Trichuriasis (Trichuris trichiura);
- Estrongiloidiasis (Strongyloides stercoralis);
- Teniasis (Taenia spp);
- Himenolepiasis (Hymenolepis nana);
- Opistorquiasis (Opisthorchis viverrini);
- Larva migrans cutánea.
Además, el albendazol también puede ser indicado por el médico para el tratamiento de la giardiasis en niños. En este caso se debe utilizar la tableta en niños mayores de 2 años de edad y la suspensión oral para niños entre los 1 y 2 años.
Aunque puede adquirirse sin receta médica, este medicamento solo debe utilizarse bajo la indicación del médico después de la evaluación de los síntomas y estudios de laboratorio para identificar la presencia de quistes, huevos o larvas de los parásitos. Vea qué síntomas pueden indicar que tiene parásitos intestinales y cuáles son los exámenes para saber cuál es el tipo de parásitos.
Para qué sirve la quinfamida albendazol
El albendazol también puede conseguirse en conjunto con la quinfamida, para el tratamiento de infecciones mixtas por amebiasis e infecciones por helmintos (parásitos intestinales), aumentando su potencial de acción.
La quinfamida se usa principalmente para tratar la amebiasis intestinal causada por Entamoeba histolytica. Actúa eliminando los trofozoítos en el intestino sin afectar los quistes, por lo que a veces se combina con otros antiparasitarios.
Algunos nombres comerciales son Zentel Dual, Eskazole compuesto y Oxal, por ejemplo.
Dosis del albendazol
La dosis del albendazol dependerá de la presentación, la edad y el parásito a combatir, como se indica a continuación:
1. Albendazol tabletas o comprimidos
El albendazol puede encontrarse en dosis de 200 y 400 mg. Las dosis recomendadas del comprimido de albendazol dependen del tipo de parásito que está causando la infección, de acuerdo a la siguiente tabla:
Es importante seguir las indicaciones médicas sobre las dosis y el tiempo de tratamiento, pudiendo, en algunos casos, ser necesario repetir el tratamiento después de 3 semanas.
2. Albendazol suspensión oral
La suspensión oral es vendida en dosis de 40 mg/ml o al 4%, y puede usarse en niños mayores de 1 año de acuerdo a la orientación del pediatra.
Las dosis normalmente recomendadas de albendazol en suspensión oral son:
Es importante que todos los miembros de la familia que conviven en el mismo ambiente realicen el tratamiento de acuerdo a la orientación del médico.
Cómo tomar
El albendazol debe ser tomado por vía oral, siendo que no existe un horario específico para su toma, como en la mañana, tarde o noche. Sin embargo, si se toma más de 1 dosis se recomienda que las siguientes sean siempre en el mismo horario.
Además, para tomar albendazol no es necesario ayuno o dieta especial, y tampoco es necesario utilizar laxantes o purgantes para la eliminación de los parásitos.
Los tabletas o comprimidos de albendazol pueden masticarse, tragarse o quebrarse y mezclarse con un poco de agua. En el caso de niños mayores de 2 años, el comprimido puede ser triturado para facilitar su toma.
Cuidados durante el tratamiento
Existen algunos cuidados que son muy importante durante el tratamiento con albendazol, como lavar frecuentemente las manos, principalmente antes de cocinar y después de defecar, además de lavar la ropa interior y de cama en agua hirviendo. Vea otros cuidados que ayudan a garantizar el éxito del tratamiento contra los parásitos intestinales.
Posibles efectos secundarios
Los efectos secundarios más comunes que pueden ocurrir durante el tratamiento con albendazol son dolor abdominal, náusea, vómito, diarrea, mareos, dolor de cabeza o fiebre.
El albendazol puede causar reacciones alérgicas graves que requieran atención médica inmediata. Por ello, se debe interrumpir el tratamiento y acudir al servicio de urgencias más cercano en caso de que surjan síntomas como dificultad para respirar, sensación de garganta cerrada, comezón, enrojecimiento en la piel, urticaria o inflamación en la boca, lengua o cara. Vea cómo identificar los síntomas de una reacción alérgica grave.
Contraindicaciones
El albendazol no debe ser usado por embarazadas, mujeres que desean embarazarse o que estén lactando. Además, debe evitarse en personas con alergia al mebendazol o a cualquier otro componente de la fórmula.
El albendazol en comprimidos no debe ser usado en niños menores de 2 años de edad, y la suspensión oral no debe ser usada en niños menores de 1 año.